viernes, 28 de noviembre de 2008

Qué raro

Qué raro que teniendo que coger un avión dentro de un puñado de horas me dé cuenta de que son las cinco de la mañana y acabo de llegar a casa. Que raro que los minutos que me quedan para dormir algo tiendan a cero con cada letra que tecleo. Pero bueno, todo sea por no perder las buenas costumbres, la de irme al aeropuerto de doblete, o casi, y la de quedarme sobado en el asiento de clase turista antes de despegar; eso si alguna azafata capulla no decide despertarme porque mi asiento está cinco grados desviado de la vertical.

Sea como fuere, mañana a medio día me las piro para Shanghai, así que Bitácora descansará durante once días; hasta que vuelva cargado de afotos e historias, espero. . . He de confesaros que este viaje me da un poco de miedo, o respeto. Los cuatro primeros días me los voy a pasar a mi aire, solo hasta que llegue un amigote de Barcelona y luego se nos vayan uniendo algunos más. Es un pequeño reto que tenía ganas de afrontar: viajar solo. Que sí, que vale, que cuando me vine a Copenhague también me vine solo; pero estaban esperándome los del curro que, aunque no los conociese, eran una garantía de que alguien cuidaría un poquito de mí. Esta vez mi único contacto es un antiguo compañero de trabajo, chino, residente en Shanghai, muy majo, muy amable, me ha ayudado bastante con la logística; lo malo es que sólo entiendo su inglés cuando lo escribe. . . Y tengo mis dudas sobre lo que me entiende cuando le hablo; pero esa es otra cuestión.

A lo mejor alguien tiene curiosidad por saber cómo decide uno irse a China, muy fácil: improvisando. Un día te llama un amigo. Oye que mi jefe me manda unos días a Shanghai, ¿te vienes? Déjame que mire los vuelos. . .
¡Uy! Si me va a costar poco más que ir a España en navidades. Nos vemos en Shanghai, neno. Luego descubres que a esa cuidad la llaman cosas como "el París del este" o "la puta de oriente" y es inevitable, tienes que ir.

Lo dicho, quién dijo miedo habiendo hospitales. . . ¡Me voy Chinaaaaaa!!! :D

Sed buenos. Vuelvo enseguida.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Primeras nieves



¡Nieva!

Han caído, están cayendo los primeros copos del año sobre Copenhague. La Tierra ha estado girando muy rápido estos días. Tan rápido que sin apenas darme cuenta ha pasado una semana desde que os conté algo. Por suerte, la nieve tiene la extraña cualidad de hacer que el tiempo fluya más despacio. Uno mira los copos, meciéndose en aire, cayendo con parsimonia y empieza a caminar despacio, a respirar despacio, a pensar despacio. Y cuando te das cuenta estás sonriendo, que ya puestos a que el aire gélido te congele la cara, mejor con una sonrisa :)

Un grado, es lo que dice este cacharro; sensación térmica de dos coma cuatro bajo cero. Aún no es suficiente para que la nieve cuaje, habrá que esperar a la noche; pero sobra frío para que la te duela la cara cuando vas en bici. Es suficiciente para que el atardecer largo y calmado tiña de dorado las nubes cargadas de nieve, para que incedie el azul pristino que asoma entre ellas. Suficiente para que el mundo parezca otra vez limpio, fresco y puro.

Aquí aprendes a querer al invierno, a alegrarte de su llegada y sonreir ante cada imeil con olor a navidad que recibes. Aprendes que va a ser largo, que tienes que disfrutar la belleza de los mediodías en penumbra, de las noches largas alumbradas por velas, si no quieres helarte antes de llegar a sentir de nuevo el sol de primavera. Descubres que el calor y el verano no vienen de los cielos, sino que habitan todo el año en los corazones de las personas que quieres y aprecias.

Un abrazo para esas personas, para todas vosotras, para las de aquí y las de allá. Donde quiera que estéis, seguid cuidando de mi verano.


Imagen: Puesta de sol sobre un Copenhague nevado, Flemming Bo Jensen.

viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Y luego qué?


