miércoles, 16 de noviembre de 2011

Abu Dhabi 2011: Un año después

Pensarlo es tan inútil como inevitable. Viendo a Alonso celebrando el podium del domingo, no pude dejar de soñar por unos instantes, no pude dejar de imaginarme que estábamos en 2010 y el neno se proclamaba tricampeón. Pero no, estamos en 2011 y lo que Fernando celebraba era un segundo puesto, y no es para menos, que este año el podium se vende caro. Muy caro. Tanto que para conseguir el trofeo que le faltaba en la colección hizo falta que se alineasen algunos astros y a otros los puso él en conjunción a golpe de vueltas rápidas.

Tan inexplicable como bienvenido fue el abandono de Vettel en la primera curva. Aún nadie tienen claro porqué su neumático trasero derecho se desinfló de golpe. Lo que sí está claro es que, además de por ese guiño de la fortuna, Alonso se labró el podium en primera vuelta. Otra frenada espectacular en la primera curva lo puso delante de Webber. Luego se tiró a cuchillo a por Button. Sin contemplaciones, a la primera de cambio, ¡zas!, rebufo y hachazo. A mitad de la primera vuelta ya estaba segundo. El resto de la carrera fue un tira y a afloja entre él y el chico maravilla. Mucha tensión y escaso espectáculo, con la diferencia entre ellos oscilando entre los dos y los cinco segundos, con el resto de la parrilla incapaz de seguir su ritmo. Al final, Ferrari jugo lo mejor que pudo sus cartas tratando de ganar la partida en la última para en boxes; pero la delicadeza del F150 con las gomas no fue suficiente para compensar la velocidad de los neumáticos nuevos del McLaren. Y no, no creo que los doblados tuvieran nada que ver. Alonso perdió entre un segundo y segundo y medio en su parada en boxes por culpa de un HTR; pero aún así no hubiese sido suficiente para salir por delante de Hamilton. Es más, aunque se hubiese dado la casualidad, el ritmo el McLaren con las gomas duras hubiese puesto a Alonso en serios aprietos para defender el liderato. Ambos hicieron una carrera magistral y sin errores. Una pena que el Ferrari siga sufriendo tanto para calentar las gomas en las primeras vueltas y sacar rendimiento de los compuestos duros.

Mientras delante se mascaba la tensión, por detrás nos ponían el espectáculo. Massa, Webber y Button lucharon a brazo partido por el tercer puesto. Button sin KERS, Webber con una estrategia arriesgada para compensar un problema en su primera parada en boxes (no fue el día de Red Bull) y Massa sufriendo con un alerón delantero anticuado. Al final fue Button el que se llevó el gato al agua, aguantando las embestidas de Webber y haciendo otra carrera inteligente.

Por lo demás, vimos la ya habitual, y no por ellos menos emocionante, riestra de duelos y adelantamientos entre los coches de media parrilla. La mezcolanza de estrategias y las dos rectas de Yas Marina pusieron los ingredientes para el espectáculo. Espectáculo que a menudo fue un tanto surrealista, como el duelo que Alguersuari y Maldonado se empeñaron en continuar mientras Hamilton y Alonso trataban de doblarlos. El mexicano y el barcelonés se ganaron una merecida penalización, además del tiempo que perdieron ellos, y que hicieron perder a los otros dos, por hacer el canelo. No sé que pasó este domingo con los doblados. Salvo contadas excepciones, este año, su comportamiento estaba siendo ejemplar; pero en Abu Dhabi les salieron rabos y cuernos y se dedicaron a hacer la vida imposible a la cabeza de carrera. Luego llegaron los comisarios y se pusieron a regalarles drive throughs con criterios bastante aleatorios.

En resumen, un Gran Premio con tensión en las cabeza, emoción en medio y caos en la cola. ¿Qué más se puede pedir a estás alturas de la temporada? A sí, una victoria de Alonso… Complicado va estar en Brasil; pero lo mismo pensaba de Abu Dhabi y ya ven ustedes: casi…


Imágenes: Autosport.com.

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