jueves, 29 de junio de 2006

Otra universidad es posible... (II)

Ayer terminé mi primer curso en la Køvenhvns Universitet :-) Fue un examen oral y en grupo sobre el poster que había diseñado cada equipo. Hasta aquí nada nuevo, también ha habio algunos osados que se han atrevido a hacer algo así en la Uniovi; aunque aquí tienen un poco más de práctica... Lo direfente vino a continuación: el mail que nos mandó el coordinador de la asignatura un par de semanas antes confirmándonos el lugar y la hora exacta del examen (todo un detallazo eso de usar las nuevas tecnologías para la mejora de la docencia) incluia una segunda parte, otra grata sorpresa; nos decían que después del exámen habría una reunión para autoevaluar todos juntos el curso mientras nos tomábamos unas cervezas.

Y así fue. Nos encontramos en una de las muchas "coffe rooms" que hay por estos edificios (un hecho significativo en sí mismo), y los profesores se encargaron de que hubiera dos cajas de Carlsberg (cómo no) y un par de botellas de cava catalán en honor a un pequeña broma de un servidor. Todo ocurrió de forma natural, fluida, relajada; unos y otros comentado lo bueno y lo que se podía mejorar y cómo. Nadie se sintió amenazado, ni ofendido, ni fue una caza de brujas. Fue un diálogo (obsérvese el "di" que precede al "logo") abierto y sincero, donde los orgullos profesionales quedaron intactos; incluso se podían hacer juicios de valor sin que te gritasen.

Retroalimentación es como llaman a estas cosas. En inglés suena más elegante; pero lo importante es que, en vez de guisárselo y comérselo ellos solitos, prefieren tener un respeto por su labor docente y empeñarse en hacerlo un poco mejor cada vez. Comprenden que un veinteañero puede que no tenga tanta experiencia como ellos, pero de ahí, a que no sepa nada, ni tenga nada interesante que aportar va un abismo. Es más, incluso conceden una importancia no nula a las espectativas de los aluznos. Y el respeto y el orgullo profesional no sólo no les impiden, sino que le obligan a escuchar y a aprender de nosotros. No, no se murió nadie, ni se desintegró la universidad, ni nada de nada. Inaudito... 'Ónde vamos a parar...

Ya os dije que los daneses eran muy raros... Crazy vikings!!

miércoles, 28 de junio de 2006

Garrafone y yo

Hace un par de días que me he quedado sin móvil. Bueno, el móvil lo tengo; pero los de Vodafone me han cortado la línea. Por qué? Pues porque soy un moroso y llevo dos meses sin pagar las facturas. Facturas astronómicas, por cierto... Y lo siento, pero es que esta gentuza de Vodafone, además de aniquilar la alta estima que les tenía, me han tocado los cojones. O al menos, lo han intentado...

Llevo casi dos meses
, con la ayuda de Pre, que está de ello, solicitándoles por todos los medios que os podáis imaginar que me liberaren el móvil. La cosa en teoría es tan sencilla como hacer una llamadita a atención al cliente y acto sequido te mandan un SMS con el código para desbloquear el teléfono. Esa era la idea, por si no os habíais percatado, era poder usar la tarjeta danesa que conseguí hace ya tiempo. Pues los muy impresentables, primero me dicen que tengo que esperar unos diez días a que me manden el código. A pesar de no tener por qué, ya que el móvil es mío y no tiene ningún derecho a mantenermelo bloqueado (y no lo digo yo, lo dice la ley), uno decide seguirles el juego y esperar pacientemente un par de semanas. Como podréis suponer, ni SMS ni hostias. Volvemos a intentarlo y te cuentan la misma película... Una y no más, Santo Tomás... Tras ponernos un poco cafres acaban por asegurarte que en 24 horas tendrás el mensaje con el código. Y un cojón de pato!

Con la pijada, llevamos casi dos meses de tira y afloja; hasta que el otro día me llaman para comunicarme, con toda la amabilidad de que es capaz una voz sudamericana, que debo la factura del mes pasado y que en el banco ya la han devuelto cinco veces.

-Lo sé, lo sé. Y no pienso pagarla.

-Sabe usted que...

-Pues seguramente sí, pero es que no me importa. Y aunque la llamada la me la estáis cobrando...

-Esta llamada para usted no tiene ningún coste, caballero.

-Que sí lo tiene, hombre, porque estoy en Dinamarca. Sesenta y ocho céntimos minuto más IVA, para ser exactos.

-No me consta tal cosa.

-Pues te lo digo yo, que me la estáis cobrando. A lo que iba. No pienso pagar la factura porque su compañia se niega a liberarme el móvil; así que el motivo de que esa factura sea tan alta es que Vodafone me niega el derecho a utilizar mi teléfono cómo me salga de las narices.

-Le entiendo, entiendo su situación. Si quiere le puedo pasar con atención al cliente.

-Pues no, no quiero. Llevo dos meses hablando con ellos; pero como saben que estoy en Dinamarca, porque lo saben, pasan de mí. Y como desde aquí no puedo ir a ningún sitio y agarrar a nadie por el cuello para que me lo explique... Por suerte, dentro del quince días tengo pensado volver a España y me voy a ir derecho a la Oficina del Consumidor.

-Ya, ya, si yo comprendo su situación; pero yo soy del departamento de cobros. Lo más que puedo hacer es pasarle...

-Que no quiero que me pases con nadie, hombre. Que estoy hasta las narices y además a llamada la pago yo, bueno, ahora ya no la pago; pero me da igual.

-Entonces, siento no poder hacer nada más ayudarle.

