Llueve. Ha llovido todo el día. Lloverá hasta mañana.Estoy sentado en el sofá-cama que desde hace unas semanas sirve de dormitorio para la morena. Fresco, recién duchado, con las piernas estiradas encima del edredón de cuadros rojos, naranjas, púrpuras, cálidos. El mundo borroso al otro lado de la ventana parece frío. Levanto los ojos del libro. Un pato de peluche amarillo, repantingado en una esquina del sofá, me mira con ojos perezosos. En otra esquina está sentado el húngaro. Recien levantado y en gayumbos, toca al bajo el Enter Sandman. Oigo cacharrear por algún sitio a la morena. Suena a rituales matinales femeninos. En frente, en la mesa de centro de IKEA la pantalla de un portatil me enseña la güeb del Firefox burlándose de la tele apagada.
Miro, escucho la escena unos minutos.
Cojo aire. Sonrío. Suspiro. Y sigo leyendo a Nietzsche. Esto debe ser lo que llaman cultura del siglo XXI: Metallica, IKEA, Firefox, Nietzsche. . . Cultura de la de verdad, de la de andar por casa, no de la enlatada en museos. . . Por mi parte prefiero llamarlo hogar, cálido y dulce hogar. Tal vez algún día lo llamen Museo Etnográfico del Siglo XXI. . .
Imagen: el susodicho pato.
Nietzsche...las ideas de este hombre me fascinaron cuando supe de ellas por primera vez. Y pusieron palabras a un pensamiento que ya rondaba dentro de mí. Mala suerte que hubiera gente en el pasado que distorsionara e interpretara a su forma lo que yo creo que quería decir. Pero bueno, no es nuevo, eso ocurre siempre...
ResponderEliminarPor cierto, un día así de lluvia en casa, con ese sonido incansable de la lluvia fuera e imagino ese viento de Copenhague, y por otro lado la calidez y los sonidos y olores conocidos del interior...ah, eso debe ser lo más próximo al paraíso...o a uno de ellos al menos...
Fascinante, diferente, demoledor. . . Llevaba años buscando el momento de leerlo. Y cual es mi sorpresa y regocijo al descubrir que Nietzsche ha reescrito el Tao Te King con dialéctica alemana, la mala leche de Musashi y en contraposición al credo de ovejas y mansos que impregna occidente.
ResponderEliminarY sí, un pequeño paraiso. . . Pero qué curioso, que tenga que haber tormenta fuera para que el hogar se torne paraíso. . .
Vaaaaaaaaaale...
ResponderEliminarReeleré a Nietzsche... (instituto... poco interés... edad malísima... pasando de filosofía...).
Muy bien.
Venga, "leyentes", animaos vosotros también y practiquemos la cultura del siglo XXI!!!!!
Muak.
PD: cuando acabe con el día de cólera...
Jeje. . . Mala edad la adolescencia para leer a Nietzsche. Mejor después de pasar todas las crisis existenciales, espirituales y hormonales. Mejor cuando uno se siente más aposentado, al borde del aburrimiento. Mejor ahora, para volver a tener crisis ;p
ResponderEliminarP.S.- Cólera mejor que hastío. . .
Hombre, si tienes a una morena que te cacharre en la cocina eso quiere decir que las cosas van bien, verdad?
ResponderEliminarA mi me entra depre volver a DK, este verano me parece que ha sido el peor de cuantos he vivido aqui, y no solo en lo meteorologico. Me refiero tambien a esas otras "tormentas de la vida", cuyas aguas te arrastran y te llevan.
Nos vemos!!
Under Pressure en Dinamarca.
Jeje. . . No metas cizaña, cabroncete, que la morena sabes de sobra quien es y que no van los tiros por donde apuntas.
ResponderEliminarNos vemos ya me cuentas los detalles de la borrasca.
y ese pato??? es tuyo???? me lo regalas????????? :(
ResponderEliminaryo es que soy mas superficial y solo me fije en el patito panchito.
no tengo ningun pato...
un beso
ya es mio??
No, no es mío. No, no te lo puedo regalar. Pero te puedo mandar la sesión de fotos si quieres :p
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