viernes, 4 de marzo de 2011

La pequeña manivela



Llevo una semana ensamblando, corrigiendo, copiando y pegando trozos de páginas web. Las fotos muestran sonrisas y cielos azules. Los textos rezuman optimismo y prometen beneficios inmediatos. ¿Qué demonios vende esta multinacional monstruosa que extiende sus tentáculos entorno al planeta?. . . ¿Cajas con sonrisas y cielos azules?. . . No sé, un servidor sólo hace que la web finlandesa tenga la misma pinta que italiana o que los enlaces franchutes apunten a donde deben. Sólo por el dinero a fin de mes.

Un par de mesas más allá hay personas que se pasan el día hablando por teléfono. Tengo entendido que se ganan el sueldo convenciendo a potenciales clientes para que miren nuestras sonrisas y cielos azules en internet y decidan comprárnoslas. A los interesados los hacen hablar con otras personas un par de pisos más abajo. Para llegar a fin de mes, esos venden las sonrisas y cielos azules. Las sonrisas y cielos azules, más sonrientes y más azules que los de la competencia, se las innovan otros en algún sitio. Creo que también lo hacen por dinero, no por gusto. O más bien, no por gusto propio, sino para darle gusto a los que se encargan de que la corporación sea más grande y gane más dinero que el año pasado. A ellos supongo que les da igual lo que sea que vendamos. Su problema, en ello les va el sueldo, es que los números que aparecen al lado del nombre de nuestra empresa en Wall Street sean más y más gordos. Esos es muy importante para los que trafican con números; aunque no tengan ni idea de que detrás de ellos hay cielos azules y sonrisas. Se ganan la vida comprando y vendiendo números, a menudo, ni siquiera para sí mismos, sino para empresas como la mía, que engorda comiéndose los números de otras. Creo que incluso hay a quienes les pagan para averiguar cuáles son más nutritivos.

Sin saber ninguno por qué hacemos los que hacemos, ni porqué son importantes las sonrisas y los cielos azules, todos parecemos felices. Felices con la desconexión absoluta entre lo que nos ocupa la mayor parte del día y sus consecuencias. Unos sólo anunciamos. Otros sólo pregonan. Otros sólo venden. Otros sólo innovan. Otros sólo calculan. Otros sólo trafican con números. Nadie tiene la culpa. ¿Cómo voy a tener la culpa si yo sólo. . .? Yo sólo malgasto mi vida dando vueltas a la pequeña manivela que me han puesto delante. . . Y la máquina del mundo sigue acelerando en la dirección equivocada.

8 comentarios:

  1. tu video no se puede ver y pone:
    "este video incluye contenido de VEVO, que lo ha bloqueado en tu pais por motivos de derechos de copyright"
    ¿es alguna metafora?
    un beso

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  2. No, ni es una metáfora, ni ha sido intencionado. Pero es un ejemplo perfecto de como se están cargando la neutralidad de internet, la libertad de expresión y demás cosas que critica la canción video:

    Rage Against the Machine - Sleep Now in the Fire.

    Buscaré alguna solución. . .

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  3. Ahora debería de funcionar. . .

    Copyright 0 - Vanya+RATM 1 ;)

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  4. Malgastando mi vida?????
    NO!!!!
    Aprendiendo, que, en resumidas cuentas, eso es vivir.
    Ya le encontrarás aplicación en el futuro.
    Besinos.

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  5. Ah.
    El video ya se ve.

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  6. Sí, sí, ese el mismo argumento que lleva usando dos mil años la iglesia católica: ya tendremos nuestra recompensa en el cielo. . .

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  7. Todos somos inocentes puntualmente...
    con eso, puedes justificar lo que te de la gana. Pero, qué te voy a contar que no sepas...

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  8. Pues sí, que me vas a contar. La masa inercial, los buenos chicos y todas esas cosas. . .

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