sábado, 31 de diciembre de 2011

La vida espera

Uno de mis personajes me dijo una vez que "ya no viajamos, sólo llegamos". Sentado cara al sol, en Barajas, viendo siluetas de gentes y equipajes trasegar arriba y abajo por la terminal, podría parecerme que todos ellos están viajando; pero no, sólo esperamos. Algunos esperamos aburridos comiendo algo aburrido, otros corriendo de una puerta de embarque a otra, algunos hablando francés a gritos por teléfono y ciertos otros haciendo como que tecleamos cosas importantísimas. Todos esperando. Todos con un salvoconducto de papel puesto a buen recaudo en un bolsillo, pagado a precio de oro y, las más de las veces, con antelación esquizofrénica. Ese sacro documento nos otorga derecho de irresponsabilidad. Un trozo de papel, tarjeta de embarque, billete de tren o pasaje de ferry, con el cual renunciamos a cualquier derecho a viajar, a decidir sobre el camino y sus paradas, las comidas y la compañía, los tiempos y tempos. Todo a cambio de la seguridad de que en entre los puntos A y B jamás nos ocurrirá nada extraordinario, interesante o relevante. Todo ocurrirá acordé al plan previsto por otros para que nosotros no movamos ni un dedo, tan sólo esperemos mientras somos etiquetados, transportados y entregados en tiempo y forma. So pena de indignarmos muchísimo y sacar en procesión al santoral completo si cualquier evento inesperado perturbare nuestra espera.

Poca diferencia hay ya entre eso que llaman "viajar" e ir al MaDonals. Llegas, seleccionas un menú predefinido, pagas, ¡esperas!, recibes exactamente lo que ordenaste, exactamente lo que come cualquier otro y que sabe exactamente como lo que comiste las últimas cien veces. Seguro. Milimetrado. Preciso. Predecible. Exactamente lo esperado. Cualquier manera de hacer las cosas en que uno se empeñe en poner algo de sí mismo es peligrosa, inaudita, descabellada. Conducir tu propio coche. Una temeridad. ¿Cómo osas decidir tú mismo cual es la velocidad adecuada, elegir la ruta más divertida despreciando la más rápida y segura entre las vallas de la autovía? Cocinar en casa. Un fracaso perpetuo. ¿Cómo puede estar bien hecho algo que cada vez sabe diferente? Mejor dejarlo todo en manos de profesionales, pagarles por hacer su trabajo y limitarse a esperar. Evitar toda interacción, todo protagonismo. Trabajar de ocho a cinco y esperar el sueldo a fin de mes. Y maldito sea todo lo in-esperado. Ay de aquel que ose pensar que es capaz de hacer nada por sí mismo, que pretenda involucrarse en su propia vida. Mejor venderla pedazo a pedazo seguros de esperar seguros. ¡Vende! ¡Vende! Es lo que haces cuando crees que compras compras.

La vida es un viaje que ya no viajamos, la cambiamos momentos de espera, de inacción, por pequeñas muertes. Ansiosos por llegar seguros y la hora planeada al único destino posible. Ya no viajamos, sólo llegamos. Ya no vivimos, sólo morimos. Poco a poco o todo de golpe cada vez que compramos una espera garantizada.


Imágen: Girl Waiting, sacada de Wallpapers Galaxy.

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿20 de enero?

Vacío. Esa fue la palabra que usó una amiga. Cuando uno dedica tanto tiempo de su vida a un proyecto y lo termina, dolorido y exhausto, se siente vacío. Ni contento, ni aliviado, ni optimista, ni cansado. Todo eso va llegando luego, a medida que pasan los días. Bajando en el ascensor después de haber dejado enfrente del burócrata correspondiente un montón de papeles y cuatro copias de la tesis doctoral, lo unico que uno siente es vacío.

El lunes por la mañana entregué la tesis, el final oficial de cinco años de trabajo y uno y medio de suplicio, cabreos, frustraciones y mala hostia. Terminado. Finito. Kaput. O casi… Aún queda la dichosa defensa; aunque siendo honestos, ahora mismo eso me supone poca o ninguna preocupación. Es más, ya que me van a dar la oportunidad de montarme un chou de hora y media, tengo toda la intención de pasármelo bien. La fecha del evento aún está por confirmar; pero todo apunta a que será un par de meses antes de lo esperado. Por fin parece que algo no se va retrasar. Si no hay sorpresas, el 20 de enero pondremos el punto final a la aventura doctoral.

Poco a poco, después de casi una semana, el vacío empieza a llenarse. En los últimos días, mis neuronas me han sorprendido con muestras de actividad creativa, original y entusiasta. Lo cual seguro que tendrá consecuencias en el futuro inmediato. De momento, disfrutemos del plácido deambular por el vacio…

martes, 29 de noviembre de 2011

Interlagos 2011: Se cierra el telón…

Quizá esperábamos algo más trepidante para terminar la temporada, para ponerle el broche de oro a un campeonato con las carreras más emocionantes que he visto en mucho tiempo. Sobre el asfalto de Interlagos no faltó espectáculo, pero tampoco hubo emoción a raudales. Lo que sí fue este último Gran Premio del año fue un reflejo casi perfecto de esta temporada. Red Bull dominó de principio a fin; aunque esta vez fue, por fin, Mark Webber el que se subió a lo más alto de podium, Vettel dio una demostración de pilotaje con un coche averiado. Por algún extraño milagro, la caja de cambios del RB7 número 1 aguantó hasta la bandera a cuadros. Como el resto de la temporada, incluso con problemas, Red Bull le sacó los colores a sus rivales.

Para McLaren el Gran Premio de Brasil también fue un reflejo fiel del resto del año. Button pilotó de forma inteligente, eligió la estrategia adecuada y sacó lo mejor de su monoplaza en cada momento. Durante la primera mitad de la carrera tubo que rendirse ante la garra de Alonso y su F150; pero en cuanto montó los neumáticos medios, el McLaren sacó a relucir sus virtudes. Al final, Button acompañó en el podium a los dominadores del campeonato. Sin duda, el británico ha encontrado su sitio en McLaren, por mucho que le pese al chico maravilla. Hamilton cerró la temporada con otro fiasco; aunque esta vez no fue culpa suya, sino de la caja de cambios, alguna vez le tenía que tocar. Muchos dirán que el pobrecito ha tenido mala suerte esta temporada, o que no ha estado muy acertado en ocasiones clave. En mi opinión, ha sido justo lo contrario: el chico maravilla ha pilotado toda temporada como siempre ha hecho, la diferencia ha estado en que su infamemente enorme buena fortuna parece haberse acabado. Por primera vez ha pagado sus excesos y riesgos al mismo precio que los demás pilotos. Resultado: Button le ha comido la tostada y se va con el rabo entre las piernas a afilar los colmillos para el 2012.

Para Ferrari esta carrera también fue un resumen perfecto de la temporada. Alonso volvió a hacer otra salida sublime y, aunque no pudo pasar a Button en la primera curva, unas vueltas después le dio un hachazo por el exterior en la entrada a la Curva da Laranjinha. Sin duda fue el mejor adelantamiento del fin de semana. A partir de ahí trató de poner tierra de por medio mientras el Ferrari iba cargado y con las gomas blandas. Aún así, la debilidad del Ferrari, esa incapacidad para sacar partido de los compuestos medios y duros, sobre todo a medida que va perdiendo peso, volvió a pasar factura al final de carrera, y los esfuerzos de Alonso no fueron suficientes para mantener a Button a raya y cerrar la temporada con un podium. A Massa no le fue mucho mejor. Su estrategia se vio condicionada por un pinchazo en el juego de gomas blandas con el que debería haber empezado la carrera. Haciendo sólo dos paradas y teniendo que rodar más de veinticinco vueltas con los medios, es difícil llevar al Ferrari muy lejos. Al final logró ganarle duelo a Rosberg y llegar quinto a una distancia más que considerable por detrás de Alonso.