-Nada, hombre. Venga, buenas tardes. Y disculpe que le haya hablado así, ya sé que usted no tiene la culpa.

-Me hago cargo. Buenas tardes y muchas gracias.

Así fue, más o menos, la cosa. Al final resultará que me voy a tener que comprar otro móvil... Grrrrfff. Además tendré que inventarme algo para ponerme en contacto con vosotros cuando vuelva por ahí. En fin, ya sus contaré...

martes, 27 de junio de 2006

Entre el infinito y la eternidad

Creéis en la magia?

Yo sí...

Creo en esos momentos reveladores en que algo algo hace click dentro de ti y por unos instantes eres consciente, sientes, miras más allá del aquí y el ahora y te ves a ti mismo en medio de la fluctuación cuántica que llamamos universo.

Puede ocurrir en cualquier momento, por el motivo más insospechado y, por lo gerenal, no aprendes nada que no sepas ya. La magia reside en que mientras dura el hechizo, no sólo tienes un conocimiento racional, frío y aséptico, sino que sientes la verdad subirte por el espinazo, ponerte los pelos como escarpias... Y sonries.

La semana pasada he sonreído de esa manera dos veces. La primera fue el martes, junto al mar, en Stevns Klint. Son unos acantilados al sur de Copenhague donde el mar es plácido, sin olas, y acaricia paciente el precipio de tiza que se alza casi treinta metros sobre la escasa playa de cantos rodados. Raro para mí, en esta ocasión estaba mirando hacia tierra, hacia la pared blanca y no hacia al mar. Porque allí, una delgada franja oscura parte el blanco inmaculado de la tiza en un antes y un después. Si te acercas un poco más, puedes ver que, en esos cinco centímetros oscuros que recorren el acantilado en toda su longitud, hay una diminuta franja un poco más oscura aún. Ese polvo arcilloso contiene iridio, mucho iridio; es la prueba, lo que queda de un meterorito que hace 65 millones de años cambió la historia del planeta. Los dinosaurios se extinguieron y los insignificantes mamíferos pudieron salir de sus patéticas madrigueras y adueñarse del mundo.

Pero eso no es todo... La magia es magia por la capacidad que tiene de sorprenderte. Bastantes más obvios que la delgada línea negra de iridio son unos afloramientos bulbosos que surgen aquí y allá de la tiza. Es silex, un material que los primeros humanos de planeta usaron para construirse los colmillos y las garras que la evolución les había negado.

Por eso sonreía mientras contemplaba el barrillo oscuro sobre mi palma izquierda y acariciaba con mi pulgar derecho el filo cortante de una esquirla de silex. El polvo cósmico que, por casualidad, decidió intervenir en la selección natural, y el mineral que tubo buena parte de la culpa de que ahora los humanos sigamos utilizando el silicio; pero ahora en diminutos transistores que me permiten contaros como acaricié la eternidad con la yema de los dedos.

Os dije que esta semana había sonreído de esa manera peculiar dos veces; la segunda fue la noche de San Juan. Aquí, ni se llama San Juan, ni llega a hacerse de noche; pero la magia sigue estando ahí. Sigue siendo el mismo momento especial que reunía a nuestros ancestros entorno a hogueras para celebrar y comer lo que habían matado con sus armas de silex. Me senté como ellos junto a una hoguera y comí la carne cocinada en su fuego. Miré como la luz de un sol apenas oculto bajo el horizonte recorría el mar de noroeste a nordeste. Y pude ver que, apenas a unos millones de años luz más allá de aquel horizonte en que el atardecer se confundía con el amanecer, estaba el lugar de donde había venido el iridio. Que, tras aquella mágica cortina de luz que fundía el cielo y el mar, estaba el infinito en el que flotaba nuestra minúscula mota de polvillo estelar. Y a una distancia infinitesimal sobre aquella mota todos vosotros sentíais también el hechizo de la noche más mágica del año. Brindé con el infinito y sonreí con vosotros.

Sabéis cúal es una de las mejores cosas de escribir?

Que nadie te interrumpe cuando empiezas a contar algo como esto. Y si eres afortunado, para cuando quieran darse cuenta, el hechizo que quieres tejer, la magia que esperas hacer fluir a través de las palabras, ya os habrá agarrado las entrañas y, aunque pudierais, no tendréis ganas de interrumpirme. Seguiréis leyendo, y sonreiréis... ;-)

lunes, 26 de junio de 2006

Montreal 2006: Alonso suma y sigue...

... En McLaren siguen sin verlo claro, Schumy tiene más potra que una convención de tontos y a Fisico se le acabaron las disculpas.

Qué os voy a decir del neno que no os haya dicho ya? Que cuando en el equipo no le tiran de las riendas, como el año pasado, no hay quien lo pare. No le hace falta un coche que esté a años luz del resto, como el McLaren que llevaba Kimi la temporada 2005; le da igual que el Ferrari sea 10 km/h más rápido en las rectas o que a su compañero de equipo le diseñen una estrategia especial para ganarle. Y, aunque podría parecerlo, no fue una victoria fácil ni de lejos. Kimi venía como una posta, el asfalto de Montreal era un infierno, sucio, agrietándose vuelta a vuelta y con los muros amenazando en cada chicane, y el kaiser andaba por ahí agazapado. Pero volvió a lograrlo, a base de temple, manos geniales y la maestría que siempre demuestra a la hora de configurar los reglajes. Unos reglajes que le permitienron hacer la quinta pole consecutiva, seguir atacando a mitad de la carrera mientras sus rivales las pasaban canutas, mantener una constancia demoledora vuelta a vuelta y humillar a monoplazas que, sobre el papel, eran superiores, cruzando la meta, por sexta vez este año, con el puño vencedor en alto.

