sábado, 2 de diciembre de 2006

De luces y sombras

Ayer, 1 de diciembre, tuvo lugar por toda Dinamarca otro de esos eventos navideños de que tanto gustan por estos lares: el encendido de los árboles de navidad. A las 14:00, que aquí, no os olvidéis, es casi última hora de la tarde, nos reunimos todos en el enorme recibidor circular del GeoCenter. Del ápice de su cúpula, a cinco pisos de altura, cuelga un majestuoso péndulo de Foucoult que, dicho sea de paso, no funciona porque el alclaje no es isótropo. Estos días, compartiendo protagonismo con el péndulo, hay un enorme abeto engalanado como mandan los cánones.

Según la tradición, tras el discurso de rigor, se iluminó el árbol y todos bailamos cogidos de la mano en torno a él. La música la ponía una orquestucha que traspiraba de todo menos ambiente festivo. No echáis de menos algo?

... Pues no, esta vez no había cerveza de por medio. Para esta fechas tan señaladas los daneses tienen otro brebaje, el verdadero motivo de que se hubieran reunido todas aquellas personas; a mí ya no me engañan con esto del espíritu navideño. Consiste en vino tinto caliente con especias, unas pequeñas uvas blancas y trozitos de almendra. Se llama gløgg (leído glwhg) y la verdad es que está muy muy bueno. Se bebe acompañado de una especie de buñuelos con un toque a manzana, mojados en mermelada de fresa y azucar glas. To'o mu'rico.

Pero, aunque no deja de ser interesante participar en estos rituales socio-festivos, de los que en mi propia cultura suelo pasar como de la mierda, no fueron las luces de navidad lo que marcó el día. Ayer experimenté que por no ser danés, mi dinero vale menos, que por tener el pelo largo y ojos oscuros, soy merecedor de escasa o ninguna confianza. Esperaba que hubiera sucedido mucho antes; pero en otras situaciones, no sentado en una oficina bancaria.

Por fin se ha solucionado el pifostio que se montaron con mi contrato y he cobrado mi primer sueldo de verdad. Ole!! Era el momento de tratar de hacerme con una tarjeta de crédito, de débito o lo que fuese que me permitiera disponer de mi dinero en cualquier lugar del mundo; cosa indispensable a la vista del plan que ya os he contado tengo para este mes. Por eso
me pasé la mañana deambulando de banco en banco. Desde que me fui de España, no había escuchado tantas gilipolleces seguidas en tan poco tiempo. Del que he sido cliente hasta ahora me ofrecía la Visa, eso sí, con unas condiciones y comisiones descabelladas. Otros me dijeron que no era una buena inversión para el banco porque sólo tenía un contrato de tres años y luego, me podía largar dejandolos empufados; el tipo ni se despeinó, a mí me asomaron la mirada incredula y la sonrisa cínica... La más gorda de todas fue cuando uno me dijo que su banco no abría cuentas... Einch??!! De la Visa, ni hablamos, claro.

Por si os pudiera quedar la duda de que a lo mejor soy un poco paranoico y mal tomado, os aclaro que mis compañeros, cuyo sueldo es un poco más bajo que el mío, por cierto, tienen cada uno dos tres tarjetas de crédito con condiciones razonables, casi todos en varios de los bancos por los que me pasé. Eso sí, son daneses. En fin, menos mal que nos queda la banca por internet. Espero que si a Omid, el iraní, no le han puesto ninguna pega, a un servidor tampoco. Además, me ahorraré una pasta en comisiones.

Para mí, lo más sorprendente de todo esto, es cómo he reaccionado. No me he sentido ofendido, ni humillado. No me he cabreado, ni he puesto el grito en cielo, ni me he comido con patatas a ninguno de los tipejos que me regaron los oídos con argumentos estúpidos. Me he limitado a callar y tomar nota; ya sé otra cosa sobre Dinamarca. Será que en los últimos años he visto muchas veces ciertas miradas. Será que a pesar de todo la gran mayoría de los daneses son encantadores y este país sigue siendo acojedor. Será que las rubias siguen empeñandose en convencerme de que soy guapo... Son raras, muy raras, ya os lo dije. Será que está semana estoy demasiado orgulloso de mí mismo como para que un puñado de capullos me hagan sentir de menos. Estoy consiguiendo sacar un montón de curro adelante y disfrutando con ello. Además, el jueves se me ocurrió una idea feliz
para preparar las muestras que nos tenemos que llevar a Suiza dentro de semana y media. Sencilla y elegante, dijo la jefa. Si funciona, y todos creen que lo hará, nos va a ahorrar bastante dinero, mucho tiempo y quebraderos de cabeza. Porque yo lo valgo. Ja!

8 comentarios:

  1. ¡Ya me extrañaba a mí que no hubiera glühwein o como glwhg! Yo la primera vez lo probé en Polonia y lo relaciono con uno de los mejores momentos de mi vida. ¿Y las tazas? ¿cómo son? Ya te pasearás por algún mercadillo navideño (para san nicolás, seguro) e investigas lo que te dije.

