A lo que iba, intocable, de principio a fin. Webber sentenció la carrera en la salida. En la primera curva, se las ingenió para contener a su compañero, Vettel, y al chico maravilla. A partir de ahí fue una galopada triunfal hasta la bandera a cuadros, a golpr de vuelta rápida y sin que nadie estuviera en condiciones de plantarle cara. Intocable.
El que se hizo otra arrancada de órdago fue Alguersuari. Seis rivales se merendó el tío; una pena que en un esceso de fogosidad se ganase un drive through tras llevarse por delante el alerón frontal de Chandok. Esperemos que, como muchos de sus errores previos, sean errores de juventud y no el comienzo de un mal hábito.
Mal hábito como los muchos que sigue teniendo el chico maravilla. Ahora le echan la culpa a la grava de las escapatorias del circuito; pero, hasta que no me convenzan, voy a seguir pensando que él y sólo él tuvo la culpa del reventón en la penúltima vuelta. Le pudo el orgullo, y no se pudo contener cuando vio que Alonso, para tantear su verdadero ritmo, marcaba la vuelta rápida. Está obsesionado con demostrar que es mejor que el asturiano, y sí, marcó la vuelta rápida; pero sus neumático delantero izquierdo, que la pista Catalana castiga en sobremanera y más aún con los reglajes y el estilo de conducción agresivo de Hamilton, dijo basta. Eso sí, bravo por los estrategas de McLaren; aún me maravilla como consiguieron arrevatarle a Vettel la segunda posición en el repostaje.
Con la "desgracia" del chico maravilla (Qué pena, casi lloro. . .) y que Vettel tampoco tuvo el día, parece que su problema de frenos también fue también culpa de la grava, Alonso hizo bueno aquello de que, para ganar una carrera, primero hay que acabarla. Y, aunque no ganó, subir al F10 al segundo escalón del podio fue una proeza. Fortuna suya o mala fortuna de sus rivales a parte, su vuelta de clasificación fue protentosa y su ritmo de carrera espectacular. En cuanto le montaron las gomas duras, empezó a rodar al ritmo del intocable Webber, estando ahí, al acecho, para aprovechar cualquier error o problema de sus rivales. Pero había que estar ahí, no como Massa, atascado detrás de un Button atascado detrás un Schumacher al que parece que los cambios hechos al Mercedes le fueron con anillo al dedo; veremos si sigue la tendencia o sólo fue un mal día de Rosberg.
El que seguro que tuvo un mal día fue de la Rosa, de una forma u otra, parece que siempre acaba pagando por lo errores de los demás. Espero que, a poca justicia que haya por ahí suelta, el tiempo dé a cada uno lo que merece y el catalán empiece a conseguir los resultados que ace tiempo lleva demostrando que merece.
En resumen, la primera carrera Europea, ha dejado clara una preocupante superioridad de los Red Bull. Y preocupados deben estar también algunos pilotos viendo como esta temporada los segundones teoréticos se revelan. Hamilton, sufre viendo como Button, a la chita callando y con un poco de fortuna lidera el mundial. Vettel, aún debe de estar temblando la demostración de poderío de Webber. Rosberg temiendo que de ahora en adelante todo los esfuerzos de Mercedes se centren en contentar a Schumy. Y Alonso. . . Alonso, después de demostrar otra odiosa comparación quien manda en Ferrari, sólo parece preocupado por borrar en Mónaco esos tres puntos de diferencia que le saca Button. Aunque Fernando no tenga el mejor coche, sigue creyendo en él, en su equipo y está más determinado que nadie a ganar este campeonato. Carrera a carrera. Curva a Curva. Aunque tenga conducir con una mano y hacer malabarismos con los inventos que le pongan al F10.
Imágenes: Autosport.com y Ferrari.com.
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