miércoles, 11 de octubre de 2006

La cultura del miedo

Nuestra vida cotidiana está llena de ejemplos. Podréis encontrar más cada vez que encendáis la tele o habráis un periódico. Pero hay una situación en la que no sólo lo siento o lo huelo, como un tenue hedor al que uno podría acostumbrarse hasta no percibirlo, no, cuando entro en un aeropuerto me golpea en la cara, una sonora bofetada imposible de ignorar.

En un principio podríamos tomarlo como otra de las muchas estupideces de nuestro mundo, lo cual es bastante grave; pero ya nos vamos acostumbrados. Os acordáis de aquel control de seguridad del aeropuerto? Aquel al que llegué a carreras saltándome la cola cuando iba camino de Helsinki. Pues resulta que cuando viajo suelo llevar conmigo un pequeño destornillador de relojero. No es fetichismo, ni morbo, ni nada de eso. Lo que pasa es que uno de los tornillitos de mis gafas tiene la mala costumbre de aflojarse y dejar caer el cristal izquierdo. Por culpa de ese hábito suyo tan molesto llevo el destornillador, para enseñarle quien manda y ponerlo en su sitio. Es un riesgo? Claro! Alguna vez tenía que pasar que el segurata de la maquina que todo lo ve, estuviese despierto y detectase el objeto sospechoso en mi equipaje de mano. Pues tocó aquel día. Con un alarde de buenas maneras, le expliqué al buen hombre que, a pesar de la chaqueta militar, el palestino, los pelos largos y la barba, no tenía intención alguna de secuestrar el avión con el susodicho destornillador y le hice una detallada demostración de su verdadera utilidad. Por supuesto no coló. Normas de la Unión Europea, me dijo. Ya, ya, si ya sé que sólo estas haciendo tu trabajo, majete. Gracias de todas maneras por dejarme llevar el bolígrafo asesino de punta de acero y mi cinturón para estrangular copilotos favorito. Buenas tardes. Ah! Por cierto, chavalote, soy Cinturón Negro 4 Dan de kung-fu, llevó veintidos años entrenando y, llegado el caso, no necesito un puto destornillador para secuestrar un avión.

La cosa no iría más allá de lo anecdótico, si no fuese que, una vez pasado el control, en los cientos de tiendas de la terminal, cualquiera puede comprar millones de artículos para matar más y mejor. A saber: juegos de manicura (con sus cortauñas, tijeritas y limas de formas sospechosamente parecidas a las de un cuchillo), bastones, paraguas, qué me deciis de las botellas? Una botella rota es un arma que te cagas. Pero lo más ridículo de todo, es que también te puedes encontrar navajas suizas y cuchillos de monte!

Estúpido? Muy estúpido, de hecho. Uno podría encogerse de hombros y ponerlo en la LLCDQNGSTC, más conocida como "Larga Lista de Cosas que Demuestran que Quienes Nos Gobiernan Son Tontos del Culo." Claro, que esta muestra de estupidez es demasiado general. Si la cosa sólo ocurriese en Barajas no habría problema; pero ante tamaña muestra de estupidez globalizada, barrunto pufo. Quiero decir, creyendo que la distribución de inteligencia en el universo es homogénea, y aún sabiendo que un alto porcentaje de gobernantes es tonto del culo, también sabemos que detrás de ellos hay otros trincando pasta como cerdos que no tienen de tontos ni los pelos del culo. Así que, hace tiempo que alguno debería de haberse dado cuenta de la tontería y solucionarla; pero no sólo no lo hacen, sino que cada vez insisten más en ella. Conclusión: no puede ser fruto de la estupidez. Debe haber alguna otra razón para perpetuar lo que todos nos damos cuenta de que es una inútil gilipollez a escala mundial.

