Sentados, uno frente a otro, con unas tazas de té. La nieve al otro lado de la ventana y la conversación caían tranquilas, inofensivas. Tan inofensivas e inócuas parecían las palabras en el calor del hogar, que tarde en darme cuenta. Necesité pedaledar unos cientos de metros sobre la nieve, blanca y lenta, con el viento la cara, cortante y limpio. Necesité el golpe térmico para sacudirme las neuronas adormecidas. Habíamos hablado como si, a fuerza de habitual, todo fuera normal. . . Y habitual sí, pero normal no. De normal no tiene nada, ni aquí ni en ningún sitio, ni ahora ni nunca. ¡No es normal!
No es normal. No es normal que a las personas les exijan que trabajen gratis. Pero es habitual. Se está haciendo cada vez aún más habitual. Y suelen ser los organismos internacionales y agencias no gubernamentales (ONU, Unicef, diversos organismos Europeos, etc) las que lo hacen con mayor descaro, sin mostrar vergüenza alguna. Ellos ven normal que queramos trabajar gratis. Plagan internet con ofertas laborales que dan risa, o pena, o mala hostia, según el día que tenga uno. Un mes, dos, seis, un año trabajando por la jeta. Lo que sea por meter la patita y mejorar el currículum. ¿Nos hemos vuelto todos locos o qué?
No, es que mientras estás en proceso de aprendizaje. . . Me cago en el proceso de aprendizaje y en la puta que los parió a todos. Cuando en la Edad Media un artesano tomaba un aprendiz, lo mínimo que le ofrecia por su esfuerzo era cama y comida, lo mínimo. Griegos y romanos daban a sus esclavos cama, comida e incluso respeto por el trabajo bien hecho, incluso los bárbaros y despiadados vikingos alimentaban y mantenían calientes a sus esclavos. Pero hoy, en el siglo XXI, no. En el siglo XXI, en los estados de bienestar del primer mundo, en el mundo libre, justo y democrático, en el mejor mundo posible, en este mundo, no. En el mundo del siglo XXI ni siquiera te darán cama y comida por tu trabajo. En el siglo XXI es habitual exigirle a los esclavos que trabajen gratis, porque en el fondo te hacen un favor dejándoles que les chupes polla, no te jode. . .
Y nos quedamos tan tranquilos. Y nos parece normal, normalísimo. Trabajar gratis ya es ley de vida. Cuando era pequeño a eso lo llamábamos esclavitud, y en Europa estuvo abolida durante algunos siglos, hasta ahora. Ahora, las grandes corporaciones, los organimos internacionales (garantes de la paz mundial y adalides de la libertad), los putos bancos y sus gobiernos títere han vuelto a instituirla. Ahora la llaman contratos en prácticas, becas de formación, periodos de prueba y otras cosas políticamente correctas. Que lo llamen como quieran: la esclavitud vuelve a ser legal y nos parece normal, incluso nos han convencido de que es por nuestro bien. Y para no coartar nuestra libertad, ya ni siquiera nos van a dar un sueldo de mierda, y de cama y comida ni hablar; eso sí, cuando terminamos la jornada somos muy libres de irnos al Macdonalrs, al Corta Ingles, al Carreflurs o donde nos plazca a gastarnos todo lo que nos han enseñado ese día. Incluso podemos ir a pedir un crédito al banco. No sé de que nos quejamos. . .
Imagen: SpreadShirt.
Bfff....y encima esclavos altamente cualificados. Con dos webs. Qué bien se lo han montado. Esa es una de las razones por la que en un momento del ciclo decidí que irse a Australia y montarse un chiringuito en la playa era la mejor opción. Si con eso tengo donde caerme muerta y algo que comer, pues oye, como ahora, pero con dos grandes ventajas: no tengo que aguantar a nadie y con un nivel de estrés mucho más bajo. Hay unos cuantos hijos de puta que tienen el tinglado bien montado. No intentes quitarles un pedacito del pastel que te aplastarán. Y de mientras en esta sociedad nuestra los problemas derivados de esta vida contra natura que nos hemos montado matan cada vez más (ya no sólo problemas de obesidad, sino problemas de estrés crónico y depresiones, que con que mejorasen un pelín las condiciones de vida mejorarían bastante). Pero no, venga, tontos unos por exprimir hasta que se queden secos y quedarte sin nada y tontos otros por creer que esto es por tu bien, por TU FUTURO. Tu futuro no existe. Tu futuro es ahora.
ResponderEliminarY ale, con esta parrafada inútil me voy a dormir para ver si termino mi viacrucis particular. Manda huevos que esté así por haberme creído lo que nos han inculcado durante tantos años. Se me pone una cara de GILIPOLLAS que pa'qué.
En fin, ánimo en tu tema. Yo propongo un tema de Julfrokost de "torturemos lenta y dolorosamente a nuestros jefes". Verías tú qué diversión!
Vaya, así que no soy el único planteándose lo del chiringuito en la playa. . . El que lo haga primero invita ;) Buenos días!!!
ResponderEliminarPor suerte para nosotros (desgracia para ellos) una bala es muy barata (60cts €) y lo difícil es encontrar motivos y redaños para amartillar percutores... al paso que vamos van a tener que subir mucho el precio de las balas, porque 60 cts los tiene cualquiera.
ResponderEliminarNota: acabo de decidir que para la ONU va a trabajar 6 meses gratis SU PUTA MADRE.
Motivos nos sobran y redaños, llegado el caso, también; pero por suerte y al contrario que con ellos, de momento los redaños nos vienen aparejados de ciertos valores e ideales que nos impiden amartillar percutores, de momento. . .
ResponderEliminarNota: Olé tus cojones y a ver si seguimos convenciendo a otras personas :)
Nada de cojones: sentido común. Por desgracia una "rara avis" en estos días inciertos.
ResponderEliminarPor desgracia. . .
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