"¡Buenas!
Hoy, por primera vez en diez años, soy incapaz de pagar mi alquiler, mis facturas y mi comida. Desde hoy va a ser mi padre quien pague mi vida, otra vez. . .
A comienzos de agosto, nos comprometimos a evitar que este día llegase. Por respeto y buena voluntad, acepté términos que no creía fuesen la mejor línea de acción, otra vez. Y cumplí con mi parte, otra vez: reescribí la Sinopsis y dejé el manuscrito sobre reflectividad listo para publicar. No funcionó, otra vez. Todo ha sido retenido durante un mes, saltándonos por partida doble las fechas límite que nos marcamos, sin razón aparente.
Entendí que sois personas ocupadas con asuntos mucho más importantes que los objetivos de un estudiante de doctorado. Entendí, me lo recordé a mí mismo cada día a lo largo de este año, un año sin sueldo. La última vez, nos comprometimos a entregar la tesis antes de octubre. Hoy es uno de noviembre. Hoy, mi cuenta bancaria está a cero. Mi paciencia terminada. Mi buena voluntad acabada. Hoy, hemos cruzada la línea a partir de la cual no consideré nunca más el que estéis ocupados como una escusa válida.
Hay tres cosas que tenemos que hacer. Tres cosas que no llevarán más de un día-hombre de trabajo:
1.- Revisar la Synopsis a la caza de erratas, errores y frases confusas, hacer mejoras menores (el tiempo de los grandes cambios se fue durante el año pasado) e incluirlos todos en el manuscrito final.
2.- Decidir el comité para la defensa.
3.- Rellenar los formularios para la burocracia.
Una pena que yo juegue un papel tan pequeño para dejarlas hechas. . . Aún así, podéis considerar que dejar esas tres cosas hechas es mi única preocupación en la vida.
Saludos,
Iván.
P.S.- Aún estoy esperando el pago por las 225 horas invertidas en los projectos externos de este año y el anterior."
Ah, y no se alarmen ustedes, a efectos prácticos, que en estas cuestiones son los que cuentan, mi cuenta bancaria no está vacía; aunque el dinero que hay en ella no lo haya ganado mi sudor.
Ya me habías asustado... de todas formas, menos mal que existe el modo "fíate tú de estos" importado desde la piel de toro y no te ha pillado con los pantalones en los tobillos.
ResponderEliminarBuen toque de atención... ahora a ver cómo andan de responsabilidad para con el vecino esos Daneses y se ponen las pilas de una vez.
Suerte, y a ver cómo responden los jefes.
NO si al final estos Daneses se parecen un poco a los españoles. La madre ke loa trajo. A ver si el se espabilan un poco y en esta semana sabes algo. Un saludo Neno
ResponderEliminarPues nenos, no sé lo que contestarán; pero casi seguro que no será esta semana. Mañana se pira la mitad del grupo a una conferencia en Holanda, toda la semana. Así que sumamos y seguimos. . . Ya veis, en toos laos cuecen fabes, y cuando la cosa se tuerce, se tuerce, ahí, aquí y en la China. . .
ResponderEliminarLos tienes bien puestos. Tomo nota.
ResponderEliminarLife's
Gracias; pero más que bien puestos prefiero pensar que los tengo donde hace falta en cada momento: a veces hay que dejárselos en casa, otras tragárselos, meterlos en el bolsillo o ponerlos encima de la mesa. Esta vez, espero haberlos puesto en el lugar adecuado. . .
ResponderEliminarSí señor... les hacía falta que les refrescasen la memoria.
ResponderEliminarEspero que "pase algo" pronto...
Muak.
PS: Pídeme si necesitas unos sobaos humanitarios... :P
Vero.
Jajajaja. . . Tomo nota :)
ResponderEliminarSabe usted dondes estamos, ¿verdad?
ResponderEliminarSé, agradezco saberlo :) Pero no se preocupe vuacé que, de momento, estamos bien provistos.
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