lunes, 19 de octubre de 2009

Interlagos 2009: descafeinado con sacarina

Me costaría poco decir que esta ha sido la mejor carrera de la temporada, puede que lo haya sido, y ya iba siendo hora de ver un Gran Premio con adelantamientos, peleas, sustos y alguna que otra situación insólita. El problema si dijese que esta ha sido la mejor carrera de la temporada es que alguien podía quedarse con la impresión errónea de que fue divertida, vibrante, apasionante. . . Y no, no fue así. Tan sólo fue la mejor carrera de una temporada gris y sosa.

Esta carrera estuvo deslucida por la misma gran pega que el resto de la temporada. Algunos dirán que ha sido agradable ver equipos y pilotos distintos de los habituales peleando por el campeonato. Y no les voy a quitar razón, ha tenido su gracia ver a los Red Bull y a los Brawn ganar carreras y a McLaren y Ferrari recuperarse a mitad de temporada y complicarles la vida. Pero a consecuencia de esto nos hemos quedado sin ver a los mejores pilotos de la parrilla enfrentados cara a cara. He aquí el problema que ha tenido esta temporada: estando los mejores pilotos más preocupados de pelearse con sus coches que con sus rivales, nos hemos quedado con unos contendientes al título que nunca se han enfrantado de tú a tú en la pista. En dieciséis carreras nunca hemos visto un duelo entre los aspirantes. Cuando uno ganaba, los otros estaban perdidos tres o cuatro posiciones más atrás o con un buen puñado de segundos y órdenes de equipo de por medio.

Ayer, vimos más de lo mismo. La carrera la ganó Webber con comodidad porque Kubica tuvo problemas de refrigeración durante más de media carrera y a Barrichello le amargaron el día el tráfico y un pinchazo. Pero da igual, eso no le importó a nadie, porque Jenson Button llegaba quinto y se coronaba Campeón del Mundo sin haberle visto la cara a sus rivales en todo el año. Al principio de temporada porque gracias a esos más que túrbios difusores dobles, el Brawn no tuvo rival y luego, cuando los demás se pusieron al día, nunca estuvo a la altura de sus rivales.

Por eso esta temporada, que aunque le quede una carrera ya está terminada, ha sido sosa, deslucida, anodina, porque nunca hemos visto ni a Vettel, ni a Webber, ni a Barrichello, ni a Button disputarse una frenada, ni hacerse un rebufo, ni perseguirse durante veinte vueltas y jugársela en un repostaje tras tres vueltas rápidas. Hemos visto grandes actuaciones, grandes coches; pero nunca hemos visto pilotos. Al menos no entre los primeros de la tabla. Sin embargo, Kimi, Fernando, Robert y algún otro, cuando el coche y la fortuna les acompañó nos hicieron añorar años pasados y desear que en el futuro las aguas vuelvan a su cauce y veamos a los mejores pilotos en las mejores máquinas pelearse de verdad, mirándose a la cara, por el galardón más prestigioso del automovilismo.

De la "mala fortuna" de Kimi y Fernando ya hablamos otro día, si eso. De momento, habrá que felicitar a Button y a BrawnGP, que, nos guste o no, son Campeones del Mundo.



Imágenes: Autosport.com

2 comentarios:

  1. En fin... felicitémoslos...

    Y si, tuvo sus momentillos la carrera... pero prrrfffff. Pobre Rubens, por cierto. Mira que me cae mal, eh? pero se lo tenía que haber llevado él.

    Vendrán tiempos mejores, verdad? :P

    Nanín el pobre ya se reía y todo haciendo declaraciones... qué pena verlo así, no? tan resignado... tan acostumbrado...

    Veremos.

    Muak!

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  2. La verdad, este año, cuando no era una cosa era otra. . . También es cierto, que cuando el coche no va, parece que todo sale mal; pero bueno, veremos. . . Veremos, que me parece que ya estamos todos pensando sólo en el año que viene ;)

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