Desde el martes, Vitor, amigo y compañero de viajes y juergas, está viviendo en mi sofá. Después de un año de aventuras y desventuras, ha decidido venirse a Copenhague a buscar trabajo, un trabajo que le permita aposentarse a medio plazo y volver a disfrutar de la vida escandinava (tiempo libre, viajes y mujeres guapas).

A parte de la alegría de tener a un buen amigo en casa, de compartir cenas, largas sobremesas y cervezas, ver a Vitor estos días es como viajar en el tiempo, viajar un año hacia el futuro. En noviembre de 2009 a un servidor se le termina el contrato y, aunque aún no es preocupante, la prengunta ya revolotea por algún rincón de mi cabeza.

¿Y luego qué?

Cada vez tengo menos claro que vaya a terminar este doctorado; pero con un título más o menos en el bolsillo, las dudas son las mismas: ¿Seguir en el mundo académico o o buscarme la vida en la empresa privada? ¿Seguir en con esto de la geofísica y el petróleo o cambiar de campo? ¿Seguir dedicándome a la ciencia o volver a la enseñanza? ¿A enseñar qué? ¿Tal vez liarme la manta a la cabeza, tomarme otro año sabático y dedicarme a viajar hasta que se me terminen los ahorros o el destino me haga otra oferta que no pueda rechazar? ¿O suplicarle a alguna ONG que me deje jugarme el pellejo repartiendo paquetes de harina en el Congo? ¿Y si me busco un trabajo de camarero a media jornada en Islandia y me dedico a escribir, escribir y escribir y pasear por los glaciares y fiordos, hasta que sea rico y famoso?

La pregunta ya está ahí. Un ruido sordo en el fondo de la cabeza antes de dormirme. ¿Y luego qué? Y digo qué, no digo dónde. Dónde será una consecuencia más que una causa. Pero, calma y tranquiliad, aún queda un año. Y aunque sé lo rápido que pasa un año, también sé cuánto puede cambiar todo en un par de meses, en un par de días; tal vez la pregunta se responda a sí misma en el momento menos pensado. Además, como dice el colega Vitor: "Lo bueno de las personas como nosotros es que tenemos miedo al riesgo cero. Y eso nos hace ver las puertas donden otros sólo ven muros." Confío en que tenga razón. . .


Imagen: Vitor y un servidor mirando al futuro (Autofoto en Nara, Japón).

lunes, 10 de noviembre de 2008

Ya está liada. . . Otra vez :D


Your flight :
Copenhagen - Shanghai
Friday 28 November 2008
AF1451 - Tempo 13:10 Copenhagen, Copenhagen Airport (CPH), DENMARK - Terminal 2


Last check in time : 12:40

15:10 Paris, Charles de Gaulle (CDG), FRANCE
Operated by : Air France Aircraft : A 319 Meal(s) served on board :
Meal
Class : L Duration : 02h00, non-stop Allowance : 20 kg
Friday 28 November 2008
AF112 - Tempo 15:55 Paris, Charles de Gaulle (CDG), FRANCE - Terminal 2F


Last check in time : 14:55

09:55 Shanghai, Pu Dong (PVG), CHINA
Operated by : Air France Aircraft : 777200 Meal(s) served on board :
Meal Breakfast
Class : N Duration : 11h00, non-stop Allowance : 20 kg

Your flight :
Shanghai - Copenhagen
Sunday 7 December 2008
AF111 - Tempo 23:45 Shanghai, Pu Dong (PVG), CHINA - Terminal 1


Last check in time : 22:45

05:30 Paris, Charles de Gaulle (CDG), FRANCE
Operated by : Air France Aircraft : 777200 Meal(s) served on board :
Meal Breakfast
Class : N Duration : 12h45, non-stop Allowance : 20 kg
Monday 8 December 2008
AF1750 - Tempo 07:15 Paris, Charles de Gaulle (CDG), FRANCE - Terminal 2D


Last check in time : 06:45

09:10 Copenhagen, Copenhagen Airport (CPH), DENMARK
Operated by : Air France Aircraft : A 319 Meal(s) served on board :
Breakfast
Class : L Duration : 01h55, non-stop Allowance : 20 kg


Imagen: BigYellowTaxi.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Sin tiempo

Ahora os voy a contar millones de cosas del fin de semana pasado. Millones de cosas que se han ido multiplicando a lo largo de esta semana, dejándome sin un segundo para sentarme a escribir. Mea culpa. . . Ni siquiera me han quedado horas que robar, ni fuerzas para acecharlas en la noche.

