domingo, 24 de junio de 2007

Noche de San Juan y alredores

Maravillándome una vez más con una noche que no es tal. El sol se da un pequeño paseo bajo el horizonte norte. Algunas estrellas tímidas se atreven a asomar durante un par de horas al cielo iluminado de un largo atardecer que se funde con el amanecer. El sol vuelve a asomar por el noroeste mientras aún disfruto de la buena compañía, cansado, preguntándome que más cosas extrañas pasarán en esta noche de San Juan, la luna en creciente y Murphy con ganas de juerga.

Ya se veía venir según empezó el fin de semana: pincheo en la embajada el viernes por la tarde para celebrar la onomástica de su majestad del rey. El motivo se me daba un ardite, fui por el morbo del asunto y para cenar de gorra. Y aunque la tortilla extrafina cortada en cachos de a centímetro cuadrado, las salchichas de perro del todo a cien, las empanadillas congeladas, el arroz precocinado y el vino de batalla no eran lo que me esperaba del señor embajador, no dejó de tener su gracia la cosa, y de dar un poco de miedo el comprobar cuanta gente me conoce en Copenhague...

Para elevar las dosis de surrealismo, que siempre alcanza altas cotas en San Juan, decidimos comernos unas palomitas de maiz frente a una hoguera de diseño dudoso en Fælled Parken. No era el plan inicial. Las tormentas que llegan cada par de horas del Mar del Norte se encargaron de convencernos de que no era buena idea repetir la barbacoa del año pasado en la playa de Klampemborg.

Al calor del fuego nos acordamos de Zoltan. Húngaro. Aterrizó aquí hace tres semanas y el viernes por la noche tuvo la mala fortuna, el poco cuidado o una mezcla de todo, de caerse de la bici y escarajonarse un codo. He pasado el fin de semana entre idas y venidas al hospital. Haciendo, si es que eso es posible, de familia y amigo. Viendo como su desconcierto inicial se va tornando impaciencia y más tarde resignación por culpa de esa operación pospuesta una y otra vez, por no saber cuando podrá irse a casa con unos cuantos trozos de hierro en el codo.

Ya he desistido de enmendar la noche. Cuando me quiero dar cuenta, cada uno ha terminado perdido en un rincón diferente de la ciudad. No los puedo dejar sólos, en cuanto me despisto... Con la bici pinchada por la mañana no hay ganas de patearse la ciudad, así que me dejo llevar. En concreto hasta Sankt Hans Torv. Una plaza de aires bohemios en Norrebro, sí, el barrio ese donde mataron al italiano aquel. Sentado en los adoquines, viendo las nubes pasar rápidas como solo las he visto aquí, comparto un vino italiano, con un islandés loco, dos italianas chifladas y el proveedor de la botella, italiano, claro. Nadie tiene ni idea, pero a un servidor la cosa no deja de hacerle gracia.

En la hora fría que precede al amanecer, son eso de las dos de la mañana, dedicimos caminar cincuenta metros hasta el calor del Gefärlich. A lo mejor no es el sitio con el nombre más adecuado para tal noche. Fron los tu de river... Y qué más da si me vuelvo a encontrar con otros ojos como los del viernes por la noche. Azules hasta lo indecible. Con lo inconfesable bailando tras cada mirada. Incluso mientras me los clavaba al responder:

---No sé, puede que me quede otro rato...

La pregunta no había salido de la boca del que firma, que ya había hecho unas cuantas aquella "noche", sino el italiano que en palabras de ella era su kind of a boyfriend. Y que para llegar a las horas que llegó a joder la marrana, podía haberse quedado en su casa. Estaba pensando en irme a la mía cuando, aún mirándome, aquellos ojos azules preguntan:

---Te vas a casa? ---Esto dede ser lo que llaman intuición femenina.

---No sé, puede que me quede otro rato... ---Para original, el menda.

El no te jode que completa la frase me lo callé. Ya no eran horas y el espagueti nos alternaba miradas sospechando que se perdía algo. Pues sí, amichi, y un servidor también. Otra historia para la colección surrealista del Moose. Como el estriptis mañanero de un camarero que nos convence de que es hora de dar por terminada la noche de San Juan.