    Y en cuanto a lo otro... Pos qué quieres. Los daneses han dado mucho por culo con Maastricht y el Espacio Económico Europeo, y no aceptan la libre circulación de capitales. Lo mejor de todo, y díselo si quieres al de tu banco, es que no les sirve de nada, porque su política monetaria, tirando a patética, es idéntica a la del Bundesbank y de hecho hace años que mantienen estricta paridad de cambio con el marco (hoy euro), de manera que les da absolutamente igual, lo que se decida en Frankfurt será lo que pase en CPH... Pero tienen muy a gala ser antieuropeos o mejor dicho europeos dando por culo...

    Pero dejémonos de ralladas que estamos de vacas (o casi). Disfruta del glwhg. Yo en cuanto llegue a Zgz hago una cacerola para todos. Hmmmm...

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  2. ...a lo mejor si le pides a tu jefa el dinero que le has ahorrado al grupo ya caes dentro de la clase de equivalencia de los que pueden tener una tarjeta de credito en banco modelo presencial...

    Oleee essa productividad elegante!!!

    Un abrazo

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  3. Esos buñuelos están buenísimos, yo pillé un empacho a base de untarlos en azúcar glass y mermelada uff...


    Lo del banco es que seguro que has ido al Dansk Bank, a mi no me hacían una cuenta hasta que tuviera el CPR, y fui al Nordea y me dijeron que ningún problema, que cuando lo tuviera que se lo diera y que mientras tenía la cuenta igual con una tarjeta de withdrawal.

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  4. Muy güenas !!!

    Cómo está eso del "glog" !!! Hoy mismamente estuvimos una amiga mía y "mi maiself" en un mercadillo sueco dándole al glögg (ellos lo escriben con diéresis). En este caso dicen que es vino tinto calentado con azúcar, especias y le ponen pasas y almendras. Aunque me pega que eso estaba muy fuerte para ser sólo vino tinto, igual lo mezclan con aquavit (aguardiente) los muy burros... Enigüei, un muy buen invento para el invierno, jejeje.
    Respecto a lo de los bancos, siento oir lo que cuentas... Es frustrante que haya "europeos" de primera y segunda clase. Ánimo y a por ellos, que son sólo unos vikingos ;-)
    Bueno, a ver si nos vemos en navidades, este anno me pillo dos semanitas :-) :-) !!!!! (del 23 al 7). Haremos una cena de emigraos, no?

    Un abrazote

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  5. Traete la receta de ese brebaje para navidad.
    Bancos, puajj, son todos iguales, como los arbitros un mal necesario. He echado un ojo al ranking de visitas de blog desde el mundo y sorprende ver visitas desde Australia, Mongolia(?) o la costa este de EEUU. Quiza los banqueros daneses deberian echar un ojo a la "buena publicidad" que se les hace. Al final siguen siendo "vikingos saqueadores" ahora con corbata y traje...

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  6. Tiene razon el amigo Kike: en Nordea te abren la cuenta sin problemas. Son mas abiertos para estas cosas, lo digo por experiencia. No creo que tener una Visa te pueda costar mas de 150 dkk al año creo.

    Yo dentro de lo que cabe en estos 5 años no he sentido miradas raras porque mas o menos paso bastante desapercibido,pero otra cosa es abrir la boca para hablar. El nivel de respeto de los daneses hacia mi persona baja escandalosamente en el momento en que detectan mi acento extranjero.

    Ya se puede decir que estas "integrado" en DK, te han marginado. Bienvenido al club.

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  7. La primera vez que me marginaron en Dinamarca, o por lo menos la primeravez que yo me sentí marginada, fue en el bus, iba yo hablando en castellano con el crio que cuidaba cuando de repente una...vamos a llamarla " Señora anciana" (por no llamarla vieja chocha danesa intolerante gilipollas maleducada y gritona) se plantó delante mio gritando en danés (of course!), yo no entendí ni media palabra, pero con el tono, los gritos y su mirada no hacía falta entender...
    lo que más me dolió fue que el pobre crio se puso a llorar por los gritos de la "señora anciana" a lágrima viva.

    La segunda fue en un super...pero eso es otra historia...

    Por otro lado...Yo no recuerdo haber tenido problemas con el banco...de hecho sigo teniendo mi Visa/dankart para cuando voy a Dinamarca y voy a usarla muuuuuuuuy prontito ya que el miercoles nos vamos para allí :-) a ponerme hasta los topes de aebleskiver!!Me encantan!!!!

    Un abrazo:

    /Laia

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  8. Pues sí, es curioso esto de los bancos daneses. Tengo una cuenta desde que llegué. Me la abrieron en el Danskebank sin CPR ni nada, todo un logro; pero de ahí no pasan. Tenemos estos meses a profesor de los esteits de visita. Un paisano en condiciones, con sus cincuenta tacos, su mujer, sus dos niños y una cuenta bancanria más que generosa, pues a él también le es imposible conseguir una Visa. Siendo americano su reflexión fue imediata: "Por qué los bancos daneses tienen tanto interés en que no me gaste mi dinero en Dinamarca?" En fin, ellos sabrán.

    Por lo demás, la receta del gløogg, tranquilo anjin-san que ye mu'fácil.

    Isa, para la fabada tenemos que buscar un día ya; que luego se escaquea todo el mundo.

    Laia, hasta cuando te vas a quedar? Porque de lunes a sábado no voy a estar en CPH :( y estaría bien poder tomarnos una juntos. Ya le pegaré un toque a Under pa'ponernos de acuerdo.

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