jueves, 29 de marzo de 2012

Frame Off !

Como no me puedo estar quieto, durante tiempo que he ahorrado escribiendo en las últimas semanas, he estado preparado un proyectillo fotográfico con un amiguete. La idea es organizar alguna exhibición por los cafés de Copenhague, que son muy aficionados a colgar de sus paredes las fotos y cuadros que los vecinos hacen en sus ratos libres. Para los que os pille un poco a desmano, aquí tenéis la versión web:

Frame Off !



martes, 27 de marzo de 2012

Merbourne 2012: Se abre el telón

El momento

La salida. Despejadas el sábado las dudas de pretemporada sobre dónde estaba cada uno, quedó confirmado que Ferrari no empieza bien la temporada; Alonso en cambio empezó como un tiro. Arrancaba duodécimo, se alzó hasta el octavo puesto colándose por el interior en la primera curva. Impresionante forma de empezar a remediar el desaguisado.


Bien :)

Alonso. Siempre lo da todo y en Melbourne no fue menos. Con coraje, manos, la ayuda de una estrategia y paradas en boxes perfectas y pese a una inoportuna salida del coche de seguridad, llevó el Ferrari número 5 hasta el quinto puesto. Quién lo hubiese dicho el sábado… Ni siquiera a presión de Maldonado en las últimas vueltas despeinó al asturiano.

Button. Cada vez me gusta más el británico. En McLaren parece haber encontrado los ingredientes que le faltaban para convencerme de que se merece el título que ganó en el 2009. Ya se le subió a las barbas al chico maravilla la temporada pasada y, este año, volvió a presentar sus credenciales en la primera curva. Adelantó a Hamilton sin contemplaciones y dominó la carrera hasta la bandera a cuadros.

Räikkönen. Bienvenido sea, la Fórmula 1 necesita personajes como el finlandés. Igual que Alonso, arregló la pifia del sábado con un carrerón el domingo. Se metió en los puntos y dejó claro que el Lotus Renault puede dar algún disgusto.


Maaaal!

Massa. Que el F2012 no es ninguna joya lo sabemos todos, pero no basta para justificar el desastre Massa. Nunca tubo ritmo, y cuando lo tuvo destrozaba las gomas.

Maldonado. Primero se llevó a Grosjean por delante. Luego arruinó su propia carrera con un error de novato cuando tenía a Alonso a tiro. Estas cosas pasan en las carreras; pero un error así, en la última vuelta, convirtió en un cero patatero el magnífico esfuerzo del equipo que lucha llevar a Williams de vuelta a lo más alto.

Mercedes GP. Mucho ruido y pocas nueces. La velocidad con la que sorprendieron el sábado se esfumó el domingo al mismo ritmo que sus gomas. A Ross Brawn y su cuadrilla más les valdría invertir sus esfuerzos en los aspectos básicos de coche en vez de andarse a vueltas con el reglamento, tratando de colarnos conductos-F escondidos en el DRS y otras triquiñuelas técnicas de dudosa legalidad.


La reflexión

Cosa rara, la primera carrera del año ha despejado muchas dudas. Queda claro que McLaren es el equipo a batir. Red Bull les sigue de cerca; gracias a los cambios en el reglamento, ha perdido la ventaja apabullante del último año. Menos mal. Ferrari está un paso por detrás, en medio de un pelotón con muchos candidatos. Si el año pasado la cosa esta igualada, Red Bull a parte, este año las diferencias son inexistentes. Las jerarquias ven a cambiar, ya no de carrera en carrera, sino de vuelta vuelta. A Ferrari le toca otra temporada a la caza de los líderes; pero con la igualdad de este año, las pequeñas mejoras, pueden suponer grandes diferencias.


Imágenes: Autosport.com y Grandprix.com.

lunes, 26 de marzo de 2012

El día que fui azafato en un congreso de la UE

Cruzan las puertas sonriendo o bromeando entre ellos. Risas confiadas, importantes, falsas. O pasan serios, sin hablar, con la mirada solitaria y cansada perdida al otro lado del umbral. Algunos me dedican un ligero gesto de reconocimiento con la cabeza, que devuelvo serio. La mayoría pasan absortos en su mundo o absorbidos por sus teléfonos. Apenas hay mujeres. Apenas hay hombre alguno vestido con algo distinto de un traje oscuro, corbata anodina, y camisa clara. Pero hay algo los uniformiza más que su uniforme de burócratas. Algo desagradable, enfermizo, que se cuela en mi inconsciente y me hace depreciarlos por instinto; incluso antes de comprender porqué.

