jueves, 4 de mayo de 2006

Ha salido el sol!

Qué pasada... Por fin he podido salir a la calle en camiseta, a mediodía eso sí; pero por algo se empieza. Hoy me he dado el gustazo de comer tirado en un prao en camiseta (la camiseta la llevaba un servidor, no el prao). Buah! Y los veinte minutos de siesta que me eché luego, con el estómago lleno y sol calentándome la barriga, no tienen precio.

Ya sé que no es gran cosa; pero estamos a cuatro de mayo y ya estaba hasta los voluverables (Gracias a Terry Prattchett y su traductor por algunas palabras maravillosas.) del frío. Qué cuando me vine por ahí ya empezaba a hacer calorcillo y aquí aún era invierno. Teníais que ver cómo disfruta esta gente de algo tan sencillo como un poco de buen tiempo, hasta les cambia la cara. Y la verdad, es que no me extraña, después de haber estado a veinte bajo cero y con seis horas de luz (por llamarla algo) durante todo el invierno.

Bueno, me las piro, que hasta que anochezca aún pillo un buen rato de sol.

4 comentarios:

  1. eeeyyyyy, muy bien!! la siesta : esa gran desconocida por esas tierras. A ver si se la enseñas a estos vikingos barbaros y pierden un poco de esa inhumana capacidad para el trabajo y se hacen mas...mediterraneos (?).

    voluverables == producto de la gallina? el idioma se me atasca......

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  2. Anónimo5/5/06, 6:40

    Buah,que son veinte bajo cero pa ti.
    Yo que pensaba que eras potisimo

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  3. Anónimo5/5/06, 9:34

    Jejejeje, 20 bajo cero... Ya me contarás cuando los vivas, esa sensación de que se te hiela el aliento ya al salir al descansillo de casa será imborrable de tu memoria...
    Pero bueno, de momento disfruta de la primavera (más bien verano), de la bici y del sol!!
    Lo de la siesta los nortenyos lo aprenden enseguida, así como a decir "sí home sí".
    Venga, un besín y a ver si alguna vez coincidimos por Asturias... o Berlin-Copenhagen

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  4. Con que se hagan cantábricos me conformo. Y sí los voluvelables son el equivalente al profucto de la gallina. El chiste está en "Guardias? Guardias!" de Terry Prattchett; la cosa es que, como todo el mundo sabe, solo se puede matar un dragón si le aciertas en los puntos voluvelables. El señor P no hace explícito en todo el libro cual es la ubicación de dichos puntos;pero los protagonistas parecen tenerlo muy claro...

    Coincidimos seguro Isa, me juego lo que quieras a que ye más fácil que encontrar el primer día que estuve aquí a alguien de Gijón (que no conocía de nada) y que resultase que teníamos amigos comunes, y ya me ha pasado, asinque...

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