Sobre todo esto meditaba hoy de tarde, sentado en una terraza a medio camino entre Oslo Plads y Trianglen. Tomándome un té verde en compañía del griego Giorgos, su novia lituana y su compatriota Estephanos. Disfrutando del resolillo mientras la lluvia repiqueteaba en el toldo y las nubes de tormenta hacían carreras por el cielo azul azulísimo. Y entre los silencios que dejábamos mientras nos poníamos al día de nuestras vidas en las últimas semanas, discutíamos de películas e historia de la grecia clásica y nos recordábamos por qué nos gustaban las nórdicas, así, entre sorbo y sorbo, esperando que Zoltan llamase para avisarme de que por fin le operaban, vi que todo el asunto componía un curioso mosaico de fin de semana.


Terminado el té, volví al hospital a enterarme de que hasta mañana no le toca al codo de mi amigo. Le dejé cenando y traté de organizar el encuentro que no fue posible ayer por la noche... Y hoy tampoco. Por eso me he vuelto a casa a llenar el estómago y contároslo todo antes de que pierda la gracia.

lunes, 18 de junio de 2007

Indianápolis 2007: duelo a mediodía

Volvemos a hablar de Fórmula 1. Volvió a ganar Hamilton. Volvieron a hacerso un doblete los de McLaren. Ya van tres en siete carreras, y en Ferrari han saltado todas las alarmas, verdes, amarillas y rojas rojísimas.

Al margen de que el mítico circuito americano sea anodino para los pilotos, con todas esas curvas lentas que ni en Mónaco, nos dejó un bonito espactáculo. Hubo lucha de principio a fin en cabeza, en los puestos de puntos, en el medio y en la cola del grupo. Vimos adelantamientos, amagos, rebufos, frenadas humeantes, persecuciones implacables. Una gran carrera en que Fisichella destapó el tarro de las esencias, menudas tres curvas en paralelo con Button; una pena que fuese precisamente el día que Kovalainen hizo lo que se esperaba de él: poner en apuros a los Ferrari, al mejor Kimi de los últimos tiempos. Gran carrera también de Trulli, salvando, por fin, los trastos para Toyota; mientras que Ralf me temo que ha dicho adiós a la Fórmula 1 de la peor manera posible, y es que, d'onde nun hay... Gran debut de Vettel. Estos de BMW tienen muy buen ojo para elegir a los chavales. Sato y Davidson demostrando que el día que se centren un poco más, los Super Aguri van a dar más de un disgusto. Weber desatado como no lo veíamos en bastante tiempo. Y a Rosberg volvió a fallarle el Williams-Toyota cuando estaba a punto de firmar otra gran carrera. Si es culpa de Williams, de Toyota o de que tal vez se vaya de copas con Kimi, está por ver.

Y ahora, al tema: qué pasó con Hamilton y Alonso. Es sencillo, no hay ningún misterio, ni conspiraciones juedo-masónicas, ni inquina británica contra el asturiano, pasó lo mismo que en Mónaco, ni más ni menos; pero esta vez con los papeles cambiados. En su politica de no dar mejor trato a uno que a otro, en McLaren han decidido que estas dos últimas carreras le tocaba a Hamilton salir a la clasificación con menos combustible para ir a por la pole. A punto estuvo Fernando de dar la campanada haciendo buen uso de superioridad que demostró todo el fin de semana. A punto estuvo de cambiar las tornas en la primera curva. A punto, casi...
Pero el casi aquí no vale. O sí o no, y esta vez fue que no. Así las cosas, en McLaren decidieron adelantar la primera parada de Alonso, que sin duda tenía para unas vueltas más en las que podía haber superado a Hamilton. Por qué? Por qué no le dejaron opción? Por el mismo motivo que en Mónaco mandaron entrar a Hamilton antes de tiempo: para asegurarse el doble, para que no volviera a pasar lo de Canada y otro safety car inoportuno direra al traste con la carrera de Alonso. Muchos hay que se extrañan de que habiendo parado más tarde en el primer repostaje, luego le hicieran parar primero que a Hamilton. De nuevo, es la estrategia habitual esta temporada en McLaren. En Monaco también hicieron lo mismo, Alonso, con poca carga para hacer la pole, paró antes en el primer repostaje y más tarde en el segundo. Esa es la estrategia óptima y se la están turnando, dos carreras para cada uno. Conclusión: en McLaren no es que quieran hacerle la puñeta a Alonso, sólo han tratado de minimizar riesgos cuando tienen un doblete a mano, como en Mónaco. La única diferencia con aquella carrera, fue que al contrario que Hamilton entonces, Alonso ayer sí tenía el ritmo necesario para haber ganado la carrera si no hubieran alterado su estrategia, con criterio, como ya he dicho, muy razonable desde el punto de vista del equipo. Y es que, no nos olvidemos, para McLaren, son 18 puntos, tanto da quien haga los 10 y quienn los 8. Y al final del año, para ellos, tanto prestigio tendrá que el uno o el otro se coronen con los laureles de campeón.

