miércoles, 3 de marzo de 2010

Apatía


Hace unos instantes estaba de pie, mirando por la ventana de mi habitación. Hace un día soleado, frío, precioso y he decidio quedarme a trabajar en casa; muy duramente como podéis ver. Mientras veía pasar la vida por mi calle, barruntaba qué demonios iba a escribir aquí hoy, una semana y un día desde la última vez. Y eso no es bueno. No es bueno que tenga que pensar qué voy a escribir. No es bueno que las ideas e historias no me asalten la cabeza e insistan para que las teclee. No es bueno. . .

Pensaba, hace un rato mientras contemplaba coches y bicis pasar bajo mi ventana, y ayer cuando cerré el libro y me quedé unos minutos alternando miradas entre escritorio y la cama, ganó la cama, que si no hay historias que contar es que mi vida se está volviendo demasiado monótona. ¡Mal! Pero después de mirar un poco más al cielo azul, me fui dando cuenta de que no es eso. Será por historias estos días. . .

A veces, escasez de tiempo, pero sobre todo pereza y apatía. Esas son las culpables de mi desidia estos días. La apatía es un mecanismo de defensa. La pereza es inducida.

Siguen pasando las semanas. Después del frenesí de productividad de enero y las primeras semanas de febrero, vuelven los tiempos de espera. Espera que alguien eche no se qué cuenta. Espera a que se lean los borradores. Espera a que manden las correcciones. Espera. Espera. Espera.

Para seguir sonriendo por las mañanas tengo que levantar muros de apatía. Para no vomitar cada vez miro el reloj tengo que distanciarme de todo. No pensar. No sentir. Tiene que darme igual que estemos a tres de marzo y que mi jefa no se haya leído el artículo que mandé el nueve de diciembre. Tienen que darme igual que todo ocurra a cámara lenta. Es la única manera de no echar a correr. Es la única manera de no cabrearme y poder seguir trabajando todos los días. No pienses. Hazlo. No pienses. Tú sólo hazlo.

Cuando uno empieza a actuar como una máquina, el entusiamo y la motivación se evaporan. Te vuelves presa fácil para el buitre de la pereza. La apatía que me sirve para mantener las frustraciones laborales a raya, va estendiéndo sus tentáculos hacia otros rincones de mi vida. Me va distanciando de las historias que pasan ante mis ojos. Me cubre los oídos con un velo que ahoga los gritos de las historias que me asaltan la cabeza e insisten para que las teclee.

Así, la pereza me dice que es futil, que no merece la pena, que no es relevante contaros como me cabrean las noticias que me llegan de España estos días: jubilación a los sesenta y siete, la última parida de puta SGAE, la legalización de la esclavitud para menores de treinta años o los intentos de parchear y reinflar la burbuja inmobiliaria; a ver si explota otra vez y todo el puto país con ella. Tras el cristal ahumado de la apatía, carece de interes contar cómo pasarse una noche de sábado haciendo de celestino para una australiana, cómo es posible que existan fotos como la de arriba o porqué y cómo se acuerda y se cancela una cita para un martes a las dos de la madrugada.

Peligrosas compañeras de viaje, Pereza y Apatía. Cualquier día las cambio por los hermanos Izquierdo y Derecho, también conocidos como Mis Cojones.


Imagen: El Mar de Aral, o lo que queda de él. . . Sacada de Аральское море: кладбище кораблей.

10 comentarios:

  1. Es que todavía no follas lo suficiente.

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  2. Ya te digo. . . Sobre todo cuando me andan cancelando citas nocturnas. . .

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  3. Uf, lo que daría yo hoy por un poco de apatía, te la cambio por un poco de estrés. Que mal repartido está el mundo.

    Bueno, te diría una frase que te hiciera animarte, y calmar tu pereza, y alterar tu apatía,... pero no la sé, así que,... folla más.

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  4. Jajajaja. . . Seguiré gustoso tu consejo.

    Y la apatía, no es consecuencia de una vida aburrida, que por suerte no lo es, sino una chaqueta que me tengo que poner para que no me lleven los demonios. Lo malo es que tiene efectos secundarios. . .

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  5. Uy, así andaba yo hace dos semanas....ahora unos km y horas más tarde me he quedado como nueva...y ahora, me pondré de nuevo el vestido de por mis huevos, y hazlo, sólo hazlo....nada....ánimos, y para la apatía, pereza y falta de productividad porque el que la tiene que tener no la tiene, pues a descansar, si puede ser lejos, mejor. Ya sabes, esto es una maratón y de vez en cuano hay que pasar por avituallamiento (o como se escriba)...

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  6. Uy, se me olvidó lo de follar más, claro, eso siempre...:-)

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  7. joder no joderemos pero joder ganas tenemos...

    de coixon

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  8. No no no no. . . Me he prometido a mí mismo que hasta que no tenga curro no voy a viajar. No no no. . . No me calentéis la cabeza. ¡Sensatez, insensatos!

    Habrá que conformarse con follar ;)

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  9. Bueno, entonces si no viajas (siempre hay opciones baratas :-)) será cuestión de follar más...digo yo...al menos por allí arriba seguro que es más fácil, que las danesas están jartas de los daneses y no me extraña :-)

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