La mención especial del día se la va a llevar Force India. Han terminado la temporada humillando a Toro Rosso y sacándoles las uñas a Mercedes en los tres últimos grandes premios. El punto negativo se lo voy a poner a Schumy y su accidente con Senna. El alemán hizo lo mismo por lo que penalizaron a Massa en la India; con una diferencia, él lo hizo y Massa no. Perdón, dos diferencias, a Massa lo penalizaron y a Schumy no. Y no creo que debieran haberlo penalizado, la culpa del choque fue de Senna, sin duda. Iba por detrás, Schumy le cerro la puerta y el brasileño se pasó de listo. Lo que me molesta es la inconsistencia de los comisarios. Su decisión en Brasil, acertada, es una prueba más del sin sentido de la penalización que le pusieron a Massa en la India.

Para poco más dio la última carrera de la temporada. Una temporada que, de algún modo, tenía ganas de que terminase. O mejor dicho, de lo que tengo ganas es de que empiece la del 2012. A ver si de una vez por todas Ferrari le da a Alonso un coche a la altura del de los rivales. Así, además de la emoción suministrada por Pirelli y el DRS, podremos ver también una lucha digna por el campeonato. O, si va ser aburrido, por lo menos que sea de color rojo Alonso…


Imágenes: Autosport.com.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Alea iacta est

¿Recuerdan ustedes aquello del caos y la vorágine? Pues ahí seguimos. No me he olvidado de este blog, ni me he muerto, ni mi vida se ha vuelto tan aburrida como para que no tenga nada que contar… Todo lo contrario, cada vez que tengo intención de sentarme a escribir ocurren inesperados imponderables, a menudo en forma de emeils de editores capullos o gentucilla que se pasa las fechas límite por el forro. Resultado: un servidor va comiéndose cosa de un marrón por día. Por ejemplo, hace unos minutos, sopesaba con mi jefa si mandamos a un editor a la mierda o le convencemos para que se vaya el sólito. Vamos a tratar de convencerlo…

Aún así, en medio del caos y la vorágine, también brotan buenas noticias. Primera: el lunes, por fin y contra todo pronóstico, mandé la tesis a imprimir. Hace un par de horas hablé con la imprenta: parece que no se ha roto nada y que puedo que puedo ir a recoger mis libros cuando quiera. Segunda: el lunes batí el record mundial de comprar billetes de avión para ir a España. En apenas dos horas encontré y compré billetes para navidades y, además, baratos y, además, la vikinga y la mini-vikinga se vienen conmigo. Supongo que eso implica otra buena noticia; pero esa historia para otro día. A lo que iba, los billetes fueron baratos en parte por las fechas. Llegaré a Asturias el 15 de diciembre y me iré el 30. No, no voy a estar en España en Nochevieja. Oooooh… A parte de 100 eurazos más, quedarme en España implicaba tener que elegir entre noche con la familia o con los amigotes; así que, ni pa'unos ni pa'otros. Pa'mí. Me voy a quedar tranquilamente en la fría y espero que nevada Copenhague, con hygge de cosecha propia y algún otro expatriado.


Imágen: Deviantart.com

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Abu Dhabi 2011: Un año después

Pensarlo es tan inútil como inevitable. Viendo a Alonso celebrando el podium del domingo, no pude dejar de soñar por unos instantes, no pude dejar de imaginarme que estábamos en 2010 y el neno se proclamaba tricampeón. Pero no, estamos en 2011 y lo que Fernando celebraba era un segundo puesto, y no es para menos, que este año el podium se vende caro. Muy caro. Tanto que para conseguir el trofeo que le faltaba en la colección hizo falta que se alineasen algunos astros y a otros los puso él en conjunción a golpe de vueltas rápidas.

Tan inexplicable como bienvenido fue el abandono de Vettel en la primera curva. Aún nadie tienen claro porqué su neumático trasero derecho se desinfló de golpe. Lo que sí está claro es que, además de por ese guiño de la fortuna, Alonso se labró el podium en primera vuelta. Otra frenada espectacular en la primera curva lo puso delante de Webber. Luego se tiró a cuchillo a por Button. Sin contemplaciones, a la primera de cambio, ¡zas!, rebufo y hachazo. A mitad de la primera vuelta ya estaba segundo. El resto de la carrera fue un tira y a afloja entre él y el chico maravilla. Mucha tensión y escaso espectáculo, con la diferencia entre ellos oscilando entre los dos y los cinco segundos, con el resto de la parrilla incapaz de seguir su ritmo. Al final, Ferrari jugo lo mejor que pudo sus cartas tratando de ganar la partida en la última para en boxes; pero la delicadeza del F150 con las gomas no fue suficiente para compensar la velocidad de los neumáticos nuevos del McLaren. Y no, no creo que los doblados tuvieran nada que ver. Alonso perdió entre un segundo y segundo y medio en su parada en boxes por culpa de un HTR; pero aún así no hubiese sido suficiente para salir por delante de Hamilton. Es más, aunque se hubiese dado la casualidad, el ritmo el McLaren con las gomas duras hubiese puesto a Alonso en serios aprietos para defender el liderato. Ambos hicieron una carrera magistral y sin errores. Una pena que el Ferrari siga sufriendo tanto para calentar las gomas en las primeras vueltas y sacar rendimiento de los compuestos duros.

Mientras delante se mascaba la tensión, por detrás nos ponían el espectáculo. Massa, Webber y Button lucharon a brazo partido por el tercer puesto. Button sin KERS, Webber con una estrategia arriesgada para compensar un problema en su primera parada en boxes (no fue el día de Red Bull) y Massa sufriendo con un alerón delantero anticuado. Al final fue Button el que se llevó el gato al agua, aguantando las embestidas de Webber y haciendo otra carrera inteligente.

Por lo demás, vimos la ya habitual, y no por ellos menos emocionante, riestra de duelos y adelantamientos entre los coches de media parrilla. La mezcolanza de estrategias y las dos rectas de Yas Marina pusieron los ingredientes para el espectáculo. Espectáculo que a menudo fue un tanto surrealista, como el duelo que Alguersuari y Maldonado se empeñaron en continuar mientras Hamilton y Alonso trataban de doblarlos. El mexicano y el barcelonés se ganaron una merecida penalización, además del tiempo que perdieron ellos, y que hicieron perder a los otros dos, por hacer el canelo. No sé que pasó este domingo con los doblados. Salvo contadas excepciones, este año, su comportamiento estaba siendo ejemplar; pero en Abu Dhabi les salieron rabos y cuernos y se dedicaron a hacer la vida imposible a la cabeza de carrera. Luego llegaron los comisarios y se pusieron a regalarles drive throughs con criterios bastante aleatorios.

En resumen, un Gran Premio con tensión en las cabeza, emoción en medio y caos en la cola. ¿Qué más se puede pedir a estás alturas de la temporada? A sí, una victoria de Alonso… Complicado va estar en Brasil; pero lo mismo pensaba de Abu Dhabi y ya ven ustedes: casi…


Imágenes: Autosport.com.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Caos y vorágine

caos y vorágine.- m. col. Dícese de aquellas semanas en las que un ingenuo trata de entregar una tesis doctoral, corregir las revisiones editoriales de un artículo, hacer de chofer voluntario entre seis y ocho horas al día y tener vida social/sexual.