En cuanto a los McLaren, lo dicho, cuando no es la junta del trocolo, son los mecánicos, unos pilotos que no dan la talla cuando se los pone al límite, o todo junto. Kimi, tío, que sólo tenías que dar una vuelta más sin pringarla. Qué sí, que el asfalto andaba muy precario y tus ruedas daban pena; pero sólo era una vuelta. No hacía falta que fueras más rápido que el alemán, con que no te adelantese llegaba. A ver, un voluntario que le pase el video de Imola 2005 a este chaval...

O mejor, explícase lo tú, Schumy, que lo viste de cerca. Y luego vas a hablar seriamente con tu mujer; pero antes, porfa, dinos cómo haces para ponerte el casco con esos pedazo de cuernos, colega. Déjame que recapacite, porque la de ayer fue muy gorda. Haces una salida de mierda y te adelantan Montoya y Rosberg. No problem, ya se te volvieron a quitar de en medio ellos solitos. Venga, ya estás quinto otra vez. Luego te quitan a Fisico de delante (no digo que sin razón); cuarto y subiendo. Vale, a Trulli te lo merendaste tu sólito; aunque lo tuyo te costó para ir tan sobrado de punta. Se puede entender, todos sabemos que Trulli es muy correoso... Y a estas alturas ya estás en el podium, a cuarenta segundos del lider, cómo se llama este chaval? Sí, hombre, ese que es campeón del mundo...Venga, repite comigo: A-LON-SO. Por donde ibamos? Eso, que el neno te había metido cuarenta segundos y hotman veinte. Claro que ya se encargó Villeneuve de echarte otra manita: safety car a diez para el final y listo. Le metiste un poco de presión al finlandés y te dejó pasar. Hala, y directos al segundo escalón del podium; porque, no te creerías de verdad que ibas asustar a Fernando en la última vuelta? Por cierto, te acordaste de sacar del coche el saco de patas de conejo y la caña que te regaló Herbert?

Sabéis cómo llaman a esto en Ferrari? Minimizar los daños... Hay que joderse. Ten cuidado Fernando, que estos tipos se las gastan así. Ya ves, con la tontería, siete campeonatos.

Giancarlo, Giancarlo, Giancarlo... No, si no hace falta que digas nada. Tú tranquilo, esta carrera ya se acabó y ahora hay que pensar en Indianápolis. Que no, que no, si lo entendemos. Ya sé que un duende malo te puso aceite en la maneta del embrague y se te resbaló. Le pasa a cualquiera. Que sí, hombre, que no podías correr más, porque cuando te acercabas al alemán feo, aceleraba para que saltasen cachitos de asfalto y, claro, no querías rallar el coche; quedarte a doce segundos era lo mejor. Venga, no pasa nada, que el año que viene Fernando se va a McLaren y tú vas a ser Campeón del Mundo. Por cierto, no te olvides de explicárselo a Briatore, que creo que no lo tiene claro...

Por lo demás, amiguetes, destacaría el carrerón de Coulthard remontando con un Red Bull desde el fondo de la parrilla
hasta los puntos, adelantamiento a la gran promesa blanca incluido, y el sin dios de Ralf con cinco paradas y tropecientas excursiones al prao. Lo que sí me gustaría es que alguien me explise a la estratagia de Ferrari. Vamos a cargar los coches como burros que si hacemos la pole y ganamos van a decir que hacemos trampas? Mi no entender. Ah, claro, debe ser que, cuando uno va tan sobrado como en el 2004, es más fácil acertar que cuando tu coche está al mismo nivel que el de los demás. Sí, debe ser eso. Y a lo mejor, también por eso, Schumy casi se hizo tantas escursiones como su hermano y a punto estuvo de volver a estampar su nombre en el Muro de los Campeones. Ya lo voy entendiendo.

Y para terminar, por si os quedó la duda, un "y sí": Y si a Raikonen no se le llega a romper el embrague? Veamos: Alonso tardó algo más de ocho segundos en repostar y llevaba uno y medio de ventaja. Kimi, con avería incluida, tardó casi doce. Cuando volvió a la pista el neno le sacaba cinco y medio. Ahora bien, si el repostaje de Kimi hubiera ido como debiera, supongamos que hubiera tardado lo mismo que el de Alonso (de hecho, debería de ser algo más porque le pusieron más gasofa). O sea, que la avería le costó al finlandés cuatro segundos. Pues ni con esas, oye, cuatro segundos menos no le hubieran llegado para salir por delante de Alonso. Vamos, que el neno con el coche cargado estuvo rodando al mismo ritmo que el McLaren vacío!

Quién dijo que fue una victoria fácil?

jueves, 22 de junio de 2006

Dinamarca: esa gran desconocida III

Este artículo va dedicado a Victor, porque la última nos la tomamos en casa y porque te lo dije, o no te lo dije?

Nota preliminar: Todo lo que se cuenta a continuación es fruto de un riguroso estudio realizado a lo largo de estos dos meses en diferentes lugares y condiciones y sobre distintos sujetos... Y sujetas.

El escenario más común suele ser éste: entre 12 pm y 2 am, en un bar o asimilado. Supongamos que el bar esta lleno de gente; venga, vale, supongamos incluso que está lleno de personas (mentira, porque siempre hay algún italiano, pero bueno...), de las cuales algo más de la mitad son mujeres. Además, como estamos en Copenhague, más o menos el 5% están buenas, otro 10% están muy buenas y un 25% son imm-presionantes (el resto son extrangeras y están gordas).

