jueves, 30 de agosto de 2007

Y que cumpla muchos más


Ahí estamos, dándolo todo con con el helado de veinte sabores que me trajo Antra el lunes a la fiesta de cumpleaños; al final de la noche terminamos casados (no preguntéis). Me acaba de mandar un mensaje de despedida, mañana se vuelve a Letonia.

Más afotos. Aquí la peña del curro. De izquierda a derecha: Zoli, el gañán húngaro que se escarajonó el codo; Dina, una rusa que creíamos que era tímida hasta que aprendió inglés; un servidor, con la camiseta molona llegada en tiempo y forma para la ocasión; Kirsten, danesa con anillo de compromiso; y Jo, recien llegada de Philladelphia para alegrarnos el día llueva o haga sol.

Otra. Por la izquierda, la sonrisa y los ojazos son de Ángela, la cámara de fotos también; un poco más arriba, Erkuden, navarra, residente en Cádiz y busca piso en CPH, si sabéis de algo me lo deciis; Carmén. y punto, no sé nada más de ella; el que firma, otra vez, pero aquí con cara de gilipollas; el susodicho de Erkuden, Manolo, Manuel, o como carajo te llames, a ver si te aclaras; y Gemma, poeta cuando se aburre.

Y hubo más, muuuchas más personas humanas aquella noche algrándose de verme cumplir treinta: Gorka, Morten, Antra, Olga, Chiga, Sasha, Emilia, Sebastian (no, no me he comido la tilde) y creo que no me dejo a nadie.

Los que no pudisteis venir, no os preocupéis, sí estuvisteis. Un abrazo.

P.S.- Esto es lo que técnicamente se conoce como un artículo ñoño: uno hablando de lo güais que son sus amigotes y él mismo... A los leones!

martes, 28 de agosto de 2007

Estambul 2007: paso a paso

Pintaba mal la cosa en la salida del Gran Premio número 100 del neno; otra vez por el lado sucio, otra vez salía Alonso cuarto por no poder hacer una última vuelta limpia en la crono. La arrancada confirmó lo que veníamos viendo desde hace unas cuantas carreras: el control de salida de McLaren no está a la altura del de sus rivales, sobre todo de los BMW, que carrera tras carrera vienen demostrando que son un peligro cuando los tienes al lado en la parrilla. Así las cosas, Hamilton perdio su posición frente a Kimi y Alonso cedió ante ambos BMWs.

Todo se complicaba: el neno sexto, atrapado detrás de Heidfeld mientras los Ferrari y Hamilton se escapaban; empieza a ser mala costumbre. El podio quedaba lejos y la victoria poco menos que imposible. Los que esperábamos otro duelo como el de Magny Cours nos quedamos con las ganas. Parece increíble, en un circuito como Istambul Park, diseñado para favorecer los adelantamientos, Alonso era incapaz de acercarse al difusor de Heidfeld y mucho menos amagar el adelantamiento a pesar de ser más rápido que el alemán; lo mismo sufría Kimi tras Massa. Un servidor era reticente, pero después de lo visto este fin de semana me voy a sumar a los que opinan que la tecnología se está cargando el espectáculo.