Visto lo visto, a Alonso no le queda otra que seguir luchando, que seguir mejorando, que seguir afilando de esas cualidades extraordinarias que le han convertido en el bicampeón más joven de la historia; porque este año el enemigo está en casa. No le bastará con ser capaz de ganar, porque muchas veces, como ayer, no le van a dejar. Va a tener que redefinir sus propios límites para ganar con autoridad y contundencia tales que ni siquiera esas decisiones estratégicas desfavorables le priven el triunfo. No es tarea fácil, que el inglés no es manco, ni comete errores y aprende rápido. No será sencillo; pero ya lo ha hecho otras veces. Después de carreras como la de ayer, espero con ansia la siguiente, para ver a un Alonso más campeón que nunca, porque el reto está servido, no habrá carreras fáciles y los laureles habrá de ganárselos vuelta a vuelta, curva a curva, frenada a frenada. Así se ha ganado las dos coronas que ya posee. Así se forja una leyenda. Y ahí estaremos todos cuando más falta haga gritando para darle esas décimas extra:

VAMOS, NENO!!!

domingo, 17 de junio de 2007

Montreal 2007: de lo peor...

Aunque con un poco de retraso, aquí estamos para comentar ese desprósito de carrera del pasado domingo. Lo bueno del retraso es que ha habido tiempo para meditar y leer mucho sobre al asunto. Gracias a las numerosas salidas del safety car (SC), el desquicie de Alonso y el terrorífico accidente de Kubica, es una carrera que todos, menos los que subieron al podium, preferimos olvidar cuanto antes.

Vayamos por partes. El safety car, protagonista en muchas carreras, pero en esta como en ninguna, debido a esa nueva norma que impide a los coches repostar en la primera vuelta en que éste sale a pista, y si lo hacen, ya saben: penalización al canto, stop and go. El motivo detrás de esta nueva norma estrenada parece ser evitar que los pilotos corran como locos a repostar habiendo una situación de peligro en la pista. Hasta ahí todo muy bonito. Claro, que esta idea no me cuadra con el hecho de que ahora se permite a los doblados adelantar al SC para, dando la vuelta completa, volver a situarse a la cola, en el puesto que les corresponde. O sea, si lo he entendido bien, ahora hay coches que adelantan al SC, que estaba ahí para ir detrás despacito y seguros, según creía entender, y se dan un par de vueltas despendolados y a su bola para volver a coger la cola del grupo. Mongolín de oro para el listo que tuvo esta idea feliz. Por no hablar de que puede pasar lo que a Rosberg y Alonso: qué pasa si el SC sale justo en la vuelta que te tocaba repostar? Fácil, o te quedas si gasofa y a tomar por culo la carrera, o entras a repostas, te peanlizan y a tomar por culo la carrera. Sí, sí, así es más emocionante, ahora está todo el mundo con los güevos de corbata con el safety lottery car. Qué tensión, qué emoción. Ya puestos, por qué no se juegan las carreras a la ruleta rusa? Eso sí que sería emocionante.