Bien, lo habitual es estar tomándose algo y tratando de conversar con algún amiguete para no escuchar la música (por llamarla de alguna manera). En una de éstas, debido al movimiento browniano de las personas en los bares, cerca tuya pasa una danesa incluida en cualquiera de las tres categorías anteriores. La miras, evidentemente. Si la has mirado a la cara, pueden ocurrir dos cosas:

  • Caso A: la danesa sonrie. Y no es una sonrisa cualquiera, nooh. Es una sonrisa de las que entre la dulcura y la pircadía esconden un misterio que morirías por resolver. Conclusión: la danesa quiere acostarse contigo. Ppprrrrhh!! ERROR: acaba usted de comportarse como un italiano.
  • Caso B: la danesa sonrie (para descripción de la sonrisa, vease Caso A), te mira un segundo más de la cuenta y se acerca a hablar contigo. Conclusión: la danesa quie... Qué no! Coño! Qué no quiere acostarse contigo.
Qué es lo que está fallando aquí? La solución más sencilla sería recurrir a aquello que os dije una vez, y mantengo, de que las danesas son más raras que los daneses; sin embargo, en este caso, el problema lo tenemos nosotros, más concretamente los putos italianos. A ver, pedazo de trozo de cacho de gilipollas, desde que saliste de la casa de la tua mamma para venirte de erasmus, hace casi un año, no la has metido en caliente, que lo sé, que setenooota ennn lamiraadaaa... Y aún no te has enterado? Tranqui, ya te lo explico yo, molto simple, escucha... Deja a la rubia en paz y escucha, coño!

No
quieren
follar
contigo. Capicci?

Así que deja de dales la chapa cada vez que te sonríen. Que ellas no tiene la culpa de que las italianas sean unas estrechas, ni de que la mirada más amable que te dediquen un sábado por la noche, no sea ni la mitad de buena que la que se merece una mierda pinchada en un palo.

Os estaréis preguntando qué demonios me importa a mí que los italianos turren a las danesas. Pues importa, y mucho; porque un servidor, como el resto de oriundos de las ilustres naciones de ese lugar que se llama... (Pausa, coja aire y lea usted con el énfasis que se merece el muy noble nombre de la patria)... España! Como decía, los españoles estamos hartos de nos confundan con italianos. Hasta ahí podíamos llegar. Que aún hay categorías, oiga. Latinos, sí. Que también hacemos el tonto y hablamos a voces en los bares, de acuerdo. Pero nosotros somos perfectamente conscientes de cuando hacemos gilipollas, lo cual, llegado el caso, nos permite dejar de hacerlo; mientras que los italianos, viven a perpetuidad en el anuncio aquel de "esto es lo que él cree que está pasando"...

Sin embargo, todo esto, aunque cierto, no explica por qué sonríen las danesas. Pues muy fácil, porque durante genereaciones han estado sonriendo en los bares a sus congénenres daneses, que son unos tipos amables y educados como ellas, de los que saben pillar las indirectas
(lo que os decía, raros). Así que las vikingas no tienen necesidad de ponerse bordes para quitárselos de encima en caso de no estar receptivas; es más, pueden permitirse el lujo de tener una conversación amable y esperar a que el vikingo, decida que no hay tú tía, desmonte el chiringuito y aquí paz y después gloria. Por eso a las danesas sonríen y se acercan a charlar contigo cuando ven que eres de sur, y porque lo hispano está de moda y les encanta practicar las cuatro palabras que saben en castellano. Luego, a los diez minutos, te dedican otra sonrisa y se van. Y tan amigos, sin rencores.

Pensándolo bien, tanta amabilidad y lo confiado que es el pueblo danés, puede tener algo que ver con que esta ciudad sea un lugar tan seguro. Imaginaros, que el barrio "peligroso" de Copenhaque es el de los inmigrantes,
Nørrebro (leído Nngrbrh); porque resulta (y esto es verídico y no fruto de mi mala saña) que hace tres años mataron a... Bingo! A un italiano.

Algo haria...

miércoles, 21 de junio de 2006

Pasándo páginas.

Aquí estamos de nuevo... Al final hubo más curro del esperado; pero después de trabajar el sábado, medio domingo y sobrevivir al estrés de los dos últimos días, todo estuvo listo en tiempo y forma :)

Podría contaros varias cosas; pero voy a ir por orden, contaros una, y dejar el resto para otro día... Si no os sentiis muy bien hoy, dejad de leer...

Si sigues leyendo, no te preocupes demasiado, tampoco es tan dramático, cosas como ésta pasan todos los días en cualquier lugar del mundo. En este caso digamos que ocurrió el lúnes 19 de junio en Copenhague y, aunque para cuando haya terminado descubriréis que es mentira, de momento, dejémoslo ahí.

Ese día hizo dos meses que me vine a vivir a Dinamarca y, aunque hubiera tenido tiempo a contaros esto, no lo habría hecho. Cómo? Y esa es la misma pregunta que me pasa ahora por la cabeza... Cómo?...

Sabéis que fue una suerte que estos dos últimos días haya tenido tanto trabajo? Porque lo primero que hice al llegar el lunes al despacho fue leer el mail. El primero, como siempre, el de la melona. Llevaba desde el sábado pasado sin saber nada de ella y estaba preocupado. No me cogía el teléfono, ni me respondía los SMS's, ni los mails, ni nada... La respuesta era sencilla y la tenía enfrente mía: cinco líneas que sabía que ella había escrito a prisa, deseando acabarlas, a medio camino entre el enfado y las lágrimas.

