Como levantarse un sábado después de haber dormido mucho y tarde: parece como que cuesta arrancar.
¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
El reloj tiende a mostrar una hora surrealista o, este caso, el calendario intenta convencerme de un absurdo. Nah, no puede ser verdá…
¿Diecisiete de marzo? Estás de coña.
Mamá, sólo una horita más. Y terminas levantándote a la hora de la merienda. Ahora que he terminado el puto doctorado… Ejem, perdón, ahora que está terminado, es el
maravilloso doctorado, una experiencia estupenda, se lo recomiendo a todo el mundo. Muchas gracias a mi papá y a mi mamá y a toda mi familia y a mis amigos y amigotes y compañeros de trabajo y a mi jefa y… y… y al cartero y al peluquero y, sí, a tí también, claro. Qué bonito todo, señor doctor.
A lo que iba, una vez terminado, al carajo con todo durante quince días. Ni buscar curro, ni limpiar la casa, ni escribir en Bitácora ni leches. A parte comer, dormir, follar y cagar, me voy a rascar los güevecillos dos semanas. Primero de izquierda a derecha y luego de derecha a izquierda. Una y dos semananitas…
Y tres. Y cuatro. Y cinco. ¡Y seis! Y si no estuviese aquí escribiendo iríamos a por la séptima. ¡Diecisiete de marzo! De todos modos, no dramaticemos. No he escrito en siete semanas, pero la casa sí que la he limpiado y trabajo también he buscado, mucho. Tanto que en el trabajo de mi vida me han rechazado, dos veces. Y en el segundo trabajo de mi vida también. Y en el tercero. Y en algún otro que ni siquiera recordaba haber solicitado. Aunque, por otro lado, me han llamado del bando enemigo: bancos y petroleras. A lo mejor incluso vuelven a llamar…
Como ven, después de las "vacaciones", lo único que me quedaba por retomar era esto de escribirles a ustedes. Me tomé tan en serio las vacaciones literarias que hasta me olvidé de decir que me iba de vacaciones. Así que no se alarmen. No me ha pasado nado. Sigo vivo. Y tengo intención de volver a manifestarme con regularidad; aunque sospecho que habrá ciertos cambios de formato y concepto. Pero no adelantemos acontecimientos. Cada cosa a su tiempo. Disfruten ustedes de lo que queda de fin de semana, o de semana.
Un abrazo y gracias por la preocupación y el interés. Hablamos.