Siguiendo con el SC, ya hay algún listo afirmando que Hamilton a desquiciado a Alonso. Hombre, Sr. Mansell, preocupante sí que es el novato; pero de ahí a decir que el rosario de pasadas de frenada de Alonso en la curva número uno y la riestra de infortunios que le hicieron terminar en séptima posición, fueron gracias a la presión que le metió Hamilton, pos va'ser que no. Todo empezó a torcerse en la clasificación, cuando se la jugó a hacer la pole con más gasolina que él, y casi. No pasaba nada, Alonso iba más cargado y la carrera era larga (y tanto). La historia siguió en la salida, donde volvió a jugársela y comenzó la relación odio-odio con la primera curva. Entró pasado, el domingo parecía que en esa curva sólo había un sitio bueno para frenar, o ahí o al prao. Y menos mál, porque entrando como entraron Hamilton y Heidfeld, si Alonso hubiera logrado meter el McLaren en la trazada buena terminan los tres la carrera allí mismo. Ese fue el primer error, a veces te la juegas y sale, a veces no. Luego llegó llegó el SC a dar su recital, y eso, y no otra cosa fue lo que desquició a Alonso. Toda la carrera peleando para enmendar el asunto y siempre, en el peor momento el SC y las nuevas y guanderfulosas reglas aparecían para mandar todo el coraje y el esfuerzo al carajo. Pasó de estar en posición de podium a decimquinto en más de una ocasión. Por el medio nos dejó adelantamientos de órdago con el cuchillo entre los dientes. Hasta que llegaba otra vez el opórtunísimo SC y a la mierda todo. Como para no desquiciarse, dar el todo por el todo, y si terminas en el prao, qué más da, si ya estaba todo perdido. Aún así, muchos más errores de lo habituales en campeón, de hecho, los primeros desde hace dos años en ese mismo circuito. Y es que, parece ser, que el asfalto de Montreal, volvió a hacer de las suyas, volvía a saltar en pedazos, no tan a lo bestia como el año pasado, pero si lo suficiente como para hacer casi imposible regular la frenada con precisión cuando vas tirando al límite, como hizo Alonso toda la carrera, y sobre todo cuando los neumáticos empiezan a degradarse.

Los neumáticos, y esa es otra, fueron el otro quebradero de cabeza de Alonso. El primer juego se desgastó más de lo previsto cuando trató de quitarse a Heidfeld de en medio. El segundo fue de maravilla y con él nos dejo una gran remontada y el tercero, los extra blandos, fueron un desastre. Después de otras cinco vueltas con el cuchillo entre los dientes desaparecieron, finito, kaput. Hasta cuatro segundos por vuelta perdía el asturiano con aquellas gomas. Llegó Sato, y ya sabemos todos lo que pasó... Lo me lleva otra vez a los individuos que manejan y deciden en estos asuntos. Ya en Mónaco se había quejado todo el mundo de que esas gomas se gastaban con mirarlas. Si habían aguantado era porque al final de la carrera casi todo el mundo iba medio de paseo. Y llegan, y para Montreal, la peña de Bridgestone decide que las mismas otra vez. Y los pilotos tragan y la FIA traga. Pues tampoco lo entiendo, porque todos los años se cambian y ajustan normas para aumentar el espectáculo (adelantamientos y esas cosas...) y luego resulta que eligen unos neumáticos que no dan opción a luchar en carrera, que hay que tratarlos con cremita, porque si a alguien se lo ocurre tirar a fondo, arriesgar, frenar al límite, pilotar en el filo para ganar una carrera, adelantar, competir, luchar, lo que se suele llamar Fórmula 1, vamos; pues si haces eso, te cargas los neumáticos y termina adelantándote un Super Aguri. Asi que, Kimi, Alonso, ya sabéis, vedos un par de veces Paseando a Miss Daisy, que según los de Bridgestone y la FIA mejora el espectáculo.

Como los accidentes, eso también mejora el espectáculo. Así que, para qué vamos a poner neumáticos de protección en los muros? Para qué le vamos a dar un tirón de orejas Trulli por cafre? Que, manda güevos, eh! Había sitio de sobra para pasar, dice la FIA tras sesuda revisión del video, o sea, que fue culpa del propio Kubica, según Mr. Whitting. El mismo que sin saber si un piloto estaba vivo o muerto dentro del habitáculo en medio de la pista, ni se le pasó por la cabeza sacar la bandera roja (carrera neutralizada y todos a boxes) para que la ambulancia no tubiera que zigzaguear entre los monoplazas y dar la vuelva casi completa al circuito, pudiendo haber ido en sentido contrario estando como estaba a tiro'piedra de los boxes. Pa'qué? Así fue mucho más emocionante. Claro, ya empiezo entender porqué a pesar de que los circuitos tradicionales se gastan millones y millones en instalaciones y medidas de seguridad (escapatorias kilométricas, protecciones de todo tipo, vias secundarias de acceso rápido para emergencias, helipuertos, etc, etc), la FIA y el Mr. Ecclestone los descartan en favor de más y más circuitos urbanos: Valencia, Singapure, Delhi, Versalles. De esos como Mónaco, con muros y guardarailes a cascoporro, asfalto de ciudad que no agarra una mierda, pintura blanca de esa que patina, baches y alcantarillas para dar emoción, y además, si puede ser, corriendo de noche que mola más. Y esto no es broma, Singapure 2008 se correrá por la noche. Con un poco de suerte, a lo mejor se mata alguien contra uno de esos muros, eso sí que sería espectáculo. La Formula 1 estaría en todas las portadas. Uy! Y si el muerto es campeón del mundo, mejor, así creamos otro mito y nos forramos a vender merchandaisin.