En los últimos años he ido adquiriendo la funesta creencia de que en cuanto alguna parte de un proyecto no depende me mí, esa parte se va al carajo y un servidor paga las consecuencias. Ejemplo: cuando parecía que ya nada podía salir mal, cuando la puta tesis estaba escrita, revisada mil y una veces y contaba con el beneplácito de mi jefa, cuando sólo quedan dos meros trámites por hacer, si Murphy te puede joder la vida, te la va a joder. Primero, la persona de la petrolera que tiene que confirmar que mi tesis está libre de contenidos confidenciales, lo cual debería llevarle dos minutos, porque ya lo hemos revisado todo mil veces, decide ignorar mis imeiles. Segundo, cuando uno trata de imprimir la tesis, descubre que el servicio de impresión de la universidad está de mudanza. Nadie tiene muy claro a dónde se mudan ni cuando volverán a imprimir. La persona responsable ignora mis emeileses. ¿Qué pasa, que en este planeta soy el único que lee y responde el correo todos los días? ¿Qué soy el único que tiene la agenda al día y trata de no joderle la vida a los demás?

A lo mejor es que estos días la falta de sueño y las comidas a destiempo me han vuelto susceptible. Esta año, CPH:DOX* está siendo un éxito, las salas se llenan todos los días y los invitados, directores y jurado están encantados con la organización. La organización no está tan encantada; sino que le pregunten a mi coordinadora. La jovenzuela está teniendo una de las peores semanas de su vida: más de trescientos invitados que llevar y traer del aeropuerto y cosa de veinte chóferes voluntarios. A parte de imponderables inevitables: vuelos retrasados y cancelaciones de última hora por enfermedad o desgracias varias, hay que añadir ponderables evitables: invitados que cambian sus vuelos o reservas de hotel sin avisar, voluntarios que se despiertan y deciden que ya no son tan voluntariosos, que es mejor quedarse en cama y que conduzca otro. Consecuencia, la pobrecita de la coordinadora de conductores, al borde un ataque de nervios, organizaba un horario diferente cada dos horas y, la mitad de las veces, nos mandaba el equivocado. Así, uno se encuentra en situaciones ridículas, como tener que estar despierto hasta las dos de la mañana para recoger un coche, dormir dos horas y media y tener que ir a buscar a un VIP al hotel a las cinco y cuarto. ¡Mal! Pero al menos, cuando uno trata con personas razonables, una charla amistosa (el adjetivo va sin segundas) siempre tranquiliza a todo el mundo y pone las cosas en su sitio. Más o menos…

Como teníamos poco, el editor del Geophysical Research Letters se le ocurrió que esta era la mejor semana para mandarme las revisiones del artículo que les enviamos hace mes y medio. No podía ser una semana antes o una después, no, tenía que ser ésta…

Menos mal, que el final del día, uno siempre pudo ir a acurrucarse con la vikinga, encontrarse la casa llena de amigotes y botellas de vino para celebrar que no se pudo imprimir la puta tesis, irse a cocinar pato para seis o tratar de no caerse de sueño en una fiesta de cumpleaños.

Parafraseando a Márquez, menos mal que un servidor sólo se la ponen dura el caos y la vorágine


Imágen: fanop.com.

martes, 1 de noviembre de 2011

Nueva Delhi 2011: Chispas y polvo

Quizá nos hemos malacostumbrado. Carrera tras carrera, gracias al DRS y a Pirelli e incluso a pesar del dominio del Red Bull de Vettel, esta temporada hemos tenido adelantamientos, duelos y sorpresas hasta la bandera a cuadros. Esperaba ansioso más de lo mismo del nuevo circuito del calendario. El trazado de Nueva Delhi es precioso y ya parece haberse hecho hueco en el corazón de los pilotos. Sus cambios de nivel, sus peraltes, sus chicanes de alta velocidad y la manera en que enlaza cada curva con la siguiente, recuerdan a circuitos de la vieja escuela como Spa o Suzuka. Sin embargo, este primer Gran Premio de la India ha sido el más soso de la temporada. En mi opinión, gran parte de la culpa la tuvo el propio circuito; no por su diseño, que me parece espectacular, sino por la cantidad infame de polvo que había en el asfalto. En palabras de algunos pilotos, era como conducir sobre una pista mojada donde sólo hay un carril seco y el resto es una piscina. Como comprobó Alonso en la salida, cuando en la primera curva tuvo que frenar con medio coche por lo sucio, fuera de la trazada limpia el asfalto era una pista de patinaje, lo que le costó la tercera posición. Una pena, sobre todo porque el circuito está diseñado con la anchura necesaria en muchas frenadas para permitir diversas trazadas buenas y favorecer los adelantamientos.

Aunque no hubo grandes duelos y la tensión escaseó, fue una carrera al esprin para la mayoría de pilotos. Button volviendo a demostrar porque se merece su asiento en McLaren, trató sin éxito de poner nervioso a Vettel; pero nunca se acercó lo suficiente al alemán como para inquietarle. El que sí tuvo éxito fue Alonso, quien tras otra carrera magistral tcon el cuchillo entre los dientes, volvió a sacar lo mejor de un coche que no está a la altura del de sus rivales y, con ayuda de una estrategia bien medida, logró arrebatarle el podium a Webber. Schumacher y Rosberg también jugaron al gato y al ratón toda la carrera, pero esta vez fue el perro viejo quien se llevó el minino al agua. Espectacular fue la carrera de Alguersuari, que se volvió a colar en los puntos y les sacó los colores a Lotus Renault y Force India.

Y ahora, vamos a lo que nos interesa a todos: dos pilotos, una curva, otro fostión…

Massa y Hamilton se la tienen jurada el uno al otro y el domingo volvieron a saltar chispas entre ambos, literal. O mejor dicho, Hamilton se la tiene jurada a todo el mundo y siempre termina pagándolas Massa. Por enésima vez esta temporada el chico maravilla volvió a cagarla y cargarse al carrera de Massa. Me da igual lo que dijeran los comisarios y Pedro de la Rosa, Hamilton tuvo la culpa, toda culpa y nada más que la culpa. Massa iba por delante y por la trazada normal, no hizo ningún movimiento defensivo ni se salió de su línea en ningún momento. Entonces va Hamilton y decide meterse donde no hay sitio. Resultado: la rueda delantera derecha del McLaren golpea la rueda trasera izquierda del Ferrari; alerón roto para Hamilton; trompo, caja de cambios destrozada y penalización para Massa. Y que no me vengan con esa películas de que Massa se echó encima de Hamilton. De toda la vida en este deporte, el que va delante tiene preferencia y el que va detrás tiene que quitarse. Y punto pelota… En este caso no aplica ese nuevo pacto de caballeros que los pilotos hicieron hace unas semanas, según el cual cuando un piloto hace un movimiento defensivo, al volver a la trazada normal, debe dejar sitio suficiente el la pista para el rival. No aplica porque Massa no hizo ningún movimiento defensivo ni se salió nunca de su trazada. Lo que hizo fue frenar mucho más tarde que el chico maravilla y dársela con patatas, cosa que Hamilton no quiso creerse y, en su mundo de pin-y-pon, pensó que ya había adelantado a Massa. Creo esta es la primera decisión esta temporada en la discrepo punto por punto y sin matices con los comisarios, por lo que tiene de ridículo e inaudito y porque, si llegase a sentar precedente, a partir de ahora para adelantar, los pilotos no tendrían más que tirarse a cuchillo en cualquier frenada y esperar que el rival se aparte, abra la puerta y les ponga una alfombra roja, so pena de ser penalizados por ir delante.


