Nunca me he quedado tan contento después de ver abandonar a Alonso, y creo que él mismo tampoco. La alegría, agridulce, pero alegría al fin y al cabo, es comprobar que la segunda posición en la clasificación del sábado no fue de relumbrón ni para quedar bien con la afición en la carrera de casa. La segunda posición desde la que partió Alonso refleja el esfuerzo del equipo Renault por volver a darle al bicampeón un coche ganador. No será este año y el que viene veremos, pero de momento el R28 fue capaz de mantenerse a la estela de los Ferrari y tener a raya sin complejos a los McLaren. Sólo necesitó dos vueltas de combustible menos que sus rivales para hacerlo, un gran avance visto que hace tres semanas ni vacío lo habría logrado.
Parece que Alonso y el R28 han conseguido destacarse del grupo de Red Bull, Williams y Toyota para unirse a BMW en la caza de McLaren y Ferrari. Las apariencias habrá que confirmarlas en las próximas carreras, pero lo que vimos ayer en Montmeló es esperanzador, porque es un circuito que los equipos conocen a la perfección y no hay margen para las sorpresas; además, es el tipo de circuito que requiere que coche y piloto rindan al máximo en todos los aspectos, así que es improbable que lo de ayer fuese un espejismo; como tampoco lo fueron, mucho que nos pese, las llamaradas que salieron del RS28 a mitad de la vuelta 34, terminando en la cuneta la que iba camino de ser la mejor carrera de la temporada para Alonso. Sí, Renault ha dado el paso adelante prometido, pero ayer no pudieron recoger el premio que su esfuerzo merecía.
Mientras en Renault vivían un drama agridulce, Kimi se hacía un hat trick, —pole, vuelta rápida y victoria— al que Massa ponía la guinda terminando segundo, completando el segundo doblete consecutivo para los de Maranello. Los de rojo siempre son duros de roer, pero cuando tienen una ventaja mínima son intratables. Ayer supieron administrar a la perfección la escasa diferencia de ritmo que tienen con McLaren. La experiencia de Kimi y el saber estar segundo de Massa vencieron, otra vez, al ímpetu y al sobreestimado talento de Hamilton. Kubica volvió a estar ahí, amenazando, pero sufriendo las carencias del BWM en la arrancada y con la velocidad punta, problemas que también tendrán que solucionar en Renault si quieren inquietar de verdad a los grandes. Heidfeld fue esta vez la victima de esa norma estúpida que dice que no se puede entrar a repostar en la primera vuelta en que salga el coche de seguridad, y si te estás quedando sin gasofa te jodes. Aaaahh, mala suerte. . . Esto es lo que entiende la FIA por mejorar el espectáculo. Lo que deberían de mejorar son esas barreras de neumáticos bajo las que se supone que un coche no debe colarse; pero el de Kovalainen lo hizo, a 220 km/h. Logró salvar el pellejo gracias a que el coche, el casco y el HANS sí estaban construidos como es debido. Esperemos que la cosa se quede en un susto, tirón de orejas para la organización y que el finlandes vuelva a sacarle los colores al negro en Turquía.
Además de lo dicho, de esta carrera más apretada de lo que pareció en la patalla, destacaría a esa manada de jovenzuelos despendolados —Piquet, Vettel, Sutil, Bourdais, Glock, Hamilton y demás—que se empeñan en estamparse los unos contra los otros, o contra el pobre Coulthard, que este año anda metido en todos los saraos sin tener culpa de ninguno. Alguien debería replantearse esta moda de sentar a personas de veintiun años en los coches más rápidos del mundo. Alguien debería explicarle a los jefes de equipo que a lo mejor les hace falta foguearse un poco más en las categorías inferiores antes de vérselas con tipos como el veterano escocés, Heidfeld, Trulli o Fisico. Alguien debería enseñarles a apreciar un poco más el talento y la experiencia de pilotos como de la Rosa, Weber, Barrichello y compañía, y recordarles que lo que pasó con Fernando Alonso fue la excepción, una excepción deslumbrante, y no la norma.
Lo que sí que espero que se convierta en norma es el rendimiento del R28, y la diversión que nos a prometido el neno para lo que queda de temporada.
A ver si es verdad. Lo cierto es que yo había renunciado a disfrutar con Alonso este año, pero estoy reconsiderándolo...
ResponderEliminarAdemas Hamilton no va. Eso es lo mejor. Alonso con el McLaren volaria, y el moreno se las ve. Del otro ni hablar mejor..
ResponderEliminarHombre, Banyú, con Alonso uno siempre disfruta ;)
ResponderEliminarY sí, Under, ahora estamos viendo la verdadera cara del moreno, que me sigue parecenciendo un gran piloto, pero ni de lejos tan bueno como nos lo pintan; es más tanto Kubica como Heiki se lo han merendado en las categorías inferiores, donde los coches son iguales para todos.