Dijo Alonso que ésta había sido su mejor carrera en dos años. Salió séptimo. Termino octavo. Un solo punto para la saca; aunque en los últimos años hemos aprendido el valor de un solo punto. . . ¿Su mejor carrera en dos años? Mmm. . .
Para entender el comentario de Fernando hay que mirar la carrera con cuidado. Más que por falta de rendimiento en el R29, el resultado final se vio condicionado por la salida. La estrategía de Renault pasaba por ganar posiciones en arrancada gracias al KERS; pero Rosberg la arruinó cuando empujó a Alonso a la hierba. A partir de ahí, de nada sirvió que durante la mayor parte de la carrera Fernando estuviese entre los cuatro pilotos más rápidos. Si además de haberte quedado rezagado, tienes que repostar antes que los que van delante, llevas todas las de perder. Poco se puede hacer. Pero ese poco, Alonso lo hizo. Sacando vuelta a vuelta lo mejor de un coche que aún está a unas décimas de los mejores. Desde el punto de vista del pilotaje fue una carrera perfecta. Incluso se permitió hacerle a Trulli un adelantamiento de los que quitan el hipo, frenada al límite y ruedas golpeándose.
Hablando de Trulli, otro asunto difícil de comprender es que a Toyota, tras el doblete contundente en la clasificación, se le escapase la victoria. . . Error de estrategia. Un error que a un servidor le costó veinte vueltas entender. Miraba la tele, miraba el monitor de tiempos, y no comprendía que pasaba con los Toyota. Empezaron como rayos y de pronto eran tortugas. ¿Por qué? Pues porque contra todo pronóstico y a pesar del calor infernal, los neumáticos con mejor rendimiento fueron los super-blandos en vez de los intermedios. Todos los equipos se dieron cuenta durante los entrenamientos menos Toyota. Me costó veinte vueltas de confusión. Con tan norma nueva, tanto complicar las cosas para, según dicen, mejorar el espectáculo, las carreras son cada vez más difíciles de entender. Para hacerlo, uno tiene que pasarse su tiempo antes de que se apague el semáforo averiguando quién lleva y quién no lleva KERS, en qué ciclo de motor y caja de cambios está cada piloto y demás. Uno tiene que andar mirando con lupa las imágenes de la tele para ver si los neumáticos llevan líneas verdes o no. Al final, tanta parida y tanta gaita, condiciona los resultados más de lo que debería. La Fórmula 1 son diez coche fabriacados a la carrera por los mejores ingenieros del mundo puestos en las manos de los veinte mejores pilotos del momento. Diez equipos, veinte pilotos y a ver quién es el más rápido. Sencillo como el mecanismo de un sonajero. Pero no, en vez de dejar que equipos y pilotos se batan el cobre a gusto y que todos lo disfrutemos tranquilos, la FIA tiene que andar jodiendo la marrana. Que si ahora en vez de los mejores neumáticos para cada circuito, tenéis que usar otros dos que no van tan bien. Y con cuidado, que sólo váis a tener ocho motores por temporada, así que nada de andar corriendo como locos, que si los rompéis penalización al canto. Y penalización al canto también si arriesgáis en un adelantamiento, os sale mal y tenéis un accidente. Y. . . Y. . . Y el año que viene vais a tener que conducir con una mano el bolsillo, y cada cinco vueltas tendréis que cambiar de mano. Y. . . Y vamos a poner límites de velocidad; eso, para dar emoción y por seguridad, límites de velocidad sorpresa en ciertos tramos del circuito. . .
Señores de la FIA, Bernie y compañía: ¡Váyanse ustedes a rascar los güevos!
Un servidor, cuando se sienta a ver una carrera de Fórmula 1, lo que quiere ver es a los mejores pilotos del mundo peleándo sin cuartel a los mandos de los coches más rápidos que el ingenio humano es capaz de crear. Quiero ver velocidad pura y talento desfogado. Ya me estoy hartando de, en vez de carreras, ver concursos de malabarismo para ver quién se las apaña mejor para sortear las zancadillas de la FIA.
Milongas a parte, este fin de semana, por fin pudimos disfrutar de una carrera normal. Normal, dentro lo "normal" que esta siendo está temporada. A pesar de la ventaja que Brawn y Red Bull parecen tener, sigue sin haber un status quo claro. Los equipos están tan, tan igualados, que cualquier pequeña mejora, cualquier pequeño cambio en las condiciones de carrera, pone las clasificaciones patas arriba. Tanto que, a pesar de haberse llevado Button el gato al agua en tres de cuatro, ha habido tres equipos diferentes dominando: Brawn, Red Bull y Toyota, pese a que el error de estrategia les arruinase esta carrera. La igualdad y el caos reinantes son lo que aún deja las puertas abiertas a que los equipos grandes puedan poner las cosas en su sitio. Este año, cada pequeña mejora cuenta más que nunca. Los coches, diseñados desde cero, tiene aún mucho margen de mejora. Veremos ahora que el circo vuelve a Europa, si los grandes son tan grandes como dicen y plantan cara a la insolencia de los recien llegados. Veremos si Renault llega a tiempo para darle al talento de Alonso una máquina capaz de asaltar un campeonato que tiene demasiados pretendientes.
Imágenes: Autosport y thef1.com.
Pues a mí me está encantando que la cosa esté tan igualada... empezaba a estar muy harta de que siempre ganasen los mismos.
ResponderEliminarQueráis que no, más espectáculo hay... (aunque luego se echen las flores los de la FIA y digan que ha sido gracias a sus estupendas normas), pero hay vidilla, hay pique, pilotos que llevan ahí años sin conseguir un buen resultado lo están consiguiendo ahora, pilotos que se lo merecen muchísimo más que otros (ejem)...y que me alegro un montón por ellos, ea!
Y pilotos novatos están pudiendo hacer cosas interesantes (que no sean el niñito del tito) o por lo menos a alguno se les está viendo que no era para tanto la cosa...
Bueno, y esos veteranos que fueron algo y que están volviendo a tener unas más que dignas actuaciones???A mí la verdad es que me encanta, me está encantando...
Así que a pesar de todo... lo estamos disfrutando, no?
Esperemos que todo vuelva, como en la moda, y podamos volver a ver a nuestro Nano donde tiene que estar, donde tiene que estar el mejor piloto de la parrilla.
Hasta entonces nos conformaremos con lo que tenemos, que no es moco de pavo :P
Muak!
PD: "pilotos" o "equipos", la misma cosa...
Yo sólo digo una cosa, que despidan al tipo que mantiene el mecanismo por el que Alonso bebe en carrera. Ya van dos, se lo va a cargar.
ResponderEliminarUna cosa no quita la otra, Vero, también estoy disfrutando esta temporada como pocas. Me encanta esta igualdad y ver a los equipos modestos poner en apuros a las leyendas; aunque me gustaría más si no fue por causas turbias y "difusas". . . Como tú también espero ver al Nano otra vez arriba, y no está tan lejos, de verdad que sólo está a un pasito.
ResponderEliminarPues sí, Banyú, que le despindan o le den un curso intesivo o algo. Porque van más de dos, suelen ir a una media de dos por temporada. Con tan mala suerte que casi siempre se rompe donde más calor hace.