No son las miradas lascivas, o anhelantes, que algunos de esos hombres, cuya edad ya deja de ser mediana, dedican a mis compañeras o a las secretarias de sus colegas. Tampoco la insolencia y mala educación con la que otros reaccionan a cualquier sugerencia de los organizadores del congreso que sea contraria a su capricho inmediato. No, lo que realmente me revuelve el estómago cuando veo a pasar a mi lado un burócrata tras otro, son sus gestos flácidos, su piel cerúlea de despacho y luz artificial. La manera en que arrastran sus cuerpos blandengues de un lugar a otro, carente de elegancia alguna a pesar de los trajes caros y afeitados impecables. Sus cuerpos, meros contenedores de egos incontenibles y cerebros demasiado orgullosos de su orgullo.

Entre arcada y arcada, me dan ganas de acercarme a alguno de ellos y cruzarle la cara de una hostia. Ni por venganza, ni odio, sino por hacerles un favor. Hacerles sentir, puede que por primera vez en mucho tiempo, el placer de estar vivo. Esta es la chusma que gobierna las regiones y ciudades de Europa: setecientos burócratas tres días en Copenhague con gastos pagos gracias a nuestros impuestos. Pieles enfermizas, hombros caídos, barrigas arrogantes y piernas inseguras. Me dan igual cuantas ideas magnánimas albergen sus cerebros y palabras grandilocuentes escupan sus bocas. Personas tan alejadas de sí mismas y de su humanidad, jamás querrán acercarse lo suficiente a nadie para comprender cómo mejorarles las vida. Ideologías al margen, con semejantes despojos humanos por clase política, uno desiste de esperar nada bueno… No nos gobiernan hombres, sino los engendros endógamos de una sociedad decadente.

Tan repulsivo me parece el gobierno de la fuerza bruta, de la bestia descerebrada, como el la inteligencia inhumana, el cerebro descorporizado.


Imagen: Yaroslav Naumkov.

sábado, 17 de marzo de 2012

¿Hola?

Como levantarse un sábado después de haber dormido mucho y tarde: parece como que cuesta arrancar.

¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

El reloj tiende a mostrar una hora surrealista o, este caso, el calendario intenta convencerme de un absurdo. Nah, no puede ser verdá…

¿Diecisiete de marzo? Estás de coña.

Mamá, sólo una horita más. Y terminas levantándote a la hora de la merienda. Ahora que he terminado el puto doctorado… Ejem, perdón, ahora que está terminado, es el maravilloso doctorado, una experiencia estupenda, se lo recomiendo a todo el mundo. Muchas gracias a mi papá y a mi mamá y a toda mi familia y a mis amigos y amigotes y compañeros de trabajo y a mi jefa y… y… y al cartero y al peluquero y, sí, a tí también, claro. Qué bonito todo, señor doctor.

A lo que iba, una vez terminado, al carajo con todo durante quince días. Ni buscar curro, ni limpiar la casa, ni escribir en Bitácora ni leches. A parte comer, dormir, follar y cagar, me voy a rascar los güevecillos dos semanas. Primero de izquierda a derecha y luego de derecha a izquierda. Una y dos semananitas…

Y tres. Y cuatro. Y cinco. ¡Y seis! Y si no estuviese aquí escribiendo iríamos a por la séptima. ¡Diecisiete de marzo! De todos modos, no dramaticemos. No he escrito en siete semanas, pero la casa sí que la he limpiado y trabajo también he buscado, mucho. Tanto que en el trabajo de mi vida me han rechazado, dos veces. Y en el segundo trabajo de mi vida también. Y en el tercero. Y en algún otro que ni siquiera recordaba haber solicitado. Aunque, por otro lado, me han llamado del bando enemigo: bancos y petroleras. A lo mejor incluso vuelven a llamar…

Como ven, después de las "vacaciones", lo único que me quedaba por retomar era esto de escribirles a ustedes. Me tomé tan en serio las vacaciones literarias que hasta me olvidé de decir que me iba de vacaciones. Así que no se alarmen. No me ha pasado nado. Sigo vivo. Y tengo intención de volver a manifestarme con regularidad; aunque sospecho que habrá ciertos cambios de formato y concepto. Pero no adelantemos acontecimientos. Cada cosa a su tiempo. Disfruten ustedes de lo que queda de fin de semana, o de semana.

Un abrazo y gracias por la preocupación y el interés. Hablamos.