Imágenes: Autosport.com y BBC Sport.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Ciencia y anarquía

"Es una utopía. La naturaleza egoísta de la gente lo hace inviable. Eso nunca podrá funcionar…"

El anarquismo, por su propia definición, no es una utopía. Primero, porque no se trata de un sistema social, sino de una serie de criterios o principios para articular sociedades y comunidades. Segundo, porque uno de esos principios es defender y promover el cambio, la evolución, la exploración, la diversidad y la creatividad. Una sociedad que evoluciona y experimenta en busca de mejoras no puede ser utópica, porque lo utópico ya es perfecto, no necesita mejora alguna, es inmutable. Otra razón más por la cual el anarquismo se niega a definir en detalle ninguna estructura social ideal o modélica. Una vez que uno admite que las personas y su entorno están en constante evolución y varían de un lugar a otro del planeta, carece de sentido definir estructuras sociales rígidas, inmutables, globales y utópicas que articulen nuestras vidas por los siglos de los siglos. Por eso el anarquismo, en vez de dar descripciones precisas y detalladas de cómo deberían vertebrarse dichas sociedades, se limita definir una serie de principios que deberían ser defendidos y aplicados en cualquier sociedad presente y futura.

Sobre la naturaleza humana ya discutimos una vez (Naturalezas humanas), así que voy a ahorrarles repeticiones. En cuanto a que "nunca podrá funcionar", sorpréndase ustedes, porque el anarquismo lleva siglos funcionando en varios ámbitos de las sociedades humanas. Uno de ellos, aquel que más influencia ha tenido en la sociedad en los últimos dos siglos: la ciencia.

La ciencia crea, evalúa y ordena el conocimiento siguiendo patrones anárquicos. Al contrario de las connotaciones que los medios han asociado a la palabra, anarquía no significa caos y desorden, es más, muchas estructuras anárquicas tienen un alto grado de organización y complejidad. Anarquismo significa, entre otras cosas, autogestión, descentralización, libertad de asociación y "desasociación", horizontalidad y acceso público a productos y recursos. Criterios todos ellos seguidos a pies juntillas en la comunidad científica. Para evitar malentendidos, no olvidemos sin embargo, que la ciencia vive inmersa en una economía de mercado y una sociedad jerarquizada que causan influencias obvias y, en la mayoría de los casos, negativas.

La comunidad científica evalúa y publica sus conocimientos siguiendo el método de revisión por pares (donde pares ha de entenderse en primera acepción de la RAE: "igual o semejante totalmente"). Cuando alguien hace un nuevo descubrimiento o avance científico y desea compartirlo con la sociedad, primero, entre dos y seis pares (colegas, compañeros, científicos o expertos en la materia), sugeridos por uno mismo y elegidos por el editor de la publicación, evalúan los resultados. Si los consideran correctos y adecuados, se publican, haciéndolos accesibles al resto de la sociedad; si no, los evaluadores sugieren los cambios y mejoras necesarios para su publicación. Por supuesto, una vez que es de dominio público, esa pequeña pieza de conocimiento es revisada, compartida, ampliada y corregida por el trabajo y las publicaciones de otros miembros de la comunidad.

Lo primero que debería de llamarnos la atención en un mundo en que todo tiene un título de propiedad, es que el conocimiento científico es público. Sí, público. Vale que uno tiene que pagar por las revistas donde se publica, una de las consecuencias de que la ciencia viva inmersa en una economía de mercado y los editores, maquetadores e impresores tengan que pagarse el pan. Al comprar una revista, uno paga por el papel y la tinta, o el trabajo de mantenimiento de la web donde se alojen los artículos; pero el conocimiento en sí es público, no tiene copyright y cada uno puede hacer lo que plazca con él. Y menos mal, porque si Ramoncín fuese científico, hasta la Luna tendría que pagar un canon por usar las leyes de Newton para gravitar entorno a la Tierra.

El método de revisión por pares es también horizontal y descentralizado. Horizontal, porque son los propios colegas, científicos igual que uno, quienes evalúan las nuevas publicaciones. Cualquier discusión, antes y después de la publicación, sobre la validad o corrección del nuevo pedazo de conocimiento está libre de cualquier argumento de autoridad, sujeta sólo a la validez y solidez de los argumentos esgrimidos. El método es también descentralizado porque opera sin necesidad de ninguna institución internacional que gestione el proceso. A diario, diversos sectores independientes de la comunidad evalúan y coordinan en paralelo miles de nuevos pedazos de conocimiento, así como sus relaciones e implicaciones con publicaciones anteriores en un continuo foro de discusión global que funciona sin necesidad de ningún aparato jerárquico, burocrático o estatal.

Por último, salvando los límites contractuales impuestos por el mercado laboral (otra de las rémoras impuestas por la economía de mercado), cada científico es libre de gestionar sus recursos intelectuales y materiales así como de asociarse y compartirlos con otros miembros de la comunidad para el mutuo beneficio. Esta capacidad de autogestión y libertad para formar y disolver grupos, junto con el acceso público a la información, son sin duda una las causas de la extraordinaria riqueza y variedad de conocimiento y saber que la ciencia ha creado. Uno no puede dejar de preguntarse cuánto más lejos habríamos llegado si la ciencia no se viese limitada, cada vez más, por los dictados del mercado, la gestión privada de recursos y las imposiciones de intereses particulares, a menudo bélicos, de esta o aquella corporación o estado.

Ustedes eligen: un mundo donde los recursos y las vidas se gestionen de forma anárquica (descentralizada, horizontal, pública y libre) o un mundo jerarquizado y centralizado, con presidentes y votantes, con empresarios y esclavos, un mundo donde el que más tiene tiene aceso a aún más, un mundo donde todo tiene asociado un título de propiedad y compartir está prohibido. Si la comunidad científica no se hubiera empeñado en mantener su estructura anárquica, aún seguiríamos en la Edad Media. Creo que ya va siendo hora de exigir que esos principios se apliquen a otros ámbitos de las sociedades. Ya va siendo hora de que dejemos de llamar utopía a lo que tenemos delante de las narices y empecemos a desenmascarar a timadores y mentirosos.


Imágenes: sacadas de Something Ordinary y Digital Expresionism.

lunes, 17 de octubre de 2011

Yeongan 2011: "I give up, guys…"

A las palabras que dijo Alonso por la radio a dos vueltas del final del Gran Premio de Corea se les está dando mucho bombo y platillo. Sospecho que no tanto por su significado como por lo insólito, nadie esperaba oír a Fernando decir algo así, o por el significado que se les puede dar sacadas de contexto.

"I give up, guys…"Me rindo, chicos…

No quiero alimentar la polémica, ni llevarme las manos a la cabeza por tres palabras dichas tras media carrera atrapado en el tráfico y, la otra media, haciendo vuelta tras vuelta a ritmo de clasificación. Fernando encadenó vuelta rápida tras vuelta rápida para recuperar el tiempo perdido. Su ingeniero de pista le gritaba que empujase un poco más en cada giro, jugándosela con unas gomas que iban a menos. Todo, para llegar a la estela de Button a dos vueltas del final, ya sin tiempo ni neumáticos para intentar un adelantamiento. Frustración sería la palabra para definir cómo se debió de sentir Alonso. Sensatez la que le hizo tomar la decisión; mejor quinto que contra el muro. Y ambas, frustración y sensatez, las que le hicieron decir lo que dijo.

Mi interés en las palabras de Alonso van más allá de la carrera del domingo. Esas palabras me hacen pensar en todo lo que ha pasado Ferrari esta temporada: los problemas con el túnel de viento, con los neumáticos, con esa lluvia que casi siempre llegaba, como el coche de seguridad, en los momentos más inoportunos. Ferrari ha cometido errores esta temporada, pero la fortuna tampoco les ha sonreído a menudo. Tal vez las palabras de Alonso fueron más fruto de las frustraciones de toda la temporada que de este domingo. Una temporada que ha sido como la carrera coreana: la primera mitad atrapados por los errores propios y la mala fortuna; la segunda, con el acelerador a fondo. Todo, para terminar descubriendo que has llegado demasiado tarde para luchar por la victoria.

Siendo honesto y sensato, no puedo criticar criticar las palabras de Alonso el domingo, ni la labor de Ferrari este año. Todo lo contrario, debo alabar las veinte vueltas espectaculares, yendo a por todas con el cuchillo entre los dientes, y el espíritu incansable dentro de Maranello, dándolo todo por mejorar el coche carrera tras carrera. Sólo al final, cuando ya no había opciones de adelantar a Button y Webber para subirse al podium, sólo cuando las matemáticas confirmaron que milagro de luchar por el campeonato era imposible, sólo entonces, Alonso y Ferrari se han rendido. Si es que a luchar hasta último aliento sin empeñarse en pelear batallas perdidas se le puede llamar rendirse&hellip

Tal vez cuando escuchamos palabras como esas, "I give up, guys…", y las ponemos en contexto, podemos empezar a entender la magia del tandem Alonso-Ferrari. Porqué Alonso se ha sentido como en casa desde el primer día y porqué Ferrari le quiere a toda costa (le han renovado el contrato hasta el 2016). Porque a ambos los alienta el mismo espíritu, ambos piensan sólo en una cosa: la victoria. Y para ganar hay que luchar hasta el final, pero también hay días para saber reconocer dónde está el final y guardarse las fuerzas para seguir luchando y ganando mañana.


Imágenes: Autosport.com.

sábado, 15 de octubre de 2011

Dos frases

"Tenías razón. Puedes enviar también los otros dos."

Fue el martes. En algún momento indeterminado entre la una y las dos de la madrugada. El mundo, o al menos mí mundo, contuvo la respiración. Los ojos, cansados, parpadeando el doble de lo habitual frente a la pantalla. El cuerpo, tenso, preguntándome por qué tenía que estar sentado cuando debería estar tumbado en la cama. Las neuronas, embotadas, procesando en background el formulario electrónico que, hasta hacía unos segundos, estábamos rellenando para reenviar al editor las correcciones de uno de los artículos. Y ahora, en medio de la pantalla, encabezando aquel imeil llegado desde Islandia:

"Tenías razón. Puedes enviar también los otros dos."

Los ojos, cansado. El cuerpo, tenso. Las neuronas, embotadas. Y el mundo, al menos mi mundo, dejó escapar un suspiró contenido durante años. Aquellas dos frases escritas en tono casual por mi jefa certificaban el fin de mi condena a doctorado perpetuo. Aquellas palabras daban el visto bueno para que mandase a publicar los otros dos artículos a los que habían estado mareando la perdiz año y medio. Y con los artículos publicados, ya no hay más que rascar, o poco…

Tras algún pequeño ajuste el miércoles, envié los dos artículos el jueves, no fuese a ser que alguien se arrepintiese a última hora. Ya sólo queda darle el último pulido a las cincuenta páginas de sinopsis e imprimirlo todo para que a la jefa tenga una copia completa de la tesis encima de la mesa cuando vuelva de vacaciones, el día 25.

Aún se me ocurren algunas cosas que pudieren torcerse, y temo otras que no se me ocurren. Pero con los artículos enviados y la sinopsis aprobada ya por dos popes, quiero pensar que ésta vez es la buena, que en cuestión de días voy a quitarme el doctorado de en medio de una putísima vez. Veremos…


Imágen: Light at the end, sacada de Rosenblum.tv.

martes, 11 de octubre de 2011

Suzuka 2011: Un paso atrás

Fue lo que hizo Ferrari este fin de semana: dar un paso atrás… Para coger carrerilla, saltar por encima de los Red Bull y, si no hubiera sido por un puñetero safety car, aguarle la carrera perfecta a Button y alzarse a lo más alto del podio japonés. A la vista de los problemas en Monza, Spa y Singapore, las cabezas pensantes de Maranello decidieron tirar a la basura todas las "mejoras" introducidas en esas carreras y volver a la configuración del Gran Premio de Hungría. Y dio resultado, vaya si dio resultado. Es la primera carrera que recuerdo esta temporada que, en condiciones normales, el F150 no pareció sufrir con las gomas, mantuvo un ritmo uniforme a la par de lo Red Bull y McLaren y permitió a Fernando luchar por la victoria. Lo que no me queda claro aún es si en Ferrari por fin han aprendido a gestionar las gomas o si esto a sido flor de un día y de una combinación afortunada de temperatura, asfalto y reglajes.

Sea como fuere, da gusto volver a ver a Alonso luchando por la victoria en vez de por las migajas. Tal vez no fuese la carrera más trepidante de la temporada, desde luego no vimos tanto adelantamientos como en otras; pero en cuanto a tensión se llevó la palma. Button, que hizo un fin de semana perfecto, Alonso, que cuando el Ferrari está a su altura mete miedo, Vettle, deseando coronarse campeón con otra victoria y Webber viniendo como un ciclón desde detrás, no dieron una carrera en que se mascó la tensión de principio a fin. Button y Vettle, rodaban más rápido con las gomas frescas, pero Fernando les sacaba ventaja a medida que se desgastaban. Así nos tuvieron 63 vueltas en un tira y afloja en el que nadie era capaz de sacudirse a los rivales de encima.

Fueron los aciertos estratégicos de McLaren y Ferrari quienes sacaron mejor provecho de los magníficos esfuerzos de sus pilotos. Y, por primera vez, vimos flaquezas en los Red Bull. Incapaz de poner tierra de por medio desde el principio, Vettel no pudo sacar provecho de la velocidad del RB6 y sufrió con unos neumáticos que se degradaban más rápido que los de sus rivales. Button no dejó escapar la oportunidad, llevaba amenazando todo el fin de semana. Alonso, hizo una carrera al sprint y, por fin, Ferrari supo sacar provecho de su inusual estrategia de retrasar las paradas en boxes y llegar al final de carrera con neumáticos más frescos que el resto. SIn duda esta vez funcionó, porque la delicadeza del Ferrari con las gomas esta vez sí que marcó la diferencia y, durante el par de vueltas extra que Fernando daba con cada juego, era capaz de mantener un ritmo similar al de los que acababan de poner gomas nuevas, quienes en más de una ocasión, obligados a detenerse antes, se quedaron atrapados en el tráfico.

Al final, duele pensar que la victoria se escapó por culpa de otro maldito safety car. Justo en el momento en que Alonso tenía su segundo juego de neumáticos a punto de caramelo y que Button y Vettel empezaban a sufrir, Hamilton hizo otra de las suyas y se cargó el alerón de Massa. Estos dos llevan una temporada prometiéndoselas y un día van a tener un probleman serio… Las vueltas en que la carrera estuvo neutralizada les dieron aire a los rivales de Alonso y causaron el caos en el medio de la parrilla, donde, a lo largo de toda la carrera, hubo duelos de todos los tipos y tal disparidad de estrategias que era difícil entender lo que estaba pasando. Así que, con la salida del coche de seguridad perdí por completo el hilo. Lo único que me quedó claro, fue que Rosberg y Kobayashi siempre andaban de por medio. Uno remontando desde la última posición tras los problemas hidráulicos que impidieron clasificar el sábado, y el otro tratando de dar el do de pecho ante su público y siendo víctima de una mala salida y estrategias poco afortunadas.

En resumen: felicidades a Sebastian Vettel y Red Bull, muy dignos e indiscutibles, aunque aburridos, campeones a falta de cuatro carreras; felicidades también para Button que hizo la carrera perfecta, supo gestionar sus opciones a las mil maravillas y está ganándose su asiento en McLaren a base de comerle la tostada, carrera tras carrera, al chico maravilla; y un aplauso para Ferrari y Alonso, que por fin parecen haber dado con la solución a los dramas de esta tempora y, aunque ya sea tarde para grandes glorias, a lo mejor aún nos pueden dar alguna alegría esta temporada.


Imágenes: Autosport.com.



jueves, 6 de octubre de 2011

15 días 15 fotos

Sacar una foto decente cada día. Uno de mis pocos propósitos que me hice durante los quince días que estuve en España.Gracias a todos los que me amenizasteis la visita y perdón a quienes no tuve el humor para compartir un rato, esta vez fui con las baterías a media carga. No os entretengo más. Aquí están las fotos:

La espera.
Lunes 19. Aeropuerto de Barajas, T4. Los aeropuertos son limbos entre dos vidas.


Lo que el gato ve.
Martes 20. Ratas, estoy casi seguro de que este gato ve una rata.


Las brumas de San Lorenzo.
Miércoles 21. Arenal de San Lorenzo, Gijón. Dijo Neal Gaiman, que a ciertas horas, con ciertas brumas, Gijón parace sacada de un cuento de hadas. Y si alguien sabe de hadas es el Sr. Gaiman.


Luces de Gijón.
Jueves 22. Paseo del Muro, Gijón. Hay farolas con nombre de cuidad y ciudades con luces propias.


Café Bukowsky.
Viernes 23. Café Bukowsky, Donosti, ese lugar donde los roscos están duros, pero te puedes comer unas doradas al horno escandalosas. La escena y el sitio bien podrían estar sacados de algún libro suyo.


Recién casados.
Sábado 24. Una sala de banquetes en Madrid. Él las sostiene a ellas, y juntos una promesa. Mis mejores deseos a ambos.


Ancha es Castilla.
Domingo 25. Anochece al norte de Guadarrama. Depósito lleno y cuatrocientos kilómetros por delante.


Las aguas de San Pedro.
Lunes 26. Iglesia de San Pedro, Gijón. Aunque pudiere no parecerlo, para un servidor lo más importante de esta escena siempre será el horizonte.


La mirada del tigre.
Martes 27. En La Calzada, bajo un puente para príncipes, no encontré vagabundos sino artistas.


Bufonaes.
Miércoles 28. Centro municipal del Llano. Una tarde de teatro amateur y familiar. Todos mis respetos para los actores; al guionista, ¡qué le corten la cabeza!


Cinco y el sol.
Jueves 29. Bahía de poniente, Gijón. Mientras haya muchachos que se detengan a contemplar una puesta del sol, habrá esperanza.


Pasarela al infinito.
Viernes 30. Entre dos barrios de Gijón, sobre ferrocarriles y autopistas, este puente que oscila con el viento y los pasos, me ha llevado y traído de tantos, tantos momentos.


Elogios al horizonte.
Sábado 1. Cerro de Santa Catalina, Gijón. Por suerte o por desgracia, icono de la cuidad; a gusto o disgusto, pero nunca indiferente.


Estrellas de oro líquido.
Domingo 2. Villarroyo, un lugar al que para llegar hay que perderse. Parrillada, embutido, pimientos, tortillas, amigos y sidra para celebrar que no nos vemos tan a menudo como nos gustaría.


Entre tierra y mar.
Lunes 3 (o no). De nuevo San Lorenzo, Gijón. Para no olvidarme de que un día fue verano.


Para quienes quieran ver las fotos en grande y de seguido, aquí os dejo el enlace a la galería en Picasa. Le dais al Slideshow, o como se diga en castellano y a disfrutar:

15 días 15 fotos


jueves, 29 de septiembre de 2011

No me cuentes historias

Su cabeza descansa sobre mi hombro. El pelo, largo y revuelto, me acaricia el cuello. Su respiración, plácida y regular, se desliza sobre mi pecho. Cruza un muslo sobre mis caderas y una mano abrazo mi otro hombro. Tumbado en aquella cama, con su piel suave y cálida apretada contra la mía, en la penumbra de una habitación cercana a la media noche donde nuestras respiraciones son la única medida relevante del tiempo, digo, no sé si para convencerme a mí mismo o para compartirlo con que ella, que la historia de la humanidad, la verdadera historia de la humanidad está escrita con momentos como éste: dos amantes abrazados en la penumbra, con el sudor ya seco sobre sus pieles, y sin hacer otra cosa que respirar y quererse.

La verdadera historia de la humanidad está escrita con momentos como ese. En los libros de historia no hay más que fragmentos minúsculos e irrelevantes de las vidas y hechos de personas cuya importancia se resume a que aparecen en los libros de historia. La historia, como nos la enseñan, es poco más que una justificación barata de lo que se supone que hemos llegado a ser, pero que, en el fondo, nada tiene que ver con nuestras vidas. Esa historia la escribimos para perpetuar la importancia de lo que no lo tiene, para convencernos de que somos lo que no somos, para satisfacer los egos de quienes la escriben a modo de entendimiento científico y los de quienes aspiran a ser nombrados algún día junto a sus ídolos.

La historia, es su mayor parte, se reduce a una recopilación de hechos protagonizados por una minoría, una élite cuya vida e intereses poco o nada tienen que ver con la vida e intereses de la mayoría de los habitantes del planeta. Reyes y generales, primeros ministros y agentes encubiertos, la batalla de Waterloo y el 11-S, son todos personajes y hechos insignificantes cuando los comparamos con las vidas diarias de los millones de personas en éste y en siglos pasados. La historia resulta de un extracto ínfimo e insignificante de lo que ha ocurrido y ocurre cada día en este planeta. Pretender que sea explicación de nada, tratar de buscar en la historia la esencia de la "naturaleza humana" para justificar maniobras políticas y económicas que perpetúen el flujo de la historia es un ejercicio de ceguera colectiva.

Los libros de historia ignoran los millones de abrazos que los padres comparten con sus hijos. No hablan de las carreras tras un tren para captar una última mirada de la persona amada. Obvian las risas y bromas de una docena de amigos entorno a una barbacoa. No dicen nada de los billones de favores hechos sin pedir nada a cambio. Jamas mencionan las caricias que revolotean mientras se prepara una cena. Cualquiera de estos hechos, y muchos otros que nos vienen a la mente, han ocurrido entre personas millones de años antes de que empezásemos a escribir la historia, que, recordemos, sólo registra un 1% de la presencia humana en el planeta. Cualquiera de esos eventos fundados en el amor, el respeto y la fraternidad tiene lugar con más frecuencia cada día, en cualquier lugar del mundo que ninguno de los importantísimos discursos de investidura o esclarecedoras editoriales dominicales. Sin embargo, jamás me he encontrado una caricia o un beso en ningún libro de historia.

