martes, 29 de noviembre de 2011

Interlagos 2011: Se cierra el telón…

Quizá esperábamos algo más trepidante para terminar la temporada, para ponerle el broche de oro a un campeonato con las carreras más emocionantes que he visto en mucho tiempo. Sobre el asfalto de Interlagos no faltó espectáculo, pero tampoco hubo emoción a raudales. Lo que sí fue este último Gran Premio del año fue un reflejo casi perfecto de esta temporada. Red Bull dominó de principio a fin; aunque esta vez fue, por fin, Mark Webber el que se subió a lo más alto de podium, Vettel dio una demostración de pilotaje con un coche averiado. Por algún extraño milagro, la caja de cambios del RB7 número 1 aguantó hasta la bandera a cuadros. Como el resto de la temporada, incluso con problemas, Red Bull le sacó los colores a sus rivales.

Para McLaren el Gran Premio de Brasil también fue un reflejo fiel del resto del año. Button pilotó de forma inteligente, eligió la estrategia adecuada y sacó lo mejor de su monoplaza en cada momento. Durante la primera mitad de la carrera tubo que rendirse ante la garra de Alonso y su F150; pero en cuanto montó los neumáticos medios, el McLaren sacó a relucir sus virtudes. Al final, Button acompañó en el podium a los dominadores del campeonato. Sin duda, el británico ha encontrado su sitio en McLaren, por mucho que le pese al chico maravilla. Hamilton cerró la temporada con otro fiasco; aunque esta vez no fue culpa suya, sino de la caja de cambios, alguna vez le tenía que tocar. Muchos dirán que el pobrecito ha tenido mala suerte esta temporada, o que no ha estado muy acertado en ocasiones clave. En mi opinión, ha sido justo lo contrario: el chico maravilla ha pilotado toda temporada como siempre ha hecho, la diferencia ha estado en que su infamemente enorme buena fortuna parece haberse acabado. Por primera vez ha pagado sus excesos y riesgos al mismo precio que los demás pilotos. Resultado: Button le ha comido la tostada y se va con el rabo entre las piernas a afilar los colmillos para el 2012.

Para Ferrari esta carrera también fue un resumen perfecto de la temporada. Alonso volvió a hacer otra salida sublime y, aunque no pudo pasar a Button en la primera curva, unas vueltas después le dio un hachazo por el exterior en la entrada a la Curva da Laranjinha. Sin duda fue el mejor adelantamiento del fin de semana. A partir de ahí trató de poner tierra de por medio mientras el Ferrari iba cargado y con las gomas blandas. Aún así, la debilidad del Ferrari, esa incapacidad para sacar partido de los compuestos medios y duros, sobre todo a medida que va perdiendo peso, volvió a pasar factura al final de carrera, y los esfuerzos de Alonso no fueron suficientes para mantener a Button a raya y cerrar la temporada con un podium. A Massa no le fue mucho mejor. Su estrategia se vio condicionada por un pinchazo en el juego de gomas blandas con el que debería haber empezado la carrera. Haciendo sólo dos paradas y teniendo que rodar más de veinticinco vueltas con los medios, es difícil llevar al Ferrari muy lejos. Al final logró ganarle duelo a Rosberg y llegar quinto a una distancia más que considerable por detrás de Alonso.

La mención especial del día se la va a llevar Force India. Han terminado la temporada humillando a Toro Rosso y sacándoles las uñas a Mercedes en los tres últimos grandes premios. El punto negativo se lo voy a poner a Schumy y su accidente con Senna. El alemán hizo lo mismo por lo que penalizaron a Massa en la India; con una diferencia, él lo hizo y Massa no. Perdón, dos diferencias, a Massa lo penalizaron y a Schumy no. Y no creo que debieran haberlo penalizado, la culpa del choque fue de Senna, sin duda. Iba por detrás, Schumy le cerro la puerta y el brasileño se pasó de listo. Lo que me molesta es la inconsistencia de los comisarios. Su decisión en Brasil, acertada, es una prueba más del sin sentido de la penalización que le pusieron a Massa en la India.