Las palabras exactas de ese mail me vais a permitir que me las guarde; pero en resumen, decían que no quería saber nada más de mí. Que estaba cansada de la distancia. Que no podía soportar más hablar conmigo y no verme, no tocarme. Que la mataba saber que iba a ir a Gijón quince días y luego qué, otra vez lo mismo? Si a eso le sumáis que nunca ha confiado en mí una mierda, podréis entender por qué me pedía que no le escriba, que no la llame, que no vaya a verla cuando vuelva..., que no se lo ponga más difícil.

Quiere pasar página y no aparezco en el siguiente capítulo. Comprensible... Cuando tomé la decisión de venirme a Dinamarca sabía lo que me jugaba; algunas apuestas me han salido bien y otras no. Y no hay nada que reprocharle a nadie, y a Pre, a la que menos. A medida que escribo esto, estoy decubriendo que el objetivo que persigo es dejaros muy claro que respeto y entiendo su decisión, haceros ver que ha sido, como siempre, muy valiente. Que entendáis que mi vida, desde que también pasé página hace nueve semanas, a mejorado en muchas cosas y empeorado en otras; pero Pre, sólo salió perdiendo.

Podríais pensar que, coño, sólo han pasado dos meses. Si conocéis a la melona sabréis que dos meses son una eternidad y la perspectiva de otros dos es insoportable. Ya, vale, pero un mail no es la mejor manera. De acuerdo; pero, de nuevo, es su manera y la única en que podría hacerlo. Cuando decidí que fuese mi compañera la acepté con lo que me gustaba y lo que no, venía todo en el lote, así que no me voy a quejar ahora. Y espero que vosotros, si habéis entendido algo de lo que os he contado, tampoco. Es más, me gustaría que si algún día os la encontráis le déis el abrazo que yo no puedo darle.

Un abrazo también para todos vosotros. No os preocupéis; como os dije, la cosa tampoco es tan inusual y como le comenté a alguien el mismo lunes, con 2500 km de por medio todo te llega amortiguado, como un eco irreal. Además, para cuando vuelva por ahí en quince días, supungo que ya habré tenido tiempo a meditarlo. Por lo demás, es hora de levantarse, afilar la espada y volver a la batalla... Y en Dinamarca, no hace falta morir con honor para cabalgar con las valkirias ;-)

sábado, 17 de junio de 2006

Confirmado...

Bueno apañeros y apañeras todos y todas, ya tengo los billetes para volver a Asturias y tomarme una especie de vacaciones. Confirmé las reservas ayer, pero anduve tan liado que no tuve tiempo ni para escribir esto. Sus cuento el planning:

  • Viernes, 7 de julio: pa'Oslo a pasar el fin de semana con Gorka, Victor, Hugo y los que aparezcan (un saludo, nenitas).
  • Lunes 10: de vuelta para Copenhague a preparar la maleta por que...
  • Martés 11: København-Barcelona, Barcelona-Asturias. Hora estimada de llegada: 20:50.
Ahora viene un gran espacio en blanco, que ya nos ocuparemos de llenar, hasta el miércoles 26 que vuelva para tierras vikingas.

Sus dejo, que después de pasear un chino por la ciudad toda la mañana, toca currar un poco más... Pa'que veáis que no me aburro.

Besinos y nos vemos (esta vez sí).

P.S.- No, no sale más barato volar directo de Oslo a España; listos, que sois unos listos :b

miércoles, 14 de junio de 2006

Viaje la vista...

Os voy a tener un poco abandonados los próximos días. Cómo suele ser común las cosas vienen todas juntas... Mañana tengo una visita relampago a Suecia. No es tan espectacular como suena; sólo hay que cruzar un puente, vamos, poco más que irse de Gijón a Oviedo. Aunque ese viaje es lo de menos, el mayor problema es que tenemos que entregar un informe el martes; llevamos dos días con el agua al cuello. Pero la cosa se empieza a porner de verdad interesante cuando os diga que, en realidad, tenemos que acabarlo el viernes... Por qué? Porque lunes, martes y , si no me equivoco, el miércoles también, tenemos otro congreso. Y sí, lo habéis adivinado, cenorra gratis incluida :-) Esta vez en el Tivoli, un famoso parque de atracciones centenario y encantador que hay en el mismísimo centro de Copenhague.

Con todo esto me temo que no tendré mucho tiempo para ponerme a escribir hasta el miércoles o el jueves. De todas maneras, para que no os pongáis tristes, os voy a contar un secreto. No lo digáis muy alto ni os lo creáis del todo. El viaje del título no es el de Suecia, no, es el que estoy planeándo hacer la semana del 10 al 16 (más o menos) de julio. A dónde?...

A Gijón!!!... Con escala en Oslo...

No tengo nada atado y aún estoy barajando las fechas. Quería llegar a Asturias el lunes 10; pero la diferencia de precio por coger el billete para el martes es considerable. Así que, lo más problable, es que llegue el 11 y supongo que me quedaré hasta el jueves 20. Ya se verá, porque tengo que cuadrar eso con irme a Oslo, a devolver la visita que me hicieron hace unas semanas, entre el 7 y el 16. Tengo a los buscadores de vuelos baratos echando humo...

Un abrazo a todos. Espero que la próxima vez que pueda escribir algo sea para confirmaros todo esto. Si no nos "vemos", disfrutad del fin de semana.

lunes, 12 de junio de 2006

Silverstone 2006: Pole, vuelta rápida y victoria, no va más, señores

Primer hat trick de Alonso desde que llegara a la Fórmula 1 en el 2001. Siete de sus trece victorias las logró saliendo desde la pole; pero siempre se le había escapado la vuelta rápida, y todos sabemos por qué: no había necesidad, ya se encargaba Kimi de hacerla en la última vuelta para que el Mercedes se rompiera en el siguiente Gran Premio. De todos modos, ahí queda el dato para la historia.