Así, ya desde la escuela, empezamos a convencernos de la importancia de lo que no lo tiene, de la relevancia de los hechos y personajes con que nos bombardean periódicos y telediarios. Esta sociedad, he crecido creyéndose que sólo importa aquello que engorde tu cuenta corriente y acerque tu nombre a la tinta fresca de los anales de la historia. Nos parece natural tener cada vez menos tiempo para caricias y besos. Entregar un importantísimo informe es más importante que escuchar a un hijo. Valoramos más un coctel de empresa que un café con los amigos. Cada vez somos más historia y menos personas. Cada vez somos más lo que los libros de historia dicen que somos: unos seres egoístas y mezquinos, bestias sedientas de sangre y riquezas a quienes sólo la mano dura del estado y el contrato laboral mantiene a raya. Todos cada vez más clones más perfectos de esa ridícula minoría de personajillos que pueblan las páginas de la historia… Pero la verdadera historia de la humanidad, la esencia y naturaleza humanas, la escriben sin tinta y sin papel dos amantes abrazados en la penumbra, con el sudor ya seco sobre sus pieles, y sin hacer otra cosa que respirar y quererse.


Imágenes: Lovers de The atheist, polyamorous, skeptic y Kiss behind the barricades de Fuck Yeah Anarchism.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Singapur 2011: Vencedores y vencidos

Un punto, eso es lo que separa a Sebastian Vettel del bicampeonato. Aunque no pudiese celebrarlo, en Singapur, ya se dio el paseo triunfal. Por si nos quedaba alguna duda de quien tiene el mejor coche, y sin desmerecer las manos del alemán, que Red Bull haya ganado el domingo de la forma en que lo hizo es un hachazo moral, tanto o mayor al de Monza. En un circuito que, por su escasez de curvas de alta velocidad, por la temperatura y la elección de neumáticos (blandos y super-blandos), debería de haber favorecido a Ferrari, Vettel se dio un paseo y Webber logró recuperar el podium después de otra salida desastrosa. Lo cual es preocupante, muy preocupante, ya no de cara a este campeonato, que los coches de Newey van a ganar de forma merecida y contundente, sino de cara al año que viene. Muchas pilas van a tener que ponerse en Woking y Maranello si en el 2012 quieren ser algo más que las comparsas.

Empezando por Ferrari, que no sólo se mostró incapaz de seguir el ritmo de McLaren y Red Bull, sino que además pecó donde siempre tuvo la virtud. La delicadeza con que el F150 trata las gomas, la baza con que contaba Fernando para tener algo que decir en esta carrera, se evaporó en nueve vueltas. Nunca espectacular, el ritmo del Ferrari se desplomó cuatro vueltas antes que el de sus rivales. Así, el podium que otra arrancada espectacular de Alonso ponía al alcance de la mano, quedaba comprometido. Hubiese sido complicado aguantar los envites de Webber, pero la salida a destiempo del coche de seguridad y el flaco favor que volvió a hacerle Alguersuari, quitaron toda esperanza al asturiano. Por favor, que alguien le explique al catalán que, de momento, conduce un Toro Rosso y no un Red Bull, y que cuando va doblado tiene que apartarse.

Seguimos con Ferrari, porque Massa volvió a pagar por lo errores de otros, y he perdido la cuenta de las que van esta temporada. En Monza fue la fogosidad de Webber la que arruinó su carrera. En Singapur el enésimo error del chico maravilla. Ya se la lio en la clasificación y en carrera la remató. Como muy bien dijo el brasileño, y muchos empiezan a decir por el padock, el problema de Hamilton no es que cometa errores por ser demasiado agresivo, sino que parece no querer aprender de ello ni de las penalizaciones que le ponen carrera tras carrera. Alguien va a tener que hablar en serio con este chaval.

Al que tampoco le vendría mal una charla sería a Schumacher, que sigue creyéndose que está sólo en la pista. No suponía gran problema cuando iba encandenando campeonatos en un coche rojo que le permitía ir a diez segundos del resto; pero cuando está en le medio de la parrilla pasan cosas como la de este otros muchos domingos. "Fue un malentendido", dijo. ¿Un malentendido de qué? ¿Qué entendiste, que Perez se iba a apartar y ponerte una alfombra roja? Lo siento, Schumy, pero ahora vas de gris, literal y metafóricamente.

La mención especial del día se la van a llevar, el propio Pérez, que con otra carrera muy sólida y bien leída araño un punto. Mejor aún fue el papel de ambos Force India, quienes apurando una estrategia a dos paradas y pilotando sin errores y con mucha cabeza se colaron entre los de delante. Y el que sigue teniendo mucha cabeza es Button. Aunque no tenga la velocidad pura de Hamilton, lo compensa conduciendo fine, evitando errores y tomando decisiones acertadas. Sin despeinarse se hizo con el segundo escalón de podium, se ha puesto segundo en el campeonato y le saca diecisiete puntos al chico maravilla. Y con rivales así, contra la finura de Button y el coche de Webber, por mucho coraje y buen hacer que Fernando siga mostrando en las cinco carreras que quedan, mucho me temo que o Ferrari se saca algo de la manga o el subcampeonato también se escapa.


Imágenes: Autosport.com.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Monza 2011: Épico

Monza es uno de esos lugares especiales para la Fórmula 1. Uno de esos lugares que desde un punto de vista técnico o intelectual es difícil de entender. Son la historia, la leyenda, la pasión que se vive en su alfalto lo que hace grande a ciertos circuitos. Y sólo cuando vertemos sentimientos en la mezcla, podemos entender de qué va todo esto, por qué son especiales. Spa es mágico porque los pilotos siguen apretando los dientes para convencer a su cerebro de que es posible trazar Eau Rouge con el acelerador a fondo, es especial porque el eco de los motores ruge de un lado al otro de valle y pone una sonrisa bajo el casco de cada piloto. Mónaco tiene el glamour de ser una completa insensatez, de correr a trescientos kilómetro por hora donde la razón dice que es imposible hacerlo. Monza tiene rectas y una pasión vibrando desde las gradas rojas que permiten acelerar hasta donde ningún otro circuito del calendario consiente. Entre los nuevos trazados, sólo unos pocos se están forjando su propia leyenda: Singapur, Malasia, quizá Turquía; el resto de todas esas maravillas técnicas del señor Tilke, dudo que lleguen jamás a levantar las pasiones que las eses de Beckets en Silverstone, la R130 de Suzuka o el "Muro de los Campeones" en Montreal

Este domingo, fue un gran día para la Fórmula 1, para la leyenda y la pasión en Monza. Al margen de esa batalla por el campeonato que Vettel y Red Bull ya casi han sentenciado. Hace un par de días, el asfalto de Monza fue un lugar para la épica. Al margen de las cábalas, los rumores para el 2012, los números y los análisis estratégicos, es de la pasión y de la épica de lo que vamos a hablar hoy. Empezando por la salida. El Ferrari lleva unas cuantas carreras arrancando de forma espectacular; pero el domingo Alonso volvió a romper moldes. Metiéndose por donde no había hueco adelantó tres posiciones en la frenada de la primera curva, poniéndose primero y poniendo en pie a todas las gargantas de las gradas. Épico.

Luego vino la batallan entre Schumacher y Hamilton. La velocidad punta del Mercedes contra el buen hacer en las curvas del McLaren. La experiencia y las artes del heptacampeón contra la garra y la agresividad del chico maravilla. Un duelo épico que ganó el británico; aunque demasiado tarde para salvar la carrera. Y en el medio de la lucha, apareció Button para regalarnos un adelantamiento que fue directo a mi top ten. Primero aprovechó un error de Hamilton para ponerse tras la estela de Schumacher y, a las primeras de cambio, adelantar al alemán en la complicadísima Variante Ascari, por fuera y sin previo aviso. ¡Zis zas! Justa venganza por lo que le hizo Schumy, allá por el 2005 en la Variante Alta de Ímola.