De verdad, en este deporte, alguien debería dar unas cuantas collejas, un puñetazo en la mesa y sentar a todo el mundo a meditar el asunto. Es hora de dejarse de poner parches ridículos a unas reglas cada vez más esperpénticas, ya véis, la última se cargó la carrera de Rosberg, Alonso, Kimi, Massa y Fisichella, cinco de veintidos, buen porcentaje. Los responsables de este circo deberían crear de una vez una normativa estable a medio plazo y coherente con esa seguridad y espectáculo que tanto les llena la boca y dejarnos disfrutar a todos en paz de lo que nos gusta: gasolina, 19000 rpms, decibelios celestiales, goma quemada, repostajes vertiginosos, frenadas, adelantamientos al límite... Fórmula 1, nenos, FÓRMULA 1.

miércoles, 13 de junio de 2007

Catástrofe!

Sí, sí, ya sé que debería de haber actualizado antes, que estáis esperando ansiosos el comentario de la carrera (por llamarla de alguna manera) del domingo y que aún os debo algo sobre Berlín y mi última parada en Asturias; pero vamos a tener que ser pacientes porque ha ocurrido una catástrofe: desde que volví de las vacaciones no tengo internet en casa!

Aaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Qué no cunda el pánico. Y una mierda...

Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!

A lo que iba, que no es que antes la tuviese, ya sabéis, me dedicaba a hacer un uso responsable de las güifis que mis vecinos dejaban amablemente abiertas; pero desde que he vuelto las conexiones han desaparecido. No es que las hallan protegido, no, han desaparecido sin dejar rastro.
Sospecho que se han marchado de vacaciones y han apagado el modem, así que me temo que me voy a quedar una temporada sin poder conectarme desde casa :(

En fin, a ver cómo me las apaño para serguir manteniendo un contacto razonable con vosotros y actualizar esto. Algo se me ocurrirá; pero por si acaso, id poniendo velas a Santa Descordelada de las Ondas, patrona de las güifis.

martes, 5 de junio de 2007

Y ahora qué?

Nota del autor: Este artículo es irrelevante para tu vida (puede que incluso para la mía). De verdad, podrás vivir sin leerlo. Si decides seguir adelante, allá tú y lo que hagas con tu tiempo; pero yo no lo haría. Sé una persona sensata, párate un momento y piensa. Seguro que no tienes nada mejor que hacer? Pasear? Ir a la playa? Ducharte? Leer algo más interesante? Tomar una cerveza con unos amigos? Invitar a alguien a follar? A mí luego no me eches la culpa. Por tu cuenta y riesgo...

Acabo de llegar de casa de Albert y Vassos. Viven allá arriba, en las montañas. Me he autoinvitado, porque no tenía ganas de cocinar ni de cenar solo. Ya veis, una de las cosas buenas de no ser danés: puedes improvisar sin estar borracho.

Cenita tranquila. Pollo con curri y ensalada de la toda la vida, con aceite de oliva y todo. Un blanco espumoso portugués para acompañar y charla agrable antes, durante y después. Ah, y que no se me olvide, unas manzanas muy ricas de postre a dos coronas la pieza... Ahora iba a escribir que sólo faltó la compañía femenina para hacer la velada de lunes perfecta, pero no estoy seguro de que fuese verdad.