Sin embargo, si volvemos a preguntarnos por qué ayer, tal vez saquemos algún dato interesante. Primero, porque el R26 y Fernando no tuvieron rival sobre el asfalto de Silverstone. La vuelta rápida de Michael fue cuatro décimas más lenta y la de Kimi casi un segundo! Pero eso no es lo más sorprendente, porque si nos fijamos en cuándo marcaron los tres sus respectivas vueltas rápidas, volvemos a encontrar una prueba de por qué el neno es Campeón del Mundo: mientras que Kimi y Michael las hicieron en momentos bastante irrelevantes (Kimi vuelta 15 a cuatro para su repostaje, Michael vuelta 53, a buenas horas...), Alonso la marcó justo antes de su primer repostaje, y fue la última de una sucesión que dejó a Iceman y al kaiser (ya no se merece que lo escriba con mayúsculas) peleándose por las sobras. El resto de la carrera se dedicó a administrar la ventaja conseguida. Conseguida gracias a una pole sobervia con cuatro vuelta más de gasolina que el segundo, y a unos reglajes afinados, como sólo él sabe hacerlo, para que el coche llegara en las mejores condiciones al momento crítico de la carrera: el primer repostaje. O bueno, lo que iba a ser el momento crítico, porque ejecutó el plan con tal maestría que, para entonces, ya no había rival. La única duda que le quedaba, según confesó en la rueda de prensa, era si Kimi estaría frenando a Schumy. Y ahí tenemos el segundo motivo por el que siguió apretando. Pero no era así, es más, si al final el de rojo le comio la tostada al finlandés fue por la chapuza de segundo repostaje que le hicieron a éste, los problemas de sus gomas y porque en Ferrari se habían guardo un juego nuevo, supongo que sería para Alonso...

Por lo demás,
si miramos la clasificación final, encontramos una curiosa simetría que refleja casi a la perfección el equilibrio de fuerzas del campeonato: Renault, Ferrari, McLaren, Renault, Ferrari, McLaren, con los siempre hipotéticos primeros pilotos de las tres escuderías al frente. Y en cuanto a los "segundos", Fisico quejándose, una vez más, de algo que sólo entiende él, Massa callando, que es lo que te toca en Ferrari si no eres Schumacher, y Montoya haciendo lo que pudo con un coche tocado. Lo mejor de todo esto, es que parece que lo de McLaren en Monaco no fue un espejismo. Y he dicho lo mejor, sí. Porque Alonso tiene 23 puntos de ventaja y los de las diez carreras que quedan se los van a disputar a tres; los puntos que hagan los McLaren no los hacen los Ferrari...

Mmmm... Esperad un momento... Viendo esos datos me dan ganas de tirarme a la piscina. A ver si no nos perdemos con el razonamiento: supongamos que Massa y Fisichella son pilotos con habilidades de pilotaje similares. A nadie le parece descabellada la suposición, no? Vale. Diferencias entre la vuelta rápida de Fernando y Giancarlo: 0.639 s. Diferencias entre Michael y Felipe: 0.437 s. No digo que sea un dato concluyente; pero es una prueba más, sobre todo teniendo en cuenta que la única que tal vez podría haber sido mejor es la del propio Alonso. Queréis otro? Pole de Fernando: 1.20:253. Fisico: +0.666 s ;-) Diferencia entre Schumy y Massa: 0.190 s. Y además, Massa llevaba gasofa para una vuelta más que su jefe de filas, mientras que Fisico clasificó con una menos.

Como titulan en el análisis de la carrera de la página oficial de la FIA: Cogedme si podéis!

viernes, 9 de junio de 2006

Aprendices de brujo

Sé que a algunos de los que leéis Bitácora, os pasa lo que a mí: disfrutáis escribiendo. Así que me voy a tomar la libertad de haceros una recomendación. Hace un par de semanas cayó en mis manos un libro sobre el Noble Arte de Contar Historias que me fascinó. Se titula On Writting: A memoir of the craft. Sí, lo siento, me lo leí en inglés y no tengo ni idea de si existe una edición en castelleno; supongo que sí, porque su autor es el archiconocido Stephen King. Jamás había leído nada del Sr. King hasta entonces, y por increíble que parezca tampoco, he visto completa ninguna de las adaptaciones cinematográficas de sus historias; aunque eso cambiará, porque el tipo se ha ganado mis respetos.

A lo mejor os estáis preguntando si un libro en inglés puede ser útil para escribir en castellano. En este caso la respuesta es un sí rotundo, porque King no nos hace perder el tiempo con tecnicismos propios del idioma, sino que nos habla sobre la manera de hacer que una historia agarre por los huevos a nuestros lectores. Su magia poco o nada tiene que ver con el idioma en que escribas, y en cualquier caso, el castellano y el inglés no difieren tanto en lo esencial como para que no se pueda hacer una transferencia directa.

Una de las mejores virtudes del libro es el enfoque global que da al proceso de escribir, comenzando por el propio escritor, pasando por recursos y técnicas y terminando por los entresijos del mundo editorial. Steve mismo se encarga de explicarnos por qué la mitad del libro es una breve autobiografía, como casi cualquier historia de ficción. Y, por si lo dudabais, el libro es un ejemplo perfecto de lo que predica.