Siempre fue difícil adelantar en la Foŕmula 1. Todos los coches están igualadísimos y los conducen los mejores pilotos del mundo. Igualdísimos? Sí, sí, mucho, muchísimo. La diferencia entre un Ferrari y un Spyker es mínima. No me creéis? Coged una vuelta media a un circuito estandar, pongamos que un Ferrari tarda 90 segundos en darla. Los Spyker suelen ser unos 2 segundos por vuelta más lentos. Calculadora en mano, eso quiere decir que la diferencia de rendimiento entre el coche mas rápido de la parrilla y el más lento es del 2.2%!!! Lo dicho, ridícula. Y eso entre un Ferrari y un Spyker. Si estimamos la diferencia entre el MP4-22 de Alonso y el BMW-Sauber de Heidfeld en medio segundo por vuelta, lo que se dice "ir sobrao", la proporción de rendimiento se reduce al 0.5%. Ese es el margen minúsculo con el cuentan los pilotos para darnos espectáculo: 0.5 %. Pero este no es el problema, esto permite que anden siempre a la gresca y nadie vaya sobrado de verdad; pero incluso en circuitos como el de Estambul, adelantar sólo es posible entre coches muy dispares o por un error del piloto, porque la aerodinámica hace imposible que los monoplazas rueden suficientemente juntos como para sacar provecho al escaso margen que hay. Un Fórmula 1 depende tanto de la carga aerodinámica que rodar metido en las turbulencias del que lo precede le hace perder la ventaja de rendimiento que haría posible ya no adelantarlo, sino incluso intentarlo.
El problema no es que haya pocos adelantamientos, siempre ha habido pocos, es muy muy difícil, hay poco margen de maniobra y los pilotos cada vez cometen menos errores; el problema es que no se ven amagos, los pilotos no se enseñan el morro, no hay duelos. La sofisticación aerodinámica, promovida por la congelación de motores y otras limitaciones del reglamento, va más allá de dificultar la lucha, los adelantamientos, elimina incluso la posiblidad de que produzca el duelo; ese es el problema, que se carga hasta la opción de intentarlo, todo el mundo lo sabe, pilotos e infenieros, y nadie quiere tomar riesgos estériles. Por suerte, ya se están dando los primeros pasos para cambiar el panorama

Todo esto nos lleva a ver carreras tan anodinas como la del domingo, donde Alonso no pudo sacar provecho a la superioridad de su coche y sus manos para arreglar el desaguisado de la salida, y Kimi no supuso nunca una amenaza real para Massa pese a ser bastante más rápido que éste. Para ver algo emocionante, hubo que mirar a Trulli inventándose adelantamientos para remontar después de que un toquecito de Físico en la primera curva lo mandase al fondo de la parrilla; hubo que esperar a que a Lewis le reventase un neumático (y suerte tubo de no romper nada más) para que la fortuna le devolviese a Alonso lo que le era imposible recuperar luchando, a pesar de que sacó lo mejor de sí mismo aprovechando la estrategia en en el momento clave y logrando superar a los BMW. Sin olvidar la extraordinaria carrera de Heikki, sexto, a la chita, callando y con los dientes apretados durante 58 vueltas.

Así las cosas, el doblete de Ferrari pone el campeonato más caliente de lo que ya estaba. No recuerdo ninguna temporada en que, a falta de cinco carreras, cuatro pilotos hubieran ganado tres carreras cada uno y tuviesen posibilidades reales de alzarse con el campeonato. La lucha entre McLaren y Ferrari, la rivalidad dentro de los equipos, silenciosa en casa de Todt y explosiva en la Dennis, está dándonos el espectáculo que cuesta ver en la pista.

Al final, Alonso se fue de Turkia habiendo recortado dos puntos al bocazas de Lewis y, así, paso a paso, de dos en dos a falta de cinco carreras, su tercer título está al alcance. Aunque como dijo Fernando: "haciendo terceros no se gana el campeonato", que los Ferrari siguen ahí, más fuertes que nunca. La lucha está abierta en todos los frentes. El que tenga un destello de fortuna en el momento clave, el que conserve el temple en esta recta final, el que sepa sacar lo mejor de sí mismo, será quien se lleve el gato al agua. No sé vosotros, pero un servidor está que no mea de la tensión...

VAMOS, NENO!!!



lunes, 27 de agosto de 2007

30

Llevaba un rato haciéndome preguntas. Su piel morena abrazada a la mía, su cabeza sobre mi hombro. Quería descubrir quién era el tipo con el que llevaba un par de semanas acostándose. Le había dejado que me desnudase la piel, y ahora le dejaba que me desnudase el alma:

-Tú te sientes solo?

-Yo siempre estoy solo...

Contuvo la respiración un instante. Mirando al techo, quise empezar una frase para explicar aquello; pero sólo la abracé un poco más y le dejé un beso en la frente.

-Tú lloras?

-Sí -contesté sin dudar, tajante.

Se apretó un poco más contra mí. Respiramos un rato en silencio.

-No preguntas nada más?

-Ya sé lo que quería saber -respondió y me besó el cuello.

Luego nos dormimos.

