jueves, 4 de diciembre de 2008

Calles de Shanghai

Shanghai mola. Es una ciudad alucinante. Llegas a ella
Shanghai es una mierda. Es una ciudad miserable. Llegas
en el único tren de levitación magnética del mundo.
a ella esquivando bicicletas oxidadas. Se juegan la vida
Cuatrocientos treinta kilómetros por hora sin ruedas.
entre el tráfico caótico, ruidoso, sucio y despiadado.
Cuando bajas puedes pasearte entre rascacielos de más
Puedes pasearte entre casuchas hacinadas y ruinosas,
de cuatrocientos metros, torres de cristal y neón,
museos de la supervivencia. Entre ellas, en las
monumentos a la osadía humana. Abajo, en las calles,
callejuelas polvorientas y olvidadas, te engulle un
avenidas llenas de luz y árboles, te engulle un enjambre
enjambre de almas que se deambulan entre puestos de
de almas que se mueven entre cientos gigantescos centros
baratijas y chatarra volviendo la cabeza al ritmo de tus
comerciales al ritmo de sus teléfonos móviles. La vida
pasos. La moda no existe. La tecnología es algo que
avanza vertiginosa. Última moda. Última tecnología.
vender para comer. Calles olvidadas sobre las que se
Surgen nuevas avenidas y nacen rascacielos por todas
ciernen cada día nuevas sombras. El futuro les ha dejado
partes ante tus ojos. Imparable hacia el futuro.
atrás. Shanghai se hunde entre las promesas rotas del
Shanghai avanza sonriente inmersa en el sueño
comunismo.
capitalista.

6 comentarios:

  1. Despues de tar mucho tiempo perdido. Jo que envidia. Apuntate otra muesca en tu rifle en la seccion de sitios visitados Un dia tendrias ke escribir kual fue tu mejor viaje o tu mejor experiencia. Un saludote rapaz


    P.D.: el dia 13 se fae la comida del club hay ke avisar antes del 9. Si vas a tar por aki avisote si kies. Nos vemos rapaaaaaaz

    ResponderEliminar
  2. Bien, muy bien.
    Dos visiones en una.
    No se con cual quedarme, quizás con ninguna. Una por mucho y otra por poco. Parece que aquí el término medio no existe...
    Y a mi los extremos como que no me atraen mucho.
    O quizás sea una forma de consolarme, quién sabe?

    De todos modos, a disfrutarlo!!!
    (seguro que lo estás haciendo)

    Besinosssssssssss.

    ResponderEliminar
  3. Un post mu guapo, melenas, no esperaba menos. Pero hazme el favor de cambiarme los colores un poco, que el negro y el azul no se distinguen apenas y, para un pobre daltónico (o lo que sea) como yo, ha sido un poco suplicio ver el interlineado.

    ResponderEliminar
  4. Magnífico post, magnífica idea. Te la copiaré en un futuro a medio, largo plazo :D.

    ResponderEliminar
  5. Hola!!!!!!, esta bien saber de ti. Por alguna razón acabo de imaginarte con uno de esos gorros chinos, una trenza y un traje azul.... que cosas!
    Muy original el post,yo tampoco esperaba menos, un beso, a ver si te llega hasta ahí.

    ResponderEliminar
  6. ¡Neeeeno!!!! ¡Cuánto tiempo! No es mala idéa esa, no. Me la guardo para el día que no sepa que escribir ;) Y otro año que me voy a perder la cena del club. Da recuerdos a todos si vas. Nos vemos en breve :)

    Pues sí, señora, ese problema también lo tiene un servidor, tampoco sé con cual de las dos visiones quedarme; pero, ahora que ya he vuelto y he tenido un poco de tiempo para meditarlo, creo no son dos visiones distintas.

    Siento defraudarte, Fxx, pero los colores se van a quedar como están :p La idea era ni siquiera poner dos colores distintos, pero al leerlo en la pantalla era demasiado confuso, así que sólo cambié un poco los tonos para ayudar a los ojos.

    Gracias, Banyú, pero la idea se la he copiado Julio Cortazar. Uno de los capítulos de Rayuela, ahora no recuerdo cuál, está escrito entero así. No veas la rayada que me pillé hasta que me di cuenta :)

    Jajajaja. . . Olatz, esa imaginación tuya. . . Si me vieses, parecía más bien un reportero de National Geographic, deambulando por aquellas callejuelas, los chinos mirándome raro y los niños acercándose a pedirme dinero. O tal vez Paco Martinez Soria, mirando boquiabierto los rascacielos. Jeje. . .

    ResponderEliminar