Algo que podemos discutir es si Stephen King es la persona más apropiada para dar lecciones literarias. Podríais decir que sus obras distan mucho de ser joyas de la literatura universal. Pero, como siempre, la calidad o el éxito de algo hay que medirlo en función a sus objetivos. El de los libros de King es contar historias de ficción que te peguen a sus páginas hasta las tantas de la madrugada, y en eso, las listas de ventas
(os recuerdo que no he leído nada más de él) dicen que es el rey. (En inglés el chiste tiene más gracia ;-)) A lo mejor ese no es el objetivo de vuestros escritos, ok, no problem; pero yo siempre que escribo algo, lo que sea, quiero que el lector desee seguir adelante, atraparlo en la historia, hechizarlo. Si vosotros también sois aprendices de brujo, On Writting es vuestro libro.

miércoles, 7 de junio de 2006

Veintiocho pasos

El miércoles me cambié de apartamento. Fue una de esas cosas inesperadas con las que la vida decide sorprenderte, quieras o no (de eso estoy aprendiendo un rato). Como sabéis estaba viviendo en el de una compañera que se había ido a Barcelona. Iba a quedarse allí hasta agosto; iba... El lunes de hace un par de semanas me mandó un mail. Decía que se volvía el martes siguiente y que quería su apartamento. Estaba bastante cabreada porque había perdido un mes en España sin poder hacer apenas nada. Los laboratorios no tenían el equipo que necesitaba. Como la beca sólo le dura hasta septiembre deció volverse y terminar el trabajo aquí. Conclusión: Iván tenía siete días, con un fin de semana y un día de fiesta de por medio, para buscarse otro sitio donde dormir.

Si creéis que buscar piso es difícil allá por donde andéis, veniros a Copenhgue. Para que os hagáis una idea, la demanda es tan alta que la peña alquila sus pisos hasta cuando se va quince días de vacaciones, y pueden permitirse el lujo de poner el anuncio sólo un par de días antes. Encontrar alojamiento en esta ciudad es una locura, por no hablar de los precios: una habitación suele andar por los 400 € al mes!! Por supuesto, varía según las zonas y de cómo esté; pero por ahí andan. Y esa no es toda la complicación, ya que por lo general, si te pones a buscar por internet, en el equivalente danés de El Cero o en las agencias, te cobran por darte los datos del casero.

Cómo me las apañé? Pues no me las apañe... Imposible, y eso que una amiga estaba en las mismas y buscamos los dos como locos. Menos mal que tengo una jefa que es una madraza y tiene amigos hasta en el infierno. A última hora me consiguió el teléfono de un amigo de un conocido de alguien que alquilaba una habitación. 3500 coronas (poco menos de 500 €), en el centro, derecho a salón, cocina baño, lavadora y sin anticipos; un chollazo. Ni me lo pensé. Llamé al tipo, Tobias, y quedé con él.

Tobias es ingenireo, de unos cincuenta, tiene su propia empresa de diseño de herramientas de precisión y trabaja en casa. Su sonrisa es afable y si lo juntáis con su manera de vestir se puede decir que hasta juvenil. Es uno de esos pocos daneses que no se asustan cuando lees pones una mano en el hombro. Tengo que agradecerle que se pusiera en mi lugar y me hiciera el gran favor de cambiar sus planes para echarme una mano. Este fin de semana se ha ido de vacaciones y tenía pensado alquilar la habitación cuando se volviera el lunes o martes; pero cuando le conté que la necesitaba para ya, no se lo pensó. Sunpongo que ayudó haber ido de parte de una amiga suya. Sea como fuere, lo arregló todo y el miércoles por la noche puede dormir en mi nuevo hogar.

Rosengården es una de esas pequeñas calles peatonales del centro de Copenhague. Los edificios de tres plantas pegados los unos a los otros forman un bonito mosaico de colores insospechados y grandes ventanas. Pequeños restaurantes caros y tiendecitas de ropa exclusiva se mezclan con los bazares chinos y los anticuarios. Ante sus escaparates la ciudad pasea sin prisa en pantalones cortos y mangas de camisa a pesar de los poco más diez grados. El portales suelen estar en patios interiores guardados por grandes rejas de hierro. Cuando entras en uno de estos edificios tienes la sensación de retroceder un lustro con cada escalón que subes. Por eso cuando Tobías me abrió la puerta de su casa no me extraño encontrarme a mediados del diecinueve. Muebles de maderas oscuras que los ebanistas ya no se molestan en hacer, parquet desgastado por décadas de uso, alfombras y altos techos con barrocas molduras de escayola crean un ambiente sereno. Las reproducciones de detalles de pinturas de Da Vinci, las fotos en blanco y negro del hielo y las rocas de Groenlandia y las estanterías repletas de libros de páginas amarillentas que cubren paredes enteras le dan personalidad y crean en uno la sensación de que, en algún lado, se esconde un acertijo. El olor a madera límpia y papel viejo, las trazas de tabaco fuerte y parafina y la luz inderecta de las lamparas repartidas por cómodas, esquineras y alfeízares completan el hechizo que envuelve las cuatro habitaciones, los dos salones y los pasillos de este piso.

Creo que ya os lo he dicho, me encanta este lugar, a pesar de los veintiocho pasos que tengo que dar para llegar de mi habitación a la cocina.

martes, 6 de junio de 2006

De bicis, risas y amigos viajeros.

