lunes, 14 de junio de 2010

Montreal 2010: Vuelve el espectáculo

Carreras como la de ayer son las que crean pasión por la Fórmula 1. Adelantamientos, vueltas rapídas, persecuciones al límite, repostajes de infarto y estrategias para todos los gustos. Ni lluvia ni coche de seguridad para tenernos sentados al borde del sofá. Bastaron un circuito clásico, sin las florituras de Tilke, y una generación de pilotos que derrochan talento (sí, incluido el chico maravilla, que aunque me siga pareciendo un infame, algo sabe de pilotar).

Tras semejante derroche de espectáculo, para que la satisfacción hubiera sido completa sólo faltó Fernando en lo más alto de podium. Ayer, perseguidos por fantasmas Turcos, él y Ferrari lo hicieron todo perfecto: repostajes, estrategia, pilotaje, reglajes, todo. La vuelta rápida de Alonso antes de su primera parada en boxes fue escandalosa: casi un segundo más rápida que la anterior. E iba camino de mejorarla cuando se le cruzó un Lotus por delante. Ahí estuvo la clave de la carrera. Sin ese inoportuno estorbo, el neno hubiera salido por delante de Hamilton y se hubiera evitado muchos de los problemas que tuvo más tarde. Este año Ferrari sigue pagando a un precio exorbitado detalles mínimos y, a menudo, por errores de otros.

Pese a los temores de muchos al principio de la temporada respecto a las tres escuderías debutantes, este año los doblados están teniendo un comportamiendo ejemplar. Una pena que justo el día en que no sabían donde meterse se los tenga en encontrar Fernando. Los doblados le constaron la victoria y el segundo puesto: diez puntos. Pero como dijo él mismo, estas cosas pasan en las carreras. Unas veces la mala suerte les toca a unos, otra a otros. Al final de la temporada las cuentas se equilibran. Esperemos que tenga razón y que no echemos de menos esos diez puntos el 14 de noviembre.

Ahora podría empezar a desgranar acciones y pilotos; pero ayer pasaron tantas, tantisimas cosas sobre la pista, que necesitaría media noche para contarlo todo. Desde el fulminante adelantamiento en boxes que le hizo Alonso a Hamilton, a la entrada en boxes de Kubica rodeando a Liuzzi. Pasando por la remontada malograda de Massa, el rosario de duelos entre los Force India y los Toro Rosso y la lucha particular de cada piloto con los neumáticos. Ayer hubo de todo y para todos. Menos para de la Rosa, que tuvo más de lo mismo: primero Petrov se lo llevó por delante en la salida y luego su Sauber volvió a dejarlo tirado en la cuneta. Esperemos que a él también se le equilibre la cuenta de la suerte y la fortuna le devuelva lo que le está quitando, lo que lleva años demostrando que merece.

Al final, nos fuimos a cama con el regusto amargo del segundo doblete consecutivo de McLaren; con un suspiro de alivio por el pequeño calvario que volvieron a sufrir los Red Bull, el RB6 sigue demostrando que es tan rápido como frágil; y con una media sonrisa mirando al futuro gracias a un Fernando Alonso que, con suerte o sin ella, sigue sacando lo mejor del F10 y continúa metido de lleno en la lucha por el campeonato. Un campeonato que se acerca a su ecuador plagado de una emoción, alternativas e igualdad como no habíamos visto en años: ocho carreras y cinco vencedores diferentes de tres equipos distintos. Estoy impaciente por ver que nos deparan Valencia y el paquete de mejoras para el F10 que los inenieros de Ferrari ha estado preparando.



Imágenes: Autosport.com y TheF1.com.

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