Espectacular fue también la pasada de Bruno Senna a Sebastian Buemi. Ni DRS, ni KERS, ni gaitas, rebufo desde la Parabólica a lo largo de todo la recta de meta y hachazo en la frenada de la Variante del Rettifilo. De libro. Inapelable. Sobre todo teniendo en cuenta que es el segundo fin de semana del chaval sentado en el Renault y Monza, con la escasa carga aerodinámica que requiere, no es el lugar idoneo para experimentos con principiantes. Estoy empezando a pensar, que el brasileño tiene algo más que apellido.

Por último, y no menos épico aunque fuese agónica, fue la defensa del podium que hizo Fernando. Con un Ferrari que naufraga con los neumáticos medios o duros, Alonso dosificó el margen y saco lo mejor del F150 frente al chico maravilla, que tras librase de Schumy, venía como un vendaval buscando el tercer escalón de podium. Al final, Alonso cosechó un podium agridulce. Agrio porque deja patente una vez más las carencias del Ferrari frente al McLaren y, sobre todo, al Red Bull. Dulce porque aún así, este podium pone al neno segundo en el campeonato, por encima de rivales con mejor coche. Épico.


Imágenes: Autosport.com.


martes, 6 de septiembre de 2011

Interludio


Es inusual que, sin previo aviso, pase tantos días sin actualizar Bitácora. Podría deciros que es que estoy muy ocupado. Y sería verdad. Un artículo corregido y reenviado la semana pasada. Otro listo para mandar mañana. Las correcciones del tercero esperando en el imeil. La tesis sonriendo y algún otro proyecto rondándome las neuronas. Pero, ocupado o no, nunca fue disculpa para dejar de escribir aquí, ni lo es ahora. Pensando. Cuando no estoy haciendo algo, sensato o insensato, estoy meditando, barrenando, pensando fuerte. Pensando muy fuerte. Tan fuerte, que apenas me quedan ni tiempo ni energías para escribir. Gracias por la paciencia y no se preocupen, que sigo vivo y sonriente.


lunes, 29 de agosto de 2011

Spa 2011: Campana y se acabó

Que sí, que no hay que tirar la toalla hasta que las matemáticas digan que es imposible. Que en Fórmula 1, hasta que cae la bandera a cuadros, puede pasar de todo; pero con la demostración de fuerza que hizo este fin de semana Red Bull, recomendaría a todos los equipos que aún aspiran a ganar este campeonato, no sólo a Ferrari, que se olviden del 2011 y se centren el año que viene.

La carrera de ayer fue un desastre para Red Bull y, aún así, terminaron haciendo doblete. Tanto Vettel como Webber tuvieron problemas serios con las gomas. Tantos que pidieron a Pirelli y la FIA poder empezar la carrera con un juegos de gomas distintos de
los que usaron en clasificación sin ser penalizados; por suerte y por justicia no se les concedió dicha gracia. Y así les fue: Webber se vio obligado a usar dos juegos de medios en vez de los blandos que eran mucho más rápidos, mientras, el RB7 de Vettel destrozaba sus blandos en apenas cinco vueltas; aunque pudieron evitarse parte del problema gracias al safety car, que les permitió hacer un cambio de neumáticos "gratis". Por si eso fuese poco problema, Webber hizo una salida funesta y, tras la primera curva, se encontraba perdido en medio del pelotón. Pero dio todo igual, porque con los neumáticos frescos el ritmo de los Red Bull fue imbatibles y, en el último tercio de carrera, descargados de gasolina y calzando los medios, su tiempos eran estratosféricos; sólo Button, con gomas blandas, podía igualarles, mientras que el Ferrari de Alonso volvía a mostrar su tendón de Aquiles, siendo incapaz de calentar las gomas medias hasta su temperatura óptima y perdiendo del orden de un segundo y medio por vuelta. No sé como lo ven ustedes, pero si la superioridad de Reb Bull es tanta que, incluso en medio de tantos problemas tienen margen para hacerse un doblete como el de ayer, creo que el campeonato está sentenciado, sin necesidad de mirar a los 102 puntos de
ventaja que tiene Vettel sobre Alonso, y sin dejar de alabar el carrerón que hizo el Asturiano, que nos dejó servidos de adelantamientos en el primer tercio de carrera: dos en la salida, con toque incluido, luego se merendó a Hamilton, fue inclemente con Massa y le quitó las pegatinas a Rosberg. Increíble.

Por lo demás, aparte del enésimo error de Hamilton y la lamentable salida de Senna, que arruinó su sensacional debut con Renault y, de paso, la carrera de Alguesuari, me quedo con la remontada de Button y, sobre todo, con la Schumacher. El británico, saliendo décimo tercero, llegó a subirse al podium. El Alemán celebró su vigésimo segundo cumpleaños en la Fórmula 1 remontando diecinueve posiciones, de último a quinto, con adelantamiento a Rosberg incluido. Lo cual, me hace pensar si no sería más favorable para los equipos que se cuelan en la Q3 los sábados, dejar de perder el tiempo tratando de arrebatarle las poles a Red Bull y optar por iniciar las carreras usando el compuesto más duro de los dos asignados a cada gran premio. Visto que esa fue la estrategia que, por problemas en la clasificatoria del sábado, adoptaron Button y Schumy y, sin quitarle méritos a nadie, les permitió esas remontadas espectaculares. No me cabe duda de que los ingenieros habrán echo muchos números; pero tampoco puedo dejar de preguntarme si no le saldría a cuenta a Ferrari arriesgar, hacer la prueba, y ver que pasa si sacrifican la Q3 y empiezan las carreras
con las gomas duras, donde el peso extra en el coche les ayudaría a ganar temperatura, mientras que la delicadeza natural del F150 las preservaría durante las vueltas suficientes para ganar posiciones antes de poner los blandos, con los que el Ferrari sí es capaz de plantar cara a los Red Bull.

Sea como sea, lo que está claro, es que este año, cada carrera sigue siendo un espectáculo trepidante de la primera a la última vuelta. Y que Spa, esos maravillosos 7 km de asfalto perdidos en un valle boscoso de las Ardenas, sigue siendo el mejor circuito del mundo.


Imágenes: CarAndDriverTheF1.com y Autosport.com.

viernes, 26 de agosto de 2011

Plan de viaje

Lunes, 19 de septiembre, y lunes, 3 de octubre. Son las fechas de ida y retorno para mi próxima vista a España. Como siempre, ha sido una puta agonía encontrar billetes a precio decente y tomar una decisión. Nunca es fácil tratar de matar ochenta pájaros de un tiro. Esta vez, después mucho marear la perdiz, mi cartera a decidido matar sólo uno. Sheffield y París se van a quedar para otra ocasión.

Dos semanas, enteritas, que deberían evitarme las carreras desde que llegue hasta que me vaya. Ya lo saben ustedes, vayan llenándome la agenda; pero tengan presente que el finde del 24 ya se les ha adelantado alguiene, ese sábado tengo bodorrio en los Mandriles… Que a lo mejor termino convirtiendo en road-trip hasta Barna; pero esa es otra historia…


Imágen: Tal vez no venga a cuento, pero algo había que poner, y estos días no es raro encontrarme en ese lugar, leyendo, trabajando, pensando o jugando con la cámara del móvil.