Vale, estoy de acuerdo en el mundo tiene un problema. Que sí, que hay unos tipos que se dedican suicidarse y llevarse con ellos al otro barrio a todos los que pueden. Necesitamos protegernos? Seguro. Pero desde luego, medidas como las que vemos en los aeropuertos no sólo son inútiles en ese sentido, sino que no tienen ese propósito, igual que muchas otras. Su único objetivo es hacernos sentir el regusto del miedo. Enfrentarnos durante unos segundos a la posibilidad de la muerte. Generar en nosotros la necesidad de ser protegidos y convencernos de que alguien está haciéndolo, de que alguien vela por nuestras vidas y que sin ellos los bárbaros malos volverán a arrasar el imperio. Porque una vez que estás bien asustado, es fácil convencerte de que cambies tus libertades, tu intimidad, tu deber de defenderte tu mismo, por un poco de seguridad. La iglesia (me refiero a la institución, así que debería de ir con mayúsculas; pero no me sale de las narices), la iglesia, decía, se inventó el infierno para asustarnos con lo que podría pasarnos si vivíamos según sus normas. El mundo occidental se ha inventado el terrorismo internacional para justificar todo tipo de abusos, a escala personal y contienetal. Y sí, he dicho inventado. Y sí, no me olvido de que han muerto muchas personas, y sé que lo que yo lo siento por cada una de ellas no es nada comparado con lo que llevan dentro sus madres, hernamos, amigos, padres, novias, hijos, amantes y un largo etcétera; pero en el mundo mueren a lo largo del día muchas personas, por motivos y de formas más crueles, y no veo a ninguno de esos autoprocamados adalides del mundo libre (o al menos iba camino de ello hasta que llegaron) poner el grito en el cielo, ni mucho menos mover un puto dedo.

Haciendo una mierda de estadística con los muertos (las estadísticas con muertos siempre son una mierda), nos damos cuenta de que nuestro problema es muy pequeño comparado con el que tienen otros (veis como es una mierda). Y no me malinterpretéis, cada vida es sagrada y habría que acabar con esto aunque sólo hubiera muerto una persona y fuese lo peor que ha parido madre. Pero alguien está sacando las cosas de quicio. Asustándonos con un enemigo frente al que nos sintamos pequeñitos, impotentes. Quieren que delegemos en ellos toda la responsabilidad, todos los derechos que tantos otros muertos costó conquistar.
Porque son los únicos que saben lo que hay que hacer, los únicos que pueden salvarnos.

El primer mundo se inventa amenazas para monopolizar el uso de la fuerza a nivel mundial, para justificar su empleo en aras de intereses mezquinos. Explicadme, cómo sin un enemigo a nivel global como lo fue la URSS, puede el mundo occidental justificar sus desorbitados presupuestos armamentísticos, esas fábricas de armas que dan de comer a tanta gente y generan tantos billones de beneficio. A quién apuntamos ahora con todos nuestros misiles?

Estamos construyendo una cultura del miedo. Miedo a que, si no haces caso a los mezquinos que hablan por boca de tontos del culo, tus priviligios como habitante del primer mundo mundial se los van a comer unos señores malos con turbante. Miedo a que un día ya no puedas seguir cerrando los ojos ante todas esas personas que llaman a tu puerta desde lugares muy lejanos, reclamando lo que les hemos estado robando durante siglos. Algunos suplican hambrientos, otros, hartos, se han vuelto fanáticos medio locos escuchando las voces de sus propios tontos del culo, esos ya no van a atender a razones. Nosotros tampoco lo hemos hecho. Y ahora qué? Miramos a los tontos del culo suplicando librennos del mal, señores. Amén.

Ellos encantados, como siempre, tienen la solución:

Construiros vuestra propia carcel, se llama MIEDO y no tiene rejas.

5 comentarios:

  1. Joé, tron, ¿de verdad eres cinturón negro o era un farol?

    Tienes razón en casi todo. A mí una vez en un avión no me dejaron pintarme las uñas porque el esmalte es ¡inflamable! y lo tuve que guardar. Era un vuelo de la LOT Polish, donde por cierto no te dan más que bebidas alcohólicas (lo juro). ¿El vodka no es inflamable? Porque ya puestos... a mí no se me había ocurrido incendiar el 'vión, pero ya que me dieron la idea me puse a confabular.