Hacía tiempo que no me reía tanto como el fin de semana pasado. Empezamos el miércoles por la noche! La culpa, de un trio de impresentables que se vinieron de visita: Hugo, Victor y Gorka. Los tres son becarios en las embajadas españolas, Hugo está en Helsinki y Gorka y Victor en Oslo. A estos dos no los conocía de nada hasta que llegaron el jueves; pero suele ser algo sin importancia tratándose de españoles en el extranjero y aquello de los amigos de mis amigos...

Ni que decir tiene que no paramos un momento. De día a hacer turismo y de noche, más turismo... Descubrimos un par de garitos interesantes; pero sobre todo algo que echaba de menos desde que llegué aquí: un sitio donde pusieran seguidas más de dos canciones decentes (para mis estándares, claro). No tiene un nombre muy original, The Rock; pero es un sitio impresionante. Pensad en una discoteca, quitad el bakalao, poned heavy, nü metal, grunge, hardcore-punk y un escenario enorme para conciertos, mezcladlo con dos plantas, tres barras, muchos recovecos y un fubolín, añadidle un dj capaz de hacer mezclas con esa música y llenadlo de personas de todos los pelos, qué tenemos? A un grupo de españoles brincando, sudándo y riéndose hasta de sus sombras.

La anécdota, por llamarlo de alguna manera, del fin de semana la pusieron Hugo, Murphy, el efecto mariposa, las casualidades cómicas, un pico estadístico como un campano y un poquito de mala suerte. Aquí hay repartidas por toda la ciudad cicicletas para los turistas. Funcionan como los carritos de los supermecados, metes una moneda y te la llevas; siempre y cuando seas capaz de encontrar una que funcione, lo cual a todos nos parecía muy fácil hasta que Hugo nos demotró lo contrario. Tío, cuanto más lo pienso más increíble me parece, cómo pudiste pasarte todo el fin de semana sin encontrar ni una que funcionase. Si no llega a ser porque estuve allí para verlo, no me lo creo. Una tras otra, cada vez que Hugo se acercaba a una bici, plas!!, o sin sillín, con la cadena rota, pinchada... Todo lo que os podáis imaginar que pueda ir mal en una bici se lo encontró Hugo. La primera, vale, por algo estaba allí. La segunda, bueno, tampoco es tan raro. La tercera, mala suerte... La cuarta y la quinta, la cosa empeza a tener su gracia y te ries. A la sexta, estás hasta la polla. Con la séptima, buscas la cámara oculta. Pero la octava!... Ya no te queda nada por hacer, ni reir ni llorar ni alzar los ojos incrédulos al cielo, sólo puedes dejar tu bici, darle una palmadita en el hombro a Hugo y tranqui colega que nos vamos todos andando y punto. Venga a cenar...

Pero ahí no quedó todo amiguetes, porque el pico estadístico de Hugo iba a alcanzar alturas insospechadas. No contento con hacernos llevar nuestras bicis de la mano mientras buscábamos como locos una más, sólo una más, Murphy decidió ensañarse. Sábado, hora de la cena. Hugo que se dispone a sacar unas coronas del cajero para un kebap y las copas de por la noche, que después de su frustración con las bicis, presentíamos que iban a ser muchas. Y la maquinita que va le dice que nasty, que el dinero te lo va a dar tu tía. Hugo que, a estas alturas ya esta desesperado, entra en el restaurante pide su menú y una Fanta. “La Fanta se me acaba de terminar”, le dice el turco con una sonrisa. Cómo pasar de la desesperación al de la más completa de las humillaciones. Que el hombre, depués de todo, sólo quería una puñetera Fanta, coño. A estas alturas ya no sabiamos si reirnos o compadecernos. Venga, vale, nos reimos.

Terminamos de cenar y Hugo más animado con el estómago lleno y pensando que dios aprieta pero no ahoga, decide probar suerte en otro cajero. A ver cómo os lo explico, sé que es increible, qué más le podía pasar después de la humillación definitiva de no poder tomarte lo que te salga de las narices en un restaurante. Pues lo que le pasó fue una de las mayores putadas que te pueden ocurrir estando de viaje: que el cajero se trague tu tarjeta de crédito, y evidentemente no tienes ni un chavo en el bolso.

Ni bici, ni Fanta, ni tarjeta. Hugo ya no sabía si reir o llorar. Los demás lo teníamos claro... Hasta estuve pensando en acercarme hasta el Museo Guiness que estaba allí al lado.

Hugo, tío, y tú que estabas tan contento porque, por una vez, no te había pasado nada en el aeropuerto ni tenido ninguna movida para cojer el avión. Espero que llegases sano y salvo a Helsinki; aunque no lo tengo muy claro, porque llevas desde que te dejé en la estación de metro sin dar señales de vida...

Por lo demás, entre risas y paseos, fue muy agradable intercambiar información y experiencias con personas que ya llevan casi un año por estos lares escandinavos. Ahora tengo que empezar a ahorrar para devolver la visita...

viernes, 2 de junio de 2006

'Ónde carajo anda Iván?

Esta semana tengo millones de cosas que contaros: han venido unos amiguetes de Oslo y Helsinki (un saludo morrilos, por cierto, alguien me debe unas afotos), me he cambiado de piso, ha habido un congreso de por medio... Así que lo que no he tenido es tiempo para escribir... Todo se andará... Sedatio et tranquilitas...

De momento, y por aclamación popular, la solución del concurso 'Ónde carajo anda Iván?:

Vale, ya sé que no se ve muy bien; pero ahora que sabéis dónde estoy podéis ir otra vez a web de las fotos y buscar una más grande. Felicidades a los ganadores, y los demás, recordad que lo importante es participar... Ummm... Bueno, a veces, o algo... ;-)

Un abrazo a todos. En breve os contaré algo más.