jueves, 11 de diciembre de 2008

Viajando entre nieblas

Os estaréis preguntando, o quizá no, por qué si llegué de Shanghai el lunes a medio día, no he actualizado todavía ni la Frase de la Semana. Pues porque desaparezco unas días y aquí se monta la de Dios es Cristo. Una hora después de llegar a casa tras veintidos horas de viaje, estaba trabajando, sentado en una reunión de urgencia con mi jefa para explicarme que los de la petrolera se han flipado con la charla que di unos días antes de irme a Shanghai. El resultado es que están dispuestos a correr con todos los gastos extras, como si ya diesen poco dinero al grupo, para que les hagamos un trabajito de aquí al quince de febrero. Así que desde que aterricé he ido de reunión en reunión y tiro por que me toca. Me toca ir y volver a Zurich el lunes y voy tener todo lo necesario para no aburrime durante enero y febrero.

Hasta aquí todo correcto, nada extraordinario, es lo que tiene este trabajo, que las cosas van y vienen cuando menos te lo esperas. Lo que quizá pueda sorprenderles a ustedes un poco más, es que escriba esto sentado en un tren camino de Hamburgo. Lo de la petrolera es un extra, esto otro entraba dentro de los planes. Planes que incluyen turnos de entre dieciseis y veinte horas en sincrotrón de DESY hasta el sábado. Y espero que sea sólo hasta el sábado, cosa que cada vez tengo menos claro, y pueda estar de vuelta en casa para disfrutar de mi última noche de fin de semana en Copenhague antes de irme a pasar las navidades a España.

Por si esto fuese poco jaleo, de hoy al sábado en Hamburgo y el lunes ida y vuelta a Zurich, me tuve que pasar medio martes y todo el miércoles dando clase. Bueno, dando clase. . . Más bien, de brazos cruzados en un laboratorio vigilando que los eficientes estudiantes daneses no rompiesen nada. Entre el aburrimiento y la sensación de pérdida de tiempo, no sabía si cortame las venas o dejármelas largas.

A todo esto añadidle que mi amigote Vitor, después de haberse pasado un mes en mi casa buscando trabajo en Copenhague, hoy se volvía a España. Os imaginaréis que ayer fue inevitable que nos diésemos un pequeño homenaje; así que, para variar, cambio de país quedando a deber horas de sueño. Y ojo, que no me estoy quejando. Bien contento que voy aquí sentado en el tren, el primer momento de tranquilidad desde que volví de Shanghai. Y hablando de Shanghai, os tengo que enseñar unas fotos y contaros un par de cosillas más; pero en otro rato. Ahora voy a contemplar el paisaje. Sjælland ha amanecido envuelta en niebla y cubierta de blanco, no de nieve, sino del medio centímetro de helada que ha caído esta noche. Por la ventana se desliza una tierra fantasma, sin colores, serena. Justo lo que necesito contemplar para dormir un rato.


Imagen: The Depot

12 comentarios:

  1. Mariquitas decidme si hay algo para el sabado, que Curro me dijo no se que de quedar.
    Y perdon que esto es privado y lo suelte aqui, jajaaj, te acepto que me metas un testarazo!!! ;) (pero no muy gordo, que si no luego no os ayudo con vuestras movidas aeroportuarias jajaja)

    ResponderEliminar
  2. Ufff. . . Pues habla con curro, porque no tengo claro que el menda llegue a CPH para el sábado :P

    ResponderEliminar
  3. Esos días ajetreados son los que le mantienen a uno vivo....disfrutalo y no trabajes demasiado!!

    ResponderEliminar
  4. Menuda vidorra te pegas. Aunque canse, sabes que en veinte años recordarás esta época como una de las mejores de tu vida, si no la mejor...

    ResponderEliminar
  5. Disfruto, viajera, disfruto :) Y trabajar lo justo, con calma pero sin pausa, que aquí los "días" son muuuuuy largos.

    Lo sé, Banyú, y espero que dentro de veinte años mi vidorra sea aún mejor ;)

    ResponderEliminar
  6. "que aquí los "días" son muuuuuy largos."

    Ivan, te confundes: AQUI LO QUE SON LARGAS SON LAS NOCHES. Y mas aun si uno esta mas o menos solito :-(

    Por cierto, yo el sabado no estoy en Dinamarca: me voy a ver el Barsa-Madrid al Camp Nou. He pillado entrada in extremis y ese sera mi auto-regalo de Navidad, proque ni tengo a quien regalar ni quien me regale jeje.

    ResponderEliminar
  7. Jeje. . . Lo de "días" iba con segundas y terceras, de ahí las comillas, una manera perezosa de decír día laboral y, que como bien dices, aqui luz hay la justita.

    Y nada, disfruta de ese derby, y a ver si nos las apañamos para tomar aunque sea un café antes de que me pire de vacaciones.

    P.S.- ¿Más o menos solito? O estamos o no estamos, pero mariconadas las justas :p

    ResponderEliminar
  8. Así que flipaos, correr con todos los gastos,...
    Nene, yo siempre supe que valías mucho ;-)
    Bso, t veo pronto, que no te hablo por el messenger porque sé que estás a saco.

    ResponderEliminar
  9. Sí, en fin, tampoco lo acabo de entender; lo que les conté el otro día me parece física de andar por casa, pero por lo que se ve les es muy útil para seguir forrándose sacando petróleo. Y si el que paga está contento. . .

    ResponderEliminar
  10. Jejejejeje.
    Grandes obras de la literatura se fraguaron precisamente viajando en tren....
    Besinos.

    ResponderEliminar
  11. Pero qué listo que es él, madreee!!!

    Bueno, ya "descansarás" en España... :P

    ...a seguir disfrutando...

    Muakkkk!!!

    Vero.

    ResponderEliminar
  12. Je. . . Lo unico que produce un servidor en los trenes que pudiera recordar a una fragua son los ronquidos.

    Si, si, Vero, en eso estaba pensando tambien, en ``descansar'' en Espanha; esta vez a lo mejor hasta lo consigo ;)

    P.S.- Disculpen ustedes los acentos y las enhies; este teclado suizo de eso tiene lo justito.

    ResponderEliminar