    Lo que planteas da para mucho. Pero una de las cuestiones más delicadas es: ¿y quién nos gobierna? ¿y por qué son tontos del culo? (y lo digo con conocimiento de causa, no en vano estoy en vías de convertirme en algo parecido a un asesor del gobierno). Varias cosas:

    1. El capital. El dinero, las empresas, las multinacionales. Todo ello en un contexto de crisis de la soberanía del estado y transformaciones múltiples.

    2. El riesgo de la sociedad civil y la gobernanza. Porque ahora se ha puesto de moda la sociedad participativa (que está guay), y la toma de decisiones en red, aquí participamos todos y mola kilos. Y no está mal, pero ya decía un flipadillo (citas biblio otro día) que el consenso encierra en sí una trampa: se difuminan las responsabilidades, caemos en la demagogia, no se gobierna, se toman decisiones como parches. Todo ello en detrimento de la burocracia + política profesionales (que pa' todo en esta vida hay que ser profesional).

    3. ¿Tenemos los políticos que nos merecemos? (Para ésto no tengo respuesta todavía). Los políticos emanan de la sociedad, son reflejo de ella... ¿o no? el hecho de que sea ministro de industria (por cierto que cuando juró el cargo dijo de justicia porque se coló) un anestesista, ¿significa algo de la sociedad que somos? ya digo que no sé qué pensar. A veces me parece que los americanos se merecen a Bush. cuando se presentó la primera vez en el 2000 (todos recordamos el encarnizado duelo bush-al gore, en el que las primarias fueron un poco-bastante turbias). En Europa nos escandalizaba que un palurdo de ese calibre, con un pasado de drogas y pésimo estudiante pudiera tener tanta popularidad. Pero ganó. Y volvió a ganar. Gobernó y gobierna como era de esperar: con el culo.

    La paja en el ojo ajeno... ¿Y en Europa? ¿Nos merecemos lo que tenemos? ¿Dónde están, por el amor de dios, dónde están los grandes políticos, dónde está Suárez, Azaña, Gil Robles, Adenauer, me da igual del palo que sean, grandes profesionales de la política?

    ¿Quién promueve el miedo y por qué? Por qué, es fácil: la sociedad acojonada es más dócil y más sencilla de gobernar. Los derechos+libertades son súper incómodos. Y creo que de esto entiendo una mijina. No os podéis imaginar la cantidad de normas que existen para garantizar los derechos. Puede que el ciudadano medio no lo perciba, pero puedo asegurar que el 80% de la normativa tiene una finalidad garantista. Hay sectores enteros del ordenamiento jurídico que existen para eso. ¿El resultado? Que es complicadísimo hacer cualquier cosa. farragoso, lento, pesado, arriesgado. Sería más fácil gobernar sin trabas. En ocasiones sería incluso más eficaz, todo hay que decirlo.

    Bueno, el tema da para mucho pero intentaré abreviar.

    Las amenazas sirven a nivel mundial, pero no te engañes, Iván, es mucho más mezquino que todo eso. Se inventan amenazas para proteger el jardín de su casa. El mundo mundial de fuera se la pica, ni saben que existe algo así. Quieren tranquilidad en su casa con su santa y la becaria en el despacho debajo de la mesa. Si hay amenaza terrorista yo puedo restringir libertades en casa, y eso sí que mola. Puedo gobernar como me salga del culo, puedo, por ejemplo, saltarme la publicidad en un procedimiento de contratación para hacer negocios con mi primo (y llevarme parte), puedo ampararme en las "razones de seguridad nacional" para hacer documentos secretos y, en definitiva, llevarme el gato al agua.

    Y ya que estamos con el rollo económico, el petróleo, y la industria armamentística, que es un negocio de pm, y que mientras tengamos a los africanos matándose unos a otros no nos van a venir a liar la que nos merecemos que nos líen.

    En fin,un follón. Pero, vamos, que yo creo más bien poco en la teoría de la conspiración. Creo que la mayoría de los políticos y gobernantes son gente CUTRE, movida por motivaciones CUTRES, chabacanas, paletas, mezquinas, no podemos imaginar hasta qué punto.

