martes, 17 de abril de 2012

Shanghai 2012:

El momento

Difícil me lo han puesto este domingo. ¿El momento? Toda la carrera fue un momento memorable. De principio a fin, la igualdad entre monoplazas y la variedad en las estrategias hicieron que por momentos creyera estar viendo una carrera de 125cc en vez un Gran Premio de Fórmula 1. Pero como tengo que elegir, voy a barrer para casa y quedarme con el pequeño desliz de Alonso cuando intentaba adelantar a Maldonado. La falta de velocidad punta del F2012 hizo sufrir al asturiano toda la carrera. Tuvo que inventarse adelantamientos que no existían para los demás y, en uno de ellos, le salió mal. Una curva rápida, pegado al coche de delante, pierdes adherencia en el tren delantero, tocas la parte sucia y te vas a la hierba. Una pena, porque el ritmo del Ferrari era bueno y, sin ese incidente, el neno podría haberse puesto cuarto o quinto. No hay más que ve donde llegó Hamilton yendo justo delante de Alonso antes de adelantar a Maldonado.


Bien :)

Rosberg. Enorme el alemán. Victoria contundente y merecida. En una carrera en que las diferencias se contaban por décimas, Nico le sacó 20 segundos al resto. Qué mejor manera de presentar tus credenciales como aspirante al título. Ahora que parecen haber dado con la clave para que los Pirelli les aguanten, queda claro que Mercedes ha construido un coche ganador este año, sobre todo en manos de Rosberg: le metió medio segundo a Schumy el sábado e iba sacándole tres o cuatro décimas por vuelta en carrera antes de que se retirase. Eso no es ni casualidad, ni suerte, ni coche, es talento. Grande, Nico, grande.

Hamilton. Tres carreras, tres podiums. Este es el campeonato más largo de la historia y ese puede ser el camino para ganarlo. Me sobran cosas que criticarle al chico maravilla, pero los siete adelantamientos que hizo tras su última parada en boxes son inapelables. El McLaren es el coche más equilibrado de la parrilla, pero con lo igualados que están los equipos este año, hace falta algo más que el mejor coche para clavar siete adelantamientos en apenas quince vueltas. Aunque alguna de sus maniobras fueran cuestionables, Hamilton sigue sin entender que sólo se puede hacer cambio de dirección por adelantamiento, hoy se lo perdonamos en aras del espectáculo.

Vettel. Después de quedarse descolgado de la Q3 el sábado, el campeón sacó fuerzas de flaqueza, exprimió un Red Bull que no le gusta tanto como el del año pasado y maquilló un fin de semana que no pintaba bien, ni para él ni para su equipo. Siempre rápido y sin perder el temple, escaló de la undécima a la quinta posición.


Maaaal!

Ferrari. Los de Maranello fueron otras vez más rápidos que nadie en las paradas en boxes, incluso, con la tercera de Alonso, hicieron la más rápida de la historia: ¡2.4 segundos! Han convertido uno de sus puntos flacos en su punto fuerte; pero cuando se trata de estrategias, a veces, la velocidad no basta. A nivel estratégico, la del domingo fue la carrera más complicada que he visto nunca. A mitad de carrera no tenía ni idea de qué estaba pasando. Ahora gomas blandas, ahora medias, paradas cada ocho giros… Confiaba en que en el muro rojo Domenicalli, Fry y compañía tuviesen mejor idea que un servidor; pero parece que no fue así. Por mucho que confíen en las manos de Alonso, no se puede basar una estrategia en que adelante a siete coches, menos aún cuando uno de los puntos débiles del Ferrari es la velocidad punta. En una carrera donde, salvo el vencedor, todos los de delante ganaron puestos, el Ferrari número 5 salió noveno y terminó noveno porque alguien no tomó las decisiones adecuadas. Incluso Massa perdió una posición y, esta vez, no creo que haya nada que reprocharle al pilotaje del brasileño.

Lotus-Renault. En las tres carreras que llevamos Kimi ha demostrado que es el de siempre, que sus años fuera de la Fórmula 1 no le han quitado un ápice de su velocidad y clase al volante. El domingo, un error estratégico basado, con bastantes probabilidades, en un mal análisis de la evolución de las gomas y la pista, destrozaron su carrera. En un par de vueltas pasó de luchar por el podium a quedarse fuera de los puntos. En Lotus no se pueden permitir estos deslices si quieren tener algo que decir esta temporada.

Sauber-Ferrari. Igual que en Lotus y Ferrari los pilotos de Sauber, Pérez y Kobayashi, hicieron una carrera sublime, pero sus ingenieros malinterpretaron de lo que pasaba en la pista y arruinaron sus esfuerzos. Peor aún que Ferrari con Alonso, ambos Sauber incluso terminaron pero de lo que empezaron.


La reflexión

Tres carreras, tres vencedores diferentes al volante de tres monoplazas diferentes. Qué más quieren que les diga… ¡Qué siga el espectáculo!






Imágenes: Autosport.com y YahooSports.

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