sábado, 20 de septiembre de 2008

Viktoriagade

Hace unos días me pregunté por qué después de casi un año viviendo en esta calle nunca os he hablado de ella, con la de juego que da. . .

Viktoriagade, "calle Viktoria" en cristiano y pronunciado Fvik-TO-(r)iagueldl, parece sacada de una canción de Sabina, toda llena de putas y camellos. Está en el corazón de barrio rojo de Copenhague y a cinco minutos del ayuntamiento. En dos minutos a la redonda tengo sex-shops y puticlús para aburrir. También puedo disfrutar de un ambiente más moderado en bares oscuros y roñosos con clientes entrañables, de esos que forman parte del mobiliario y hace años que no beben agua. También estoy bien servido de restaurantes: español, francés, tailandés, turco, árabe (repito: hablamos de restaurantes) y un par de sitios daneses tirando a pijos. Sí, sí, locales donde los señores entran de traje y corbata y las señoras con bisón. En Viktoriagade la alta alcurnia danesa convive con yonkis y alcohólicos, y todos tan contentos, oiga.

Una calle como Viktoriagade sólo debe de ser posible en Copenhague. Sólo en Copenhague los drogatas te dan los buenos días y jamás te molestan pidiéndote unas coronas sueltas para el próximo chute. Sólo aquí, cuando llegas despendolado en bici a medianoche, los camellos evitan avisándote a gritos que te comas la caja de vete tú a saber qué, tirada por algún extraño motivo frente a la puerta sin farola de tu casa. Que ellos se cargan las farolas, pero no por joder, eh, sino por el bien del negocio.

Me gusta mi calle. Me gusta mi barrio, una pequeña Babel con caferías pijas danesas, resturantes españoles cutres, antros argentinos, carnicerías árabes, ultramarinos vietnamitas, lavanderías chinas, bazares turcos; pedid, que lo tengo. Me gusta y me enfurece. . . Pasar las noches de invierno por delante del salón de té molón lleno las señoras pudientes cacareando y danesitas guapas chismorreando. Abrir la puerta de casa y encontrarme en el tunel que da al patio interior a dos figuras encorvadas entre capas de ropa mugrienta. Carraspean un perdón y un buenas noches. Apartan apurados los mecheros y el aluminio de quemar la base y vuelven a lo suyo en cuanto se cierra la puerta y me alejo dos pasos, indiferente, como sino les viese, huyo hacia mi apartamento caliente y mi vida cómoda.

En esas mismas noches heladas, desde la ventana de mi habitación, en la esquina donde Abel Cathrines Gade se une a Viktoriagade, puedo ver algo tan insólito como esta calle: un corazón. Cuatro metros de hierro oxidado y grafitti coronados por una llama que nunca sé quien enciende. Un inmenso corazón de hierro en medio de las sombras del siglo XXI, una llama en el lado oscuro del primer mundo.




Imágenes: olikristinn y abelviktoria.dk

12 comentarios:

  1. Magnífico post. Qué punto vivir en una calle así. Si te aburres es porque quieres.

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  2. ¿Aburrirme? Vade retro, Satanas. . . En CPH nunca, y en esta calle imposible ;)

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  3. Gran calle esa :-) La de veces que he pasado por ahí. Pero nunca he visto ni putas, ni yonkies, aunque R. que vivía allí me contaba algo parecido a lo que tú decías. También me dijeron que eso ya no es el barrio rojo, sino el antiguo. Que ahora han trasladado a las putas a un barrio de las afueras, o algo así. Ahora, sex-shops hay para aburrir :-) Como el de la esquina de esa calle con la calle de nombre que no me acuerdo y que es una principal de Vesterbro....ayyy....

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  4. Istegade, se llama Istegade :) Y también está llena de putas y camello. Y si las habrán trasladado a las afueras, han sido muy poco eficientes, porque se han dejado aquí a la mitad. . .

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  5. Eso, leñe, Istegade...qué rápido olvido...

    Hombre, es que en el centro y encima al lado de la estación central hay más movimiento....y hay que ir donde está la demanda :-P

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  6. Pues debe de haber una demanda de la hostia. . .

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  7. Los drogatas hacen mucho escandalo los fines de semana por la mañana, es que se pinchaban justo debajo de la ventana, jajaja.
    Pero si que es verdad que no se meten con nadie. Son drogatas de mentira, quiero decir, en este pais hasta la chusma y los tipos peligrosos son inofensivos. Te piden dinero, y si no se lo das te dan las gracias.

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  8. Jeje, a lo mejor es que con lo moreno que estás, tienes más pinta de macarra que ellos :p

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  9. Me estas llamando gitano? Jajajjaja, bueno, bueno.

    Oye me voy al banco a finiquitar todo lo que tenia que finiquitar, y a partir de hoy queda muy finiquitado, por si no lo estaba ya de antemano.

    Unas cervezas esta noche para celebrarlo. Pasate por aqui, en la tarde noche danesa, y ves el piso si te apetece. Luego hablamos.
    Under.

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  10. Jeje. . . Pues habrá que celebrarlo, hombre. Hablamos :)

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  11. Yo visite una amiga que vive ahi en Viktoriagade 8E...muero por volver...lindo post. El corazon ahora lo pintaron de rojo con unas letras, como una dedicatoria o algo asi...

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  12. Ahora no vivo muy lejos; pero hace unos meses que no paso por Viktoriagade. Tendré que ir a echarle un vistazo al corazón ;)

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