Llevaba un rato haciéndome preguntas. Su piel morena abrazada a la mía, su cabeza sobre mi hombro. Quería descubrir quién era el tipo con el que llevaba un par de semanas acostándose. Le había dejado que me desnudase la piel, y ahora le dejaba que me desnudase el alma:
-Tú te sientes solo?
-Yo siempre estoy solo...
Contuvo la respiración un instante. Mirando al techo, quise empezar una frase para explicar aquello; pero sólo la abracé un poco más y le dejