Aunque muchos no os lo creáis, siempre he sido partidario de escuchar a mis mayores. Puede que luego no esté de acuerdo con ellos o que incluso termine por no hacerles ni puto caso; criterio y experiencia propios, es como me gusta llamar a esto. Hoy voy a mostraros algo que me descubrió uno de mis mayores, tampoco muy mayor, dicho sea de paso; pero no por ello merece menos respeto esta perla de sabiduría, este documento histórico de valor tan incalculable como una vida.
Se trata de unos videos recuperados del olvido gracias al YouTube. Son de un viejo programa que emitió Televisión Española, hace muchos, muchos años, llamado "La Segunda Oportunidad". El programa, en capítulos de apenas diez minutos, analiza las causas y condiciones que provocan los accidentes de tráfico más comunes, para después proponernos soluciones que podrían haberlos evitado. Son una segunda oportunidad, una lección de conducción, que no de educación vial, no nos confundamos, explicada de una manera simple, práctica y contundente.
Sin embargo; aunque las virtudes pedagógicas y la utilidad de estas lecciones, queda, en mi opinión, fuera de toda duda, deberían ser de uso obligatorio en las autoescuelas; lo que más me ha llamado la atención es el tono, los argumentos y la forma que se expresa el director y presentador del programa: Paco Costas. Ha sido toda una sorpresa ver como se hablaba en televisión allá por 1977. Me parece increíble que alguien pudiera dirigirse a la audiencia con las palabras que lo hacía el señor Costas, hablando alto y claro, sin pelos en la lengua. Es lo más políticamente inorrecto que he escuchado en muchos años, sin tapujos ni zarandajas. Ya quisieran los creadores de esa plétora de programas que pululan por los canales españoles tan orgullosos de su humor irónico, incisivo y opinión alternativa, poner el dardo en la palabra como lo hacen en "La Segunda Oportunidad". Me resulta muy triste que hayamos llegado al punto en que para decir una verdad sólo podamos hacerlo con un chiste, con una gracieta de tres segundos, o que nos terniminemos creyendo que entregarle unas gafas de sol al rey sea el acto máximo y sublime de la contracultura y el criterio independiente. Ahí reside la gran virtud de este viejo programa, en su exposición de argumentos y realidades crudas sin recurrir al chiste fácil, sin maquillarlas de "fina ironía", hablando en serio, pese a quien pese. Acompañando las palabras con imágenes explícitas que no se recrean ni en el morbo ni el mal gusto. Deberían aprender esos de las "campañas agresivas" de la DGT, que educar no es lo mismo que meter miedo, que saber conducir no es levantar el pie del acelerador para evitar que te quiten puntos.
Lo mejor es que lo comprobéis vosotros mismos. Aquí os dejo el que fue primer episodio de la serie. Os recomiendo que le prestéis especial atención a los primeros minutos y a los argumentos de cómo, ser un perfecto ejemplo de prudecia y respeto por el código de la circulación es condición necesaria, pero no suficiente para salvar vidas en las carreteras.
La Segunda Oportunidad - 01 - Frenada en curva
El resto de capítulos, en YouTube o, si sois un poco vagos, pinchad aquí. Védoslos. Sí, es un imperativo, no un consejo ni una sugerencia. No caigáis en el error de creeros que ya sabéis todo lo que tenéis que saber para poneros detrás del volante. Y aunque lo sepáis, a veces no está mal que nos lo recuerden. Además, la musica y la infografía no tienen desperdicio.
Petición a los dirigentes de los canales televisivos españoles: Sean ustedes tan amables de sustituir la próxima reposición de Verano Azul por una de La Segunda Oportunidad. Muchísimas gracias; de mi parte y de la de los muertos anónimos de aparecen los fines de semana en los paneles informativos de la red vial española. Que, dicho sea de paso, gran parte han perdido la vida en carreteras secundarias y no en las grandes autovías donde la DGT se empeña en poner la mayoría de controles y radares, eso sí, con talante eminentemente educativo y en absoluto intimidatorio o lucrativo, no te jode...
Ciertamente la gente no sabe conducir, porque se aprende conduciendo y algunos parecen saberlo todo.
ResponderEliminarEn el ámbito gracioso, la voz en off es igual a la del video de Siniestro total "Ante todo: mucha calma".
Menos mal que algunos consejos del "señor mayor" se escuchan...en fin
ResponderEliminarJa ja ja...
ResponderEliminarNo se ofenda vuacé, que un servidor ha escrito "mis mayores", que no implica que sean viejos, si no de más edad y, a priori, mejor enterados de los asuntos de esta vida. Siendo por ello merecedores de respeto y atención, hasta que se demuestre lo contrario.
No se pongan en mi letras palabras que no he escrito, que atendiendo a lo dicho, uno no miente ni ofende; sino más bien halaga y agradece.
Dicho esto, gracias, y vaya vuacé en paz.
Los programas de los 70 y 80 destilan una pureza, una sinceridad que desde luego en estos tiempos actuales llega a abrumar. Paco Costas, no se si ese acento gallegazo estaria si quiera permitido en la "neutral" television de hoy en dia.
ResponderEliminarEstamos retrocediendo en muchos aspectos.
Espero que lo pasarais bien anoche, bandidos. Ya me desquitare otro dia.
Mi vuecencia no se ofende; sobre todo viendo que en CPH al "mayor" le caian mas sonrisas que al "menor" ( o era solo impresion mia ? ), pero recuerda cuando escribas aquel dicho de :
ResponderEliminar"Ni la saques sin razon, ni la metas sin honor".
Por supuesto se referia a la espada, quizas a esa que mencionabas en otro post....
Un poco pelota el comentario. Me dare por satisfecho.
"Ni la saques sin razon, ni la metas sin honor".
ResponderEliminarMe ha encantado esa frase... se puede aplicar a muchas cosas, ¿no?
En Madrid bajo el cielo azul sigue la lucha despiadada contra unos orcos malolientes en forma de datos económicos, y análisis de gestión, pero todo mucho más llevadero gracias a la doncella que me espera en el torreón y que puso un pañuelo bordado con sus iniciales en mi lanza...
buenos días a ti también, cariño.
Ya tengo frase pa'sta semana :)
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