Para poco más dio la última carrera de la temporada. Una temporada que, de algún modo, tenía ganas de que terminase. O mejor dicho, de lo que tengo ganas es de que empiece la del 2012. A ver si de una vez por todas Ferrari le da a Alonso un coche a la altura del de los rivales. Así, además de la emoción suministrada por Pirelli y el DRS, podremos ver también una lucha digna por el campeonato. O, si va ser aburrido, por lo menos que sea de color rojo Alonso…


Imágenes: Autosport.com.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Alea iacta est

¿Recuerdan ustedes aquello del caos y la vorágine? Pues ahí seguimos. No me he olvidado de este blog, ni me he muerto, ni mi vida se ha vuelto tan aburrida como para que no tenga nada que contar… Todo lo contrario, cada vez que tengo intención de sentarme a escribir ocurren inesperados imponderables, a menudo en forma de emeils de editores capullos o gentucilla que se pasa las fechas límite por el forro. Resultado: un servidor va comiéndose cosa de un marrón por día. Por ejemplo, hace unos minutos, sopesaba con mi jefa si mandamos a un editor a la mierda o le convencemos para que se vaya el sólito. Vamos a tratar de convencerlo…

Aún así, en medio del caos y la vorágine, también brotan buenas noticias. Primera: el lunes, por fin y contra todo pronóstico, mandé la tesis a imprimir. Hace un par de horas hablé con la imprenta: parece que no se ha roto nada y que puedo que puedo ir a recoger mis libros cuando quiera. Segunda: el lunes batí el record mundial de comprar billetes de avión para ir a España. En apenas dos horas encontré y compré billetes para navidades y, además, baratos y, además, la vikinga y la mini-vikinga se vienen conmigo. Supongo que eso implica otra buena noticia; pero esa historia para otro día. A lo que iba, los billetes fueron baratos en parte por las fechas. Llegaré a Asturias el 15 de diciembre y me iré el 30. No, no voy a estar en España en Nochevieja. Oooooh… A parte de 100 eurazos más, quedarme en España implicaba tener que elegir entre noche con la familia o con los amigotes; así que, ni pa'unos ni pa'otros. Pa'mí. Me voy a quedar tranquilamente en la fría y espero que nevada Copenhague, con hygge de cosecha propia y algún otro expatriado.


Imágen: Deviantart.com

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Abu Dhabi 2011: Un año después

Pensarlo es tan inútil como inevitable. Viendo a Alonso celebrando el podium del domingo, no pude dejar de soñar por unos instantes, no pude dejar de imaginarme que estábamos en 2010 y el neno se proclamaba tricampeón. Pero no, estamos en 2011 y lo que Fernando celebraba era un segundo puesto, y no es para menos, que este año el podium se vende caro. Muy caro. Tanto que para conseguir el trofeo que le faltaba en la colección hizo falta que se alineasen algunos astros y a otros los puso él en conjunción a golpe de vueltas rápidas.

Tan inexplicable como bienvenido fue el abandono de Vettel en la primera curva. Aún nadie tienen claro porqué su neumático trasero derecho se desinfló de golpe. Lo que sí está claro es que, además de por ese guiño de la fortuna, Alonso se labró el podium en primera vuelta. Otra frenada espectacular en la primera curva lo puso delante de Webber. Luego se tiró a cuchillo a por Button. Sin contemplaciones, a la primera de cambio, ¡zas!, rebufo y hachazo. A mitad de la primera vuelta ya estaba segundo. El resto de la carrera fue un tira y a afloja entre él y el chico maravilla. Mucha tensión y escaso espectáculo, con la diferencia entre ellos oscilando entre los dos y los cinco segundos, con el resto de la parrilla incapaz de seguir su ritmo. Al final, Ferrari jugo lo mejor que pudo sus cartas tratando de ganar la partida en la última para en boxes; pero la delicadeza del F150 con las gomas no fue suficiente para compensar la velocidad de los neumáticos nuevos del McLaren. Y no, no creo que los doblados tuvieran nada que ver. Alonso perdió entre un segundo y segundo y medio en su parada en boxes por culpa de un HTR; pero aún así no hubiese sido suficiente para salir por delante de Hamilton. Es más, aunque se hubiese dado la casualidad, el ritmo el McLaren con las gomas duras hubiese puesto a Alonso en serios aprietos para defender el liderato. Ambos hicieron una carrera magistral y sin errores. Una pena que el Ferrari siga sufriendo tanto para calentar las gomas en las primeras vueltas y sacar rendimiento de los compuestos duros.

Mientras delante se mascaba la tensión, por detrás nos ponían el espectáculo. Massa, Webber y Button lucharon a brazo partido por el tercer puesto. Button sin KERS, Webber con una estrategia arriesgada para compensar un problema en su primera parada en boxes (no fue el día de Red Bull) y Massa sufriendo con un alerón delantero anticuado. Al final fue Button el que se llevó el gato al agua, aguantando las embestidas de Webber y haciendo otra carrera inteligente.

