jueves, 8 de enero de 2009

El egoísta placer de la soledad


Otras veces me daba pereza, sentía ilusión o incertidumbre, quizá morriña y entusistamo; esta vez tenía miedo. Los problemas aguardaban al pie de la escalerilla del avión. Traían de la mano expectativas de solución. Expectativas neblinosas que arrastraron en jirones los fríos vientos de realidad. Y esta vez en mi mochila sólo traía un poquito de calor y algunas sonrisas. Nada más. Nada más que una vela temblorosa para guiar un barco en horas oscuras. Un llama testaruda en medio de la tormenta, apenas sufiente para calentarse a sí misma al borde el acantilado. Nada más. Perdonadme por no saber ser nada más.

Ahora vuelvo a estar aquí lejos. Con los ojos cerrados. Refugiado en el egoísta placer de la soledad. Con una espada inútil en la mano. Demasiado corta para luchar desde aquí vuestras batallas. Paseo con ella junto a lagos helados. Respiro el aire gélido. Y grito al sol de mediodía que me cuente cómo hace tan hermosos los cortos días de invierno. Que me explique cómo aullentar a la noche, cómo calentar estando tan lejos. . .

Pero es hora de dejar de hablar de mí. Los protagonistas de esta primera historia del año son otros.

DRAMATIS PERSONÆ:

- Un hombre que va a luchar la batalla más dura de su vida. Y va a vencer; aunque él aún no lo sepa, yo sí, porque él fue quién me explicó que a pesar del miedo hay que apretar los dientes, alzar la cabeza, mirarlos a los ojos y partirles la cara si es necesario. A pesar del miedo hay que pelear.

- Una niña que cree estar en un ahujero oscuro; pero si abre un poco más ojos descubrirá que ocurre todo lo contrario, que ha subido demasiado alto, hasta una cumbre peligrosa y helada donde las verdades cortan y los pies resbalan. Sólo debe dar media vuelta, volver a bajar al valle cálido donde rien los niños y jugar sin preocuparse más por lo que vio allí arriba.

- Una mujer que, como a la mayoría de su generación, le mintieron cuando le explicaron que con la Transición ya se había arreglado todo, que después de la lucha llegaba la paz. Y no, la guerra nunca termina. Después de una batalla llega otra. Por eso una debe saber pelear y saber descansar, incluso mientras las balas silben por encima de la cabeza. Cavar trincheras cálidas y confortables y disfrutar del egoísta placer de la soledad, aunque sea acompañada.

A los tres, un abrazo cálido desde el frío norte.


Imagen: Loneliness, Mark Power.

17 comentarios:

  1. Anónimo9/1/09, 9:05

    Qué bonito. Espero que esas tres personas luchen con todas sus fuerzas. Porque no hay que rendirse jamás. Tú lo has dicho. Esto es una guerra continúa y hay que aceptarlo, luchar y hacerlo lo más agradable posible.

    Que el año te traiga a ti y a los tuyos muchas cosas buenas, y cuidadín no te resfríes con el aire gélido del norte.

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  2. Que va, al contrario, el aire frío del norte me está curando el moquillo que siempre me traigo de Asturias :) Gracias.

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  3. No tengo ninguna duda de que los tres saldrán adelante, cada uno a su manera son fuertes, ya lo demostraron en otras ocasiones y los que estamos un poco más cerca que tú intentaremos ayudarles en lo que podamos. Cuidate. Un beso.
    Keli

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  4. Ves, si ya lo decía yo ;)

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  5. Encantado de conocerle, caballero. No suelte nunca la espada, por muy corta que sea, nunca se sabe cuándo puede ser necesaria.

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  6. El placer es mío :) ¡Y a fe mía que tiene usted razón!

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  7. "Perdonadme por no saber ser nada más". Perdonarte?, por qué?, por tener que ser yo está vez la que te arrancase una sonrisa?, cuantas veces lo has hecho tu por mi?.
    No es egoista disfrutar de la soledad, todos necesitamos un tiempo a solas para rumiar los problemas e intentar ponerles la mejor de nuestras caras, aunque a veces no se consiga.
    Tu estela es lo suficientemente grande como para conseguir que el arco de tu espada llegue hasta aqui, hasta todos nosotros y sobre todo hasta esas tres personas que te necesitan, por que aunque les falte tu presencia sí escuchan tus palabras y gracias a ellas van a luchar, primero por ellos mismos, por que lo valen y luego por ti, por que se que no les dejaras desfallecer.
    Las batallas tambien se ganan en la distancia y si no los que estamos aki intentaremos ayudar lo que podamos, no lo dudes ni por un momento.
    Desde el frio sur tamien te mandamos muxos besos bixo.

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  8. Gracias, muchas gracias.
    Suscribo todo lo dicho por Juaki, gracias tambien a ella.
    Sabemos que estás, que siempre estás. Y por ello, o pese a ello, seguiremos adelante, al fin y al cabo en peores plazas toreamos y éste es solo un escalón más.

    Tu espada llega mas lejos de lo que crees.

    BESINOS.

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  9. Je. . . No hay como ponerse un poco dramático para que le quieran a uno. Mmm. . . ¿Creéis que también me funcionaría por la noche en los bares?

    Gracias a vosotras ;)

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  10. Bueno, no hay mucho más que decir, creo que te escribe gente increíble. Y yo tambiéne estoy encantada de conocerte, por cierto. :-)
    Ya sabes dónde estoy, un beso.

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  11. El placer el mío :) Y tú también sabes dónde estoy, a ver si no tardas mucho :p

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  12. Y van tres veces que rompes el voto de silencio, Negro. Me lo voy a tomar como un cumplido; aunque a lo mejor es que te estás ablandando con los años ;) Buen viaje!

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  13. Sólo un beso muy muy muy grande y un abrazo de los wenos...

    Ya sabes todo lo demás... qué te voy a decir...

    PD: Las dagas vuelan...

    PD: Fuerza para ellos 3

    Vero.

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  14. Gracias :) Otro y otro para vos.

    P.S.- Envenadas vuelan. . . Como "o chourizo" :p

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  15. Madre madre con o chourizo...

    ... y lo que me queda....

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