    Y eso es lo deprimente. Que nos gobiernan ineptos. Que no se preocupan por el bienestar general. Que no hay altruismo, que no hay valores en las altas esferas (¿y en la sociedad? ¿acaso no prima -cada vez más- el individualismo?)

    Un lío, francamente. Voy a reflexionar sobre esto, pero otro día. Es demasiado tarde pa' mí y mañana no olvides que tengo que levantarme para ver EL DESFILO MILITAR!!!!!!!

    Un beso, phi.

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  2. La última vez que fuy a Dinamarca,el Diciembre pasado, de regreso a Barcelona me hicieron dejar un encendedor, pq tenía dos más, pero curiosamente no me dijeron nada sobre unas pinzas terminadas en punta afilada,que por descuido no guardé en la maleta.
    Ese mismo día, teníamos que hacer escala en París, y los franceses debieron verme cara terrorista, me hicieron quitar los zapatos,los miraron y remiraron, además de cachearme; En cambio a Sebastian, mi novio, ni se lo miraron...

    Un abrazo:
    /Laia

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  3. Pos sí, Phi, es verdad de la buena. Faroles en esta web me marco los justitos ;)

    Pedazo comentario, colega. Ahora sí que nos ha quedao claro. Je je. Las teorías de las conspiraciones, tampoco soy partidario de ellas; pero en este caso ocurre como en con la censura en la prensa, que la hay aunque nos parezca que no. No es tipo estandar de censura, donde un tipejo se siente en sótano mal iluminado a leer y recortar todo lo que cae en sus manos, no, son los propios medios los que se censuran a si mismos. No hace falta que nadie lo haga por ellos. La educación, el adoctrinamiento, que hemos recibido es suficiente para que la mayoría de periodistas (que también son un producto del mundo en el que viven), midan sus palabras y las ajusten de buena gana a la corriente general; sin llegar nunca a plantearse preguntas o elevar argumentos muy alejados de la media. Con esta conspiración pasa lo mismo, no se necesita una cabeza maquiavélica que mueva los hilos. Ya se ponen de acuerdo los gobiernos ellos solitos gracias a la mierda de valores de nuestros políticos.

    Bueno, pues ya nos contarás tus reflexiones sobre el desfilo.

    Cuanto tiempo, Laia! Lo peor de lo que cuentas ya no es que te lo requisen con argumentos estúpidos y aleatorios, es que uno no tiene posibilidad de recuperar sus cosas después, aunque sea un simple mechero, pero coño es MI mechero. En fin...

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  4. La manipulación en los medios. Cuando hubo todas las movidas contra la guerra de irak, hace tres años, había manifestaciones de forma casi constante, ¿recordáis? Pues bien, un buen día, patrón de la uni de Zgz, se convocó una concentración silenciosa en el Paraninfo. Había estudiantes y muchísimos profesores etc. Vinieron los antidisturbios. Nadie decía nada, nadie hizo nada. Yo estaba allí (no en la concentración, venía de currar), y vi con mis propios ojos cómo cogían a un par de tíos al azar, los tiraban al suelo y les daban una paliza. Los metieron llenos de sangre en la lechera y se los llevaron. No lo podía creer.

    En las noticias de aquel mismo mediodía sacaron lo siguiente: en Bcn, unos grupos de "radicales" se habían dedicado a incendiar Macdonalds y agredir a los polis. Lo típico. Sacaron esas imágenes (de Barna). La imagen siguiente era la de la paliza en Zgz a un chaval que no había hecho NADA, y que estaba nomás en una concentración silenciosa. Superpusieron las imágenes de manera que no se veía el Paraninfo, parecía que todo había ocurrido al mismo tiempo en Barcelona.

    Soy más bien poco radical y más bien pro-instituciones etc. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos os juro que no lo creería. Pero fue así.

    Sí hay manipulación y censura. Y mucha.

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  5. No te extrañes. Si es que tu con esas pintas de verdad es que das miedo, jeje. Menos mal que dentro de poco estoy ahi para darte una patina de credibilidad y formalidad.

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