Por lo demás, vimos la ya habitual, y no por ellos menos emocionante, riestra de duelos y adelantamientos entre los coches de media parrilla. La mezcolanza de estrategias y las dos rectas de Yas Marina pusieron los ingredientes para el espectáculo. Espectáculo que a menudo fue un tanto surrealista, como el duelo que Alguersuari y Maldonado se empeñaron en continuar mientras Hamilton y Alonso trataban de doblarlos. El mexicano y el barcelonés se ganaron una merecida penalización, además del tiempo que perdieron ellos, y que hicieron perder a los otros dos, por hacer el canelo. No sé que pasó este domingo con los doblados. Salvo contadas excepciones, este año, su comportamiento estaba siendo ejemplar; pero en Abu Dhabi les salieron rabos y cuernos y se dedicaron a hacer la vida imposible a la cabeza de carrera. Luego llegaron los comisarios y se pusieron a regalarles drive throughs con criterios bastante aleatorios.

En resumen, un Gran Premio con tensión en las cabeza, emoción en medio y caos en la cola. ¿Qué más se puede pedir a estás alturas de la temporada? A sí, una victoria de Alonso… Complicado va estar en Brasil; pero lo mismo pensaba de Abu Dhabi y ya ven ustedes: casi…


Imágenes: Autosport.com.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Caos y vorágine

caos y vorágine.- m. col. Dícese de aquellas semanas en las que un ingenuo trata de entregar una tesis doctoral, corregir las revisiones editoriales de un artículo, hacer de chofer voluntario entre seis y ocho horas al día y tener vida social/sexual.

En los últimos años he ido adquiriendo la funesta creencia de que en cuanto alguna parte de un proyecto no depende me mí, esa parte se va al carajo y un servidor paga las consecuencias. Ejemplo: cuando parecía que ya nada podía salir mal, cuando la puta tesis estaba escrita, revisada mil y una veces y contaba con el beneplácito de mi jefa, cuando sólo quedan dos meros trámites por hacer, si Murphy te puede joder la vida, te la va a joder. Primero, la persona de la petrolera que tiene que confirmar que mi tesis está libre de contenidos confidenciales, lo cual debería llevarle dos minutos, porque ya lo hemos revisado todo mil veces, decide ignorar mis imeiles. Segundo, cuando uno trata de imprimir la tesis, descubre que el servicio de impresión de la universidad está de mudanza. Nadie tiene muy claro a dónde se mudan ni cuando volverán a imprimir. La persona responsable ignora mis emeileses. ¿Qué pasa, que en este planeta soy el único que lee y responde el correo todos los días? ¿Qué soy el único que tiene la agenda al día y trata de no joderle la vida a los demás?

A lo mejor es que estos días la falta de sueño y las comidas a destiempo me han vuelto susceptible. Esta año, CPH:DOX* está siendo un éxito, las salas se llenan todos los días y los invitados, directores y jurado están encantados con la organización. La organización no está tan encantada; sino que le pregunten a mi coordinadora. La jovenzuela está teniendo una de las peores semanas de su vida: más de trescientos invitados que llevar y traer del aeropuerto y cosa de veinte chóferes voluntarios. A parte de imponderables inevitables: vuelos retrasados y cancelaciones de última hora por enfermedad o desgracias varias, hay que añadir ponderables evitables: invitados que cambian sus vuelos o reservas de hotel sin avisar, voluntarios que se despiertan y deciden que ya no son tan voluntariosos, que es mejor quedarse en cama y que conduzca otro. Consecuencia, la pobrecita de la coordinadora de conductores, al borde un ataque de nervios, organizaba un horario diferente cada dos horas y, la mitad de las veces, nos mandaba el equivocado. Así, uno se encuentra en situaciones ridículas, como tener que estar despierto hasta las dos de la mañana para recoger un coche, dormir dos horas y media y tener que ir a buscar a un VIP al hotel a las cinco y cuarto. ¡Mal! Pero al menos, cuando uno trata con personas razonables, una charla amistosa (el adjetivo va sin segundas) siempre tranquiliza a todo el mundo y pone las cosas en su sitio. Más o menos…

Como teníamos poco, el editor del Geophysical Research Letters se le ocurrió que esta era la mejor semana para mandarme las revisiones del artículo que les enviamos hace mes y medio. No podía ser una semana antes o una después, no, tenía que ser ésta…

Menos mal, que el final del día, uno siempre pudo ir a acurrucarse con la vikinga, encontrarse la casa llena de amigotes y botellas de vino para celebrar que no se pudo imprimir la puta tesis, irse a cocinar pato para seis o tratar de no caerse de sueño en una fiesta de cumpleaños.

