Dice Alonso que no hay que hacer un drama, que después de tres carreras él y McLaren son líderes contra todo pronóstico. Y es cierto, no es un drama; pero si que es desconcertante. No me refiero a la quinta posición del campeón conduciendo el mismo monoplaza que Hamilton llevó hasta el segundo cajón de podio, siendo una seria amenaza para Massa durante toda la carrera. No, lo desconcertante es que ni Alonso ni nadie en McLaren sean capaces de encontrar las causas. Fernando ha tenido otras malas carreras, por problemas mecánicos, estrategias deficientes, azares nefastos e, incluso una vez, por un error suyo; pero siempre se bajaba del coche y nos contaba el motivo llano y sincero. Sin embargo, esta vez su sinceridad nos confesaba que no tenía ni idea de qué había ido mal (o no del todo bien). Desconcertante. Más aún conociendo su probada meticulosidad y la de McLaren. Más aún viendo que el coche número 2 sí tenía el ritmo suficiente para plantar cara a los Ferrari. Y el ritmo del neno no fue malo, viendo sus tiempos por vuelta era, en los peores casos, medio segundo más lento que el novato de oro y, durante la mayor parte de la carrera tan solo fueron dos o tres décimas; es más, en la parte final, con las gomas duras, fue el más rápido sobre la pista. Raro, muy raro, porque incluso marcó su vuelta rápida cargado de gasolina y con esos neumáticos duros! Y ojo, sólo fue 150 milésimas más lenta que la de Hamilton y 333 que la de Massa. Mi no'entender...
Pero bueno, solidaricémonos con el bicampeón, hagamos un pequeño esfuerzo, seguro que nimio en comparación con el que debe estar haciendo él, por entender qué pudo haber pasado. Espero que los próximos días McLaren nos dé una respuesta; pero mientras tanto, empezaría por mirar al resto de pilotos y sus resultados. En Sakhir, no fue Alonso el único que quedó deslucido por un compañero al que, en ausencia de problemas, suelen batir. Para no liar mucho la madeja, cogamos los dos ejemplos más claros: Kimi Raikonen (Ferrari) y Robert Kubica (BMW-Sauber). Qué tienen en común los tres? Dos cosas: el año pasado eran pilotos Michelin y el estilo de conducción. Los tres tienen una forma muy agresiva de afrontar las curVas, sobre todo las lentas, poniendo al límite los neumáticos. En concreto Alonso y Kubica dan ese volantazo característico para ir en busca del vértice y provocar eso que han bautizado como "neutroviraje". Al polaco no he tenido el placer de verlo en directo; pero el asturiano es espectacular: frena muy tarde, muy fuerte y da la sensación de que va pasado. Entonces da ese volantazo mágico. Las gomas delanteras patinan, el coche se va de morro, y al deslizar se calientan y de pronto ganan agarre de nuevo y empieza a soltar el freno con una precisión nunca vista. Al mismo tiempo, por la frenada, el peso se transfiere al eje delantero y se pierde carga aerodinámica volviendo al tren trasero muy ligero, tanto, que cuando las ruedas delanteras recuperan el agarre, el coche empieza entonces a patinar de atrás por efecto de la inercia. En esas centésimas críticas en que las gomas delanteras comienzan a agarrar y las traseras a patinar, Alonso aplica una esquisita delicadeza soltando el pedal del freno para compensar subviraje y sobreviraje. Para cuando lo ha soltado del todo, el coche está enfilado hacia el vértice como por arte de magia. Empieza entonces a abrir gas con suavidad, nunca cruza el acelerador y el freno. El peso se transfiere al eje trasero, la temperatura aumenta, recupera el agarre y el coche va hacia la salida de la curva a más velocidad que cualquier otro. Encaje de bolillos a tropecientos kilómetros por hora, en centésimas, con ochocientos caballos a la espalda y las condiciones de gomas y asfalto cambiando vuelta a vuelta. Bueno, pues al parecer, esto no se puede hacer con los Bridgestone. Los neumáticos japoneses requieren suavidad, no se comportan tan bien ante esas brusquedades propias de Kimi, Robert y Alonso, en especial de este último. Requieren que los pilotos adapten su estilo de conducción para sacarles el máximo provecho, lo cual a su vez implica cambiar los reglajes, reeducar la intuición...
Además, esta técnica se hace notar más cuanto más brusca es la frenada, y en circuitos como Sakhir o Montreal abundan ese tipo de curvas: giros de más de noventa grados en los que se pasa de 300 a 90 km/h, de séptima a segunda (o primera), en menos de cien metros. Así que, este fin de semana tuvimos la combinación perfecta para que ciertos pilotos sufrieran y otros brillasen. De hecho, los pilotos cuyos estilo de conducción se caracteriza por la suavidad hicieron un gran trabajo: el propio vencedor, Massa, Hamilton, Heidfield o Fisichella. Los dos primeros además, están familiarizados con los Bridgestone, Massa por razones obvias y Hamilton también, sí, no nos olvidemos que en la GP2 se usan los compuestos de Bridgestone de la temporada del 99 (si no recuerdo mal), respecto a los cuales, los de este año suponen para él una mejora en prestaciones con comportamiento muy similar. Conste que con esto no pretendo quitarle mérito a nadie; Massa, Hamilton y Heidfield estuvieron soberbios. En especial el compañero de Alonso, que ha entrado en los libros de historia firmando uno de los mejores debuts nunca vistos: tres carreras, tres podios, empatado a puntos en el primer puesto del campeonato con dos fieras como Kimi y Fernando. Chapeau!
Esa es mi hipótesis: una combinación poco faborable de estilo, neumáticos y trazado, que puso en evidencia que Alonso, como otros, aún no se han adaptado al cien por cien a los nuevos neumáticos, aún no saben sacarles todo el provecho. No es fácil tras siete años optimizandolo todo para hacer funcionar el "neutroviraje". Aprenderán. Han recogido información muy importante en esta carrera. No van a tirar la toalla. No han llegado hasta donde están por rendirse ante los retos. No van a dormir a gusto hasta que lo logren... Estad atentos a Montreal el 10 de junio. Pero antes nos esperan Montmelo (13/05), el campeón corre en casa para enmendar entuertos, y Mónaco (27/05), qué os voy a decir de Mónaco... Escenarios ideales a los que llegamos con un triple empate en el primer puesto del campeonato: Fernando, Kimi y Lewis con 22 puntos. Y Massa sólo cinco más atrás. Os dije que esta temporada iba a ser divertida?
P. D.- Por cierto, algo de lo que se ha olvidado todo el mundo: a Hamilton no le cayó un drive through nada más empezar porque el perjudicado fue su propio compañero, Alonso. Si llega a ser otro el que está detrás de él en la salida, el equipo en cuestión hubiera presentado una queja, porque el zigzagzigzagzigzag que se hizo no encaja dentro de esa norma que dice que en la salida sólo se puede cambiar una vez de dirección. Pero, por supuesto, en McLaren no iban a tirar piedras contra su propio tejado, evidentemente. Eso sí, Ron, explícaselo, que la próxima vez a lo mejor no tenéis tanta suerte.
No se porque me da que este año nuestro Alonso ademas de un enemigo rojo tiene otro en casa...y con la prensa inglesa en un equipo ingles metiendo muuuuuucha caña.
ResponderEliminarCierto, muy cierto. Alonso buscaba un reto con el cambio a McLaren, y lo ha conseguido; pero ahí es donde destacan los grandes. Sin reto, no hay leyenda.
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