Acabo de ver la peli de la foto. Va de personas luchando por no estar solas. Yo siempre estoy solo... Aunque rara vez me siento solo. Y vuelvo estar como hace un par de noches, mirando al techo buscando como explicármelo...

En unas cuantas horas hará treinta años de mi primera bocanada de aire. Era muy pequeño y no me acuerdo, pero me han contado que no fue fácil. Lo que sí recuerdo es alzar la cabeza unos años después, mirando confiado a las personas que apreciaba. No decía nada, pero pensaba que un día quería ser como ellos; descubrir el secreto, aprender las reglas del juego. Van tres décadas y aún soy como aquel niño, o casi. Sigo queriendo ser como ellos; pero ahora sé que tampoco tenían ni puta idea de qué iba, y va, todo esto. Lo descubrí hace tiempo, más o menos cuando decidí dejar de ser joven. Reclamé que no era un irresponsable, que me preocupaba algo más que por andar de farra, que mis opiniones estaban fundadas, que tener poca experiencia era muy distinto de no tener ninguna y que, en la mayoría de los casos, era más que la de los borregos, que confundiendonos cumplir años con saber, se llenaban la boca con tópicos baratos para esconderse de su mediocridad. No soy joven... Soy el niño que mira con ojos asombrados, pero ahora ya lo sé: no hay juego, no hay reglas, no hay secreto.

He nacido, vivo todo lo que puedo, y moriré. Solo. Pero mientras tenga algo que compartir y una mano que tender, mientras alguien escuche y halla quien sonría al verme, mientras tenga algo que hacer mañana y otros lleven pedazos de mi hogar en sus mochillas, mientras, me sentiré acompañado.


... Y cada año seguirá siendo mejor que el anterior :)

Feliz cumpleaños!


jueves, 23 de agosto de 2007

La catedral

Es monstruosa, un engendro sacado del infierno. Caminaba por las callejuelas del centro de Colonia, acercándome a ella guiado por los ápices de sus torres, visibles desde casi cualquier punto de la ciudad. Andaba despacio, sin prisa, saboreando el placer de la anticipación. Visitar catedrales es un ritual al que soy fiel desde años. Aprovecho cada oportunidad de posar mis ojos sobre ellas, deambular bajo sus bóvedas y dejarme embargar de devoción y reverencia, no por dios alguno, palomas blancas o tipos curiosos crucificados hace milenios, sino por la maestría y osadía de los hombres que elevaron sus sueños hace siglos, con piedra y sudor, argamasa y sangre, legándonos, talladas en piedra, sus historias, su mundo y el nuestro, lo que somos y lo que fuimos.

Domina la plaza, avergüenza a cualquier edificio cercano, se cernierneoscura sobre decenas de míseros mortales boquiabiertos. La catedral de Colonia surge del suelo toda hecha de líneas y aristas verticales, se eleva más alto de lo que la razón dice que es posible en algo tan descomunal. Lineas verticales, cortantes, se combinan de la tierra al cielo, formando ventanales estilizados hasta lo enfermizo, rematados en arcos apuntados, entreverados con hojas de acanto y guarnecidos por un ejército santos y gárgolas. Entre arbotantes y pináculos el reposo es un desconocido para los ojos, ascienden contra tu voluntad siguiendo los trazos verticales. Parpadeas y sacudes la cabeza para evitar el vértigo, la sensación de que esa mole de piedra negra se mueve, sube y sube, desgarrando el suelo y alzándose desde el pozo más oscuro de los infiernos hasta los cielos.

Paso a paso, uno tiene que vencer el temor para acercarse a sus portones. Te mira de reojo mientras te acercas, impasible y orgullosa, con la mirada de soldado viejo. El bombardeo aliado del 44 la dejó sóla, rodeada de los escombros de una ciudad arrasada hasta los cimientos. Ella no olvida, pero cuando pasas bajo sus arcos es difícil recordar. En el inetrior, aristas y filos se tornan líneas esbeltas y elegantes, delinean la altísima bobeda central de techos blancos, las dobles bóbedas laterales inundadas por la luz multicolor de las vidrieras. Un espacio inmeso en que todo flota sustentado por la luz. Tienes que acercarte a las columnas que arrancan desnudas del suelo, ver que diez hombres no las abarcarían, para descubrir el secreto.