Parafraseando a Márquez, menos mal que un servidor sólo se la ponen dura el caos y la vorágine


Imágen: fanop.com.

martes, 1 de noviembre de 2011

Nueva Delhi 2011: Chispas y polvo

Quizá nos hemos malacostumbrado. Carrera tras carrera, gracias al DRS y a Pirelli e incluso a pesar del dominio del Red Bull de Vettel, esta temporada hemos tenido adelantamientos, duelos y sorpresas hasta la bandera a cuadros. Esperaba ansioso más de lo mismo del nuevo circuito del calendario. El trazado de Nueva Delhi es precioso y ya parece haberse hecho hueco en el corazón de los pilotos. Sus cambios de nivel, sus peraltes, sus chicanes de alta velocidad y la manera en que enlaza cada curva con la siguiente, recuerdan a circuitos de la vieja escuela como Spa o Suzuka. Sin embargo, este primer Gran Premio de la India ha sido el más soso de la temporada. En mi opinión, gran parte de la culpa la tuvo el propio circuito; no por su diseño, que me parece espectacular, sino por la cantidad infame de polvo que había en el asfalto. En palabras de algunos pilotos, era como conducir sobre una pista mojada donde sólo hay un carril seco y el resto es una piscina. Como comprobó Alonso en la salida, cuando en la primera curva tuvo que frenar con medio coche por lo sucio, fuera de la trazada limpia el asfalto era una pista de patinaje, lo que le costó la tercera posición. Una pena, sobre todo porque el circuito está diseñado con la anchura necesaria en muchas frenadas para permitir diversas trazadas buenas y favorecer los adelantamientos.

Aunque no hubo grandes duelos y la tensión escaseó, fue una carrera al esprin para la mayoría de pilotos. Button volviendo a demostrar porque se merece su asiento en McLaren, trató sin éxito de poner nervioso a Vettel; pero nunca se acercó lo suficiente al alemán como para inquietarle. El que sí tuvo éxito fue Alonso, quien tras otra carrera magistral tcon el cuchillo entre los dientes, volvió a sacar lo mejor de un coche que no está a la altura del de sus rivales y, con ayuda de una estrategia bien medida, logró arrebatarle el podium a Webber. Schumacher y Rosberg también jugaron al gato y al ratón toda la carrera, pero esta vez fue el perro viejo quien se llevó el minino al agua. Espectacular fue la carrera de Alguersuari, que se volvió a colar en los puntos y les sacó los colores a Lotus Renault y Force India.

Y ahora, vamos a lo que nos interesa a todos: dos pilotos, una curva, otro fostión…

Massa y Hamilton se la tienen jurada el uno al otro y el domingo volvieron a saltar chispas entre ambos, literal. O mejor dicho, Hamilton se la tiene jurada a todo el mundo y siempre termina pagándolas Massa. Por enésima vez esta temporada el chico maravilla volvió a cagarla y cargarse al carrera de Massa. Me da igual lo que dijeran los comisarios y Pedro de la Rosa, Hamilton tuvo la culpa, toda culpa y nada más que la culpa. Massa iba por delante y por la trazada normal, no hizo ningún movimiento defensivo ni se salió de su línea en ningún momento. Entonces va Hamilton y decide meterse donde no hay sitio. Resultado: la rueda delantera derecha del McLaren golpea la rueda trasera izquierda del Ferrari; alerón roto para Hamilton; trompo, caja de cambios destrozada y penalización para Massa. Y que no me vengan con esa películas de que Massa se echó encima de Hamilton. De toda la vida en este deporte, el que va delante tiene preferencia y el que va detrás tiene que quitarse. Y punto pelota… En este caso no aplica ese nuevo pacto de caballeros que los pilotos hicieron hace unas semanas, según el cual cuando un piloto hace un movimiento defensivo, al volver a la trazada normal, debe dejar sitio suficiente el la pista para el rival. No aplica porque Massa no hizo ningún movimiento defensivo ni se salió nunca de su trazada. Lo que hizo fue frenar mucho más tarde que el chico maravilla y dársela con patatas, cosa que Hamilton no quiso creerse y, en su mundo de pin-y-pon, pensó que ya había adelantado a Massa. Creo esta es la primera decisión esta temporada en la discrepo punto por punto y sin matices con los comisarios, por lo que tiene de ridículo e inaudito y porque, si llegase a sentar precedente, a partir de ahora para adelantar, los pilotos no tendrían más que tirarse a cuchillo en cualquier frenada y esperar que el rival se aparte, abra la puerta y les ponga una alfombra roja, so pena de ser penalizados por ir delante.


Imágenes: Autosport.com y BBC Sport.