Después de todo eso, veinte minutitos en bici de vuelta a casa. Lo mejor para una buena digestión: aire fresco al anochecer; sí sí, anochecer, que aquí a estas horas aún no es noche. Y aquí estoy, meditando seriamente el siguiente paso, porque claro, el avión sale a las seis de la mañana. Eso quiere decir que tengo que estar en el aeropuerto hacia las cuatro o cuatro y media, o sea, que me tengo que levantar a las tres!!! A todo esto el reloj dice que son las 23:38. Y ahora qué?

No no, no os hagáis los tontos, que estoy hablando con vosotros. Ahora qué, eh? Me meto en cama para dormir tres horas y arriesgarme a quedarme sobado? Me quedo levantado y hago uso de mi nueva gran habilidad para dormir en los aviones? Haga lo que haga, creo que mañana aterrizaré en Asturias con ojeras, pa'variar.

Otra nota del autor: Perdona que te interrumpa; sólo quería recordarte que aún estás a tiempo de hacer otra cosa. No me voy a enfadar ni nada de eso, eh.

Qué vida más feliz la mía, que lo único de lo que se me ocurre quejarme es de semejante gilipollez y gran dilema. Es que estaba perdiendo la costumbre en esto de quejarme. Por cierto, un detalle en el que me fijé hace tiempo: os habéis dado cuenta que uno de los primeros comportamientos sociales que los niños asocian con el hecho de "ser mayores" es el quejarse. Manda güevos! Prestad atención, veréis que cuando una de esas criaturitas quiere hacerse el interesante, "el mayor", se queja por algo, lo que sea: de lo mal que durmió anoche, de lo terrible que fue viaje, de lo que le hizo fulanito, de lo que le duele no se qué, etc, etc. Y sobre todo si el interlocutor al que pretenden impresionar es de su quinta. Llamemos a esto Hecho Número Uno.

Por otro lado, los cerebros de esos retacos hiperactivos están programados para actuar como esponjas, para absorber todo lo que se le pone por delante, procesarlo e imitarlo. Ya sabéis, imitar es una herramienta de aprendizaje/supervivencia básica. Hecho Número Dos.

Montándonos un silogismo con el Hecho Número Uno y el Hecho Número Dos, tenemos algo así como:

- Los tiernos infantes se quejan de vicio, pa'molar y eso.

- Los tiernos infantes imitan sus diligentes progenitores, programación biológica.

- Ergo, vivimos en una puta sociedad de quejicas que se autoperpetua a sí misma, válgame la redundancia.

(Los corolarios se dejan como ejercicio al lector.)

Última nota del autor: De verdad que me siento halagado; pero ya puedes dejarlo, si en realidad no hace falta. Te querré igual y me alegraré de saber que estás haciendo algo más provechoso con tu vida.

Todo esto venía a que, entre que decido si meterme en cama o no, es un buen momento para ir contándoos cosillas. Como que ayer inauguramos la temporada de barbacoas. Con la disculpa de celebrar un par se cumpleaños, aprovechando que salió el sol y que nos daban de comer a cambio de que llevásemos unas cervezas, nos reunimos unos treinta en un parque a ponernos como gochos de salchichas, pollo y pasteles varios. Gran tarde de domingo.

Si alguien estaba esperando algo más sacado de mi vida interior, pues lo siento (mentira). Últimamente me dedico mucho más a eso de la vida exterior. La interior es un coñazo. Se queda ahí dentro dando la murga. Luego coge una de polvo que no veas y, cuando te quieres dar cuenta está toda echa un cristo. Con la pereza que da limpiar, lo vas dejando, lo vas dejando... Por eso son útiles los blogs, para sacarla a pasear, que le dé el aire y coja color. Higiene mental, si queréis; sacar la basura, mejor dicho, reciclar, ahora hay que reciclar, veis: coges cuatro idaes chorras que no tienen nada que ver las unas con la otras, trituras, amalgamas, recompones, y ya tienes unos cuantos párrafos que publicar un lunes por la noche.

Hala! Ya sólo quedan un par de horas para desayunar e ir a por el avión.

P. S.- En este punto, por una cuestión de respeto, fue cuando se me ocurrió poner la advertencia del principio. Si has llegado hasta aquí no es culpa mía, ya te lo advertí. Por supuesto, no tienes derecho a quejarte, y mucho menos por lo que has pagado. Si aún así lo haces, la costumbre y eso, por favor, que no sea delante de los niños.