La grandeza te inunda cuando avanzas entre las columnas hacia el transepto. Miras al altar y sólo ves más luz; sin retablo, ni murales, nada que impida el paso de los rayos desde las vitrieras del amplísimo ábside. Uno tiene que esforzarse para descubrir un humilde cristo de madera oscura flotando en medio de la inmensidad; su tamaño, ni siquiera a mitad de escala natural, no hace más engrandecer la obra creada para cobijarlo y magnificar su humildad.

Cuando vuelves a salir el mundo parece oscuro. Miras a la mole solitaria con otros ojos, comprendes que es el siglo XX quien la ha tornado negra, oscura y temible. El humo y las bombas, la contaminación y las ratas con plumas han ensuciado el blanco prístino con que la soñaron sus artíficies. Entonces la ilumina un resquicio de sol entre las nubes. Baja la luz en rayos rectos y puros, ascienden las líneas verticales y limpias, se funden mostrándonos que la catedral de Colonia está hecha de luz; las miradas y los siglos, ponen las sombras.


miércoles, 15 de agosto de 2007

En marcha de nuevo

Estoy cansado. No tengo claro por donde empezar... Pues por ahora mismo. Acabo de terminar de hacer la maleta para mañana, bueno, para dentro de un puñado de horas. No sé cómo me las apaño para terminar en las vísperas de los viajes despierto a las tantas de la madrugada. Esta vez voy a Colonia, diez días gentileza de la Universidad de Copenhague. Nos vamos a un par de conferencias, que el menda, despúes de dar su charla, primer día a primera hora, se piensa tomar como unas medias vacaciones. Me han contado que Colonia es una ciudad bonita, con mucho que ver y vida nocturna abundante, además de una catedral espectacular; ya os contaré... Sí sí sí, y Berlín también, no se me olvida.

Hoy está siendo un día largo, pero el cansancio lo arrastro de ayer, del fin de semana... La vida estos días me ofrece tantas cosas que me da no sé qué irme a dormir. Algunas son de las que un caballero no cuenta, ya lo hacen las marcas que me han dejado a ambos lados del cuello sendas señoritas después que se borrasen las de una tercera; otras, como la fiesta de verano del grupo que alargamos ayer hasta la medianoche, además de una barbacoa improvisada, cienes de ensaladas y buena compañia, incluyó un baño al atardecer el en lago que hay a cinco minutos de casa de la jefa. Aguas claras, tranquilas y templadas, doradas por el sol poniente, rodeadas de un bosque que empieza a teñirse de otoño y perfectas para dejar flotar el espíritu. Luego postres, muuuuchos postres, antes del paseo nocturno de vuelta a la estación de tren; caminando despacito, de charla casual con Kirsten con el y si que ya nos es familiar rondándonos en los silencios, y su maldito anillo de compromiso recordándonos por qué no.

Aún me quedán dos horas para dormir antes de ir al aeropuerto, así que, mejor que me acueste, mañana quiero estar bien atento para descubrir que oportunidad, que regalo, me hace el destino....

Qué que me ha regalado hoy? Pues aparte de mucho trabajo para terminar la presentación del jueves y una cacería de libros infructuosa, me ha tocado una cena para dos. Hala! Ya sabéis por qué me he puesto a hacer la maleta a la una de la madrugada.

P.S.- Espero tener tiempo de contaros cosas desde las orillas del Rhin, si no, hablamos en diez días. Sed malos ;)

miércoles, 8 de agosto de 2007

Un año después

Este fin de semana han estado de visita Hugo y Vitor. Os refresco la memoría, Hugo fue quien nos acogió a Vitor y al menda cuando fuimos a Japón. Junto con Gorka, que hace una temporada que se vino a Copenhague, volvió a reunirse el equipo de suecas, nos reencontramos después de un año y volvió a ser genial.