Todo empieza el viernes cuando me invitan a una fiesta en el estudio de arquitectura donde trabaja una amiga. El motivo de la fiesta, ni idea. Empezaba a las tres de la tarde; están locos estos daneses. Haciendo un esfuerzo, aparecimos a las siete; antes no son horas decentes de ir a ninguna fiesta. Allí que me encuentro un montón de comida: jamoncito, chorizo, queso, salchichón. . . Increble pero cierto. . . Y algún vino decente amén de las inevitables cervezas. Todo ello amenizado por cuatro tipos que se habían traído las guitarras, la harmónica, el violín y todo cacharro susceptible de produccir sonidos con cierto orden y harmonía que tuviesen por casa. Buena música y cena gratis,
¿qué más se puede pedir? Pues, por ejemplo, que después de la fiesta, unos cuantos y muchas risas terminar en una fiesta de Halloween islandesa. Los islandeses, como todos los escandinavos, están locos, pero estos lo saben, les gusta y es contagioso. Ese bar lo tengo desde hace semanas en la lista de sitios a donde ir cuando todo te da igual y tienes ganas de reir.

Con estos antencedentes entenderéis que el sábado no fue un día muy productivo. Un poco de limpieza, hogareña y personal, un poco de lectura, entrenamientos de Fórmula 1 y hacer la compra para la fiesta de la noche. Hacía mucho que no liábamos ninguna en casa. Así que, para celebrar que llevamos un año en el apartamento decidimos juntar a una docena larga de amigotes, cosas poco salubles para picar, unos que traigan menta, otros limas, alguno agua con gas, ron, por favor, no os olvidéis del azucar moreno y hielo que no falte. . .
Listo: fiesta de mojitos. En mi vida había preparado uno, el sábado me pasé tres horas haciendo mojitos. Os garantizo que la primera ronda era imbebible; pero a partir de la cuarta generación no tenían nada que envidiarle al mojito medido de sábado por la noche, y la séptima y la octava en el Vaticano están pensando en añadirlas la final de la lista de los siete pecados capitales.

Domingo. Llega el gran día. Se limpia en un plis el cristo de la noche anterior y nos sentamos todos juntos a ver la la últimísima carrera con las bocas llenas de patatitas y palomitas. Ya sabemos todos lo que pasó en Brasil, y ahora no quiero recordalo. Termina la carrera y salimos pitando. Bicis, guantes, abrigos, entradas. . . ¡Concierto!

Aunque un servidor los descubrió hace un par de semanas, ellos "inventaron" eso que llaman post-rock allá por el 95. Es lo que está sonando mientras escribo esto, y lo que lleva saliendo del iPod desde que los descubrí. Os dejo con ellos:

MOGWAI - Auto Rock (Imágenes de Ergo Proxy)



P.S.- No he encontrado ningún video en directo con un sonido decente; pero aquí os dejo otra de las canciones me abraza las neuronas estos días:



P.P.S.- Fijaros si se me enredan las cosas que empecé a escribir ayer a eso de las seis de la tarde y he terminado por piblicarlo a las siete de la mañana después de andar toda la noche. . . Bueno, después de toda la noche, ¿vale?

lunes, 3 de noviembre de 2008

Interlagos 2008: Un podium triste

En lo más alto, Felipe Massa, lo hizo todo bien y le salió todo mal. Fin de semana perfecto: pole, vuelta rápida y victoria; pero no fue suficiente. La lluvia que cayó en la ultima vuelta empapó sus sueños de campeón.

