miércoles, 15 de junio de 2011

Montreal 2011: justo ese día

Como viene siendo habitual en las últimas temporadas, cada vez que llueve, al circo de Maranello le crecen los enanos. Empezando por la lluvia misma. Justo en la primera carrera de la temporada en que los Ferrari lucharon por la pole y tenían una clara opción de victoria, justo ese día, llueve. Justo en el circuito en que el Ferrari no tiene problemas para calentar los neumáticos, toma agua fría. Justo el día que Alonso no necesitaba loterías, la carrera se convirtió en una tómbola. Por si fuese poco, por algún motivo inescrutable, la dirección de carrera decidió que la salida iba a ser con coche de seguridad. ¿Por qué? Ya no llovía y la pista estaba secándose. Además, también deshabilitaron el alerón móvil, no fuese a ser que Alonso adelantara a Vettel por descuido. . .

Ferrari también puso su granito de arena en la catástrofe. Cambiaron los neumáticos de Alonso, de mojado a intermedios, dos vueltas antes del diluvio. ¿No lo vieron venir o qué? Semejante tormenta no pudo haber cogido por sorpresa a los meteorólogos rojos. Qué más daba que Button fuese como un tiro con intermedios, el que importaba era Vettel, que era el que iba delante. No sé que estaban pensando cuando tomaron la decisión; a lo mejor lo mismo que en Abu Dhabi. . . Para más inri, cuando rodaban otra vez detrás del coche de seguridad, Ferrari vuelve a cambiarle los neumáticos a Alonso, con lo que pierde un puñado de posiciones más; todo de forma innecesaria, porque en la vuelta siguiente, sacan bandera roja y la carrera se detiene. Entonces todo el mundo pudo cambiar sus gomas sin perder posiciones. ¿Qué pasó, la dirección de carrera tampoco vio la que iba a caer? ¿Necesitaron cinco vueltas para darse cuenta de que no iba a parar? A los meteorólogos, los rádares y toda la jaitek molona la deben de tener de adorno, como Ferrari. Aunque, como dijo Domenicalli, todo aquello fue bastante irrelevante, porque Button terminó ganando la carrera después de hacer seis paradas.

La puntilla a la carrera un detalle minúsculo, que en cualquier otro momento hubiese pasado inadvertido, pero que tratándose de Alonso se amplificó hasta la catástrofe, para mantener el equilibrio por todos esos errores que no comete. Button se pasa de frenada, le da un toquecito al Ferrari y éste hace un trompo. Button sale ileso. El Ferrari se queda empanzado en el piano. Fin de la carrera para el asturiano. Alonso, y con él medio mundo, nos quedamos con cara de bobos, mientras, Button gana la carrera. Lo que más me toca los cojones es que, encima, no penalizaron al inglés. Y conste, que la victoria de Button es mejor para las aspiraciones de Alonso al título que si hubiera ganado Vettel; pero qué paso con la mano de hierro de los comisarios. De repente en Montreal valía todo. Hamilton se lleva por delante a Webber y luego trata de adelantar a Button por donde no hay sitio; pero no pasa nada, tampoco hay penalización para el chico maravilla. Button echa a Alonso de la pista, y no hay ninguna duda de que es culpa suya, pero los comisarios deciden que lo que hasta ahora fue sancionable en Canadá fue sólo un incidente de carrera. Tampoco consideraron que Karthikeyan tuviese nada que ver en el accidente de Massa. Por lo que un servidor sabe, son los doblados los que deben dejar la trazada libre a quién les dobla; pero el indio decidió que no se iba a quitar, que en lo mojado se iba a meter Massa, porque a él le daba la risa. Eso también fue un incidente de carrera. Lo que sí consideraron necesario penalizar fue el toque de Di Resta a Heidfeld. A Heidfeld no le pasó nada. Di Resta rompió el alerón y se comió un drive through. Tal vez, si hubiese ganado la carrera. . .

No sé lo que vieron ustedes el domingo, pero un servidor vio una comedia barata sin pies ni cabeza. A las sabias decisiones de Charlie Whiting y asociados, se añadió la desastrosa realización, que se olvidó de enseñarnos las paradas en boxes y consideró que los adelantamientos era mejor verlos repetidos, sólo repetidos, en directo no enseñaron ni uno. Así que, a parte de la lluvia de despropósitos que ahogó a Ferrari, no tengo nada claro que fue lo pasó el domingo en Montreal.

P.S.- Y no, no se me ha olvidado de la Rosa. Gratísima sorpresa verlo otra vez compitiendo; pero gracias a la wonderfulosa realización tampoco me enteré de cómo ni por qué se le escaparon los puntos.


Imágenes: Autosport.com.

4 comentarios:

  1. Buf, ya es mala pata...porque durante días hizo un tiempo fantástico...y ese día cayó literalmente la de dios...dicen que no es normal que llueva así por allí y menos por esa época. Me debía haber olido que había F1 por el medio :-P Debe ser gafe :D

    Life's

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  2. Así que fue culpa tuya por andar por alli. . . :p

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  3. :P Pues no lo había pensado, pero va a ser que así...jodo la F1 y el ordenador de mi amigo peta unos días después de yo irme (a mí me petó el antiguo y el nuevo en menos de dos meses de separación) :-) :-)...prepárate... que voy a CPH :-D

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  4. Nooooo. . . Quedate una temporada por allá, que ahora que mi jefa vuelve a quereme y la vinkinga se muda a CPH, no es momento de jugárnosla. . . ;)

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