Fue uno de esos fines de semana en que todo, o casi todo, sale a pedir de boca. Como todos nos conocemos CPH no tuvimos que preocuparnos de hacer turismo, nos dedicamos a disfrutar de la vida tranquila de esta ciudad encantadora. El clima ha acompañado, sol resplandecionte como no lo habíamos visto en todo el verano; perfecto para disfrutar de las terrazas, barbacoas y, por fín, darnos el primer chapuzón del año, perfecto para que la ciudad volviese a llenarse de danesitas risueñas.

La vida nocturna no fue tan tranquila. No perdonamos una, viernes, sábado y domingo. Fue un fin de semana del que no cambiaría ni un segundo. No paramos, apenas dormimos, y a pesar de todo no había cansancio y todos estabamos con el buen humor necesario para que nada nos aguase la fiesta, nosótros éramos la fiesta.

Un año después todos hemos cambiado. Uno ya no es un novato en esto de la vida cosmopolita. Gorka va asentando la cabeza con su noruega. Vitor echa de menos escandinavia y va de festival en festival de cine huyendo de Madrid a la mínima, buscando un futuro que le aporte otra vez un reto cada día. Hugo estaba de vuelta a Asturias después de pasar dos años por el mundo, cansado y feliz, sin tener muy claro que echaba más de menos, si la etapa que cerraba o a los que le estaban esperando en casa.

Tal vez sea por eso, porque nos vemos reflejados los unos en los otros, que, aunque mi camino sólo se ha cruzado con el suyo un puñado de veces, cuando llegó el momento de decir hasta luego en la estación, cuando nos abrazamos, cuando el tren nos alejó de nuevo, los eché de menos. He conocido a muchas personas en el último año y medio, a una buena parte de ellas les tengo un aprecio y cariño especiales, pero hay otras, por breves que sean nuestros encuentros, de las que sé que, vayamos donde vayamos, seremos amigos toda la vida.

Os quiero, nenitas!!!

P.S.- Hey! No os olvidéis de mandarme esos cedeses con las afotos.

lunes, 6 de agosto de 2007

Hungaroring 2007: vergonzoso... Otra vez

Hoy no voy a hablar de la carrera. Además de una pantomima, fue aburrida, excepto por el par de adelantamientos que hizo Alonso, como no, y la embestida de Miura-Fisico a Davidson. Hoy hableré del nuevo despropósito que se ha inventado la FIA (no merecen ni que los llame maFIA, por no ofender a esa repetable organizacion italiana donde al menos se respetan ciertas normas), hablaré de esa afrenta a la deportividad y la honestidad que cometireron los comisarios en Hungría.

El sábado, en la última ronda de la sesión de clasificación, Lewis Hamilton decide pasarse por el forro de los cojones las ordenes de equipo negando a su compañero, Fernando Alonso, la primera posición en pista que necesitaba para que todo funcionase como debía. Con esta acción injustificable Hamilton se carga toda la estrategia y planificación de su propio equipo. En McLaren, tratando de porner orden en el desaguisado que ha liado el niñato toman decisiones que al final le cuestan la vuelta que podría darle la pole. Me cuesta creer que fuese una decisión personal de Alonso el quedarse diez segundos de más en el box, por dos motivos: uno, Alonso cruzó la meta con menos de un segundo para el banderazo cuadros, demasiado justo para haber sido premeditado; dos, todos podíamos ver en la pantalla el tiempo restante para el final de la crono, pero nadie parece acordarse de que Alonso no tenía ninguna manera de ver ese relojito. La FIA, atendiendo a no sé sabe que parte del reglamento, penaliza al piloto que sólo hizo lo que le mandó su equipo y regala la pole
, y a la postre la carrera, al traidor. No contentos con eso, privan a McLaren de los puntos conseguidos para el campeonato de constructores en este Gran Premio. Por lo visto, ahora los comisarios tienen derecho a meterse dentro de los boxes y decidir por los equipos cómo planificar una carrera, qué estrategia adoptar y cómo tratar con sus pilotos. Una vez más el reglamento es papel mojado y tiene artículos invisibles. Fernado Alonso parece ser el único Campeón del Mundo en la historia de la F1 que la FIA odia. No puedo evitar acordarme del mass damper, la penalización de Monza el año pasado, la de Hungría, la grua de Nürburgring...

No puedo evitar recordar que, a pesar de todo y todos, el neno venció.