En el segundo escalón, Fernando Alonso, demostró con una carrera magistral quesigue siendo el mejor; aunque ya no sea el Campeón más joven de la historia porque el record se lo arrevataba su archienemigo gracias a otro golpe de suerte inudita.

Tercero, Kimi Raïkkönnen, que este año parece haber perdido algo más que el número uno que se ganó ha pulso el pasado. Parece haber perdido la garra necesaria para llevar el mejor coche de la parrilla al sitio que le corresponde.

Un podium triste. Un podium con tres personas que ayer perdieron algo. Un podium donde ninguno tenía nada que celebrar; sólo les quedaba el orgulló de saber que dieron lo mejor de sí mismos, magro consuelo cuando la fortuna se tuerce en la última vuelta. Es triste que una de las mejores carreras de la temporada, y sin duda la más emocionante, termine de manera tan injusta. Una carrera para la épica, para que los aspirantes dieran lo mejor de sí cara a cara. El escenario perfecto para un duelo que no llegó a ocurrir; el deporte no es justo cuando la suerte arbitra.

Alejado de toda aquella tristeza, estaba el chico maravilla, saltando, gritando, recibiendo abrazos y felicitaciones de familia y amigos. Ayer no estuvo a la altura. Ayer no se mereció el campeonato. No fue que jugase a ser conservador, simplemente no dio la talla. Mientras Alonso aguantó a Kimi pegado a su difusor durante diez vueltas, Hamilton no fue capaz de contener a Vettel. Mientras Massa hacía una vuelta impecable tras otra, él patinaba sobre mojado y quemaba las ruedas sobre seco. Lewis mendigó puntos en Intelagos y el dios de la lluvia se apiadó de él, como hizo en Mónaco, regalándole unas gotas de agua en el momento más oportuno. En esa última vuelta que dio al traste con la apuesta de Toyota de aguantar el chaparrón con los neumáticos de seco. Esa última vuelta en que Timo Glock no pudo hacer otra cosa más que quitarse de en medio y regalarle a Hamilton el campeonato que no supo disputarle a Massa ni defender frente a Vettel.

Y más triste aún fue día para David Couldhart, que se despidió de la Fórmula 1 en la primera curva. Una forma injusta de terminar catorce años como piloto. Catorce años de carreras que lo colocan en lugar digno entre grades pilotos como Alesi, Berger o Frentzen, que sin haber ganado ningún campeonato, han hecho este deporte apasionante.

Así termina esta temporada, este campeonato que se ha decidido más por los errores que por los aciertos. Una temporada que ha sido apasionante porque los tipos con verdadero talento o se han retirado o no tuvieron coche para pelear. Visto como empezó el R28, queríamos que pasase rápido, y ya ha pasado. La temporada 2008 es historia, la 2009 empieza hoy. Esperemos que Fernando, decida lo que decida, tenga un coche que esté a su altura y podamos volver a disfrutar viéndolo demostrar cómo gana un Campeón.

Ahora me toca despedirme a mí, con penita, como siempre que se acaba una temporada, como siempre sin saber que os voy a contar los lunes por la noche de aquí al 29 de marzo. . . Un abrazo y gracias a todos por compartir conmigo la afición por la Fórmula 1. Es hora de meterme en cama, a ver si me olvido de quién llevará el año que viene el número uno y me duermo pensando en el doble adelantamiento de Melbourne, en el que le cayó a Weber en Mirabeau, en la magia sobre mojado de Silverstone, Spa y Monza, en la inesperada victoria en Singapur, en el contundente triunfo en Fuji, el carrerón que Alonso hizo en Shanghai y el podium bizarro que nos regaló para cerrar la temporada. Con coche o sin él, el neno nunca se ha arrugado, carrera tras carrera ha hecho milagros. Y no s¡olo él, Kubica y Vettel prometen darnos grandes momentos en el futuro. Pero esa es otra historia. . .

El año que viene más. Nos vemos en Melbourne.



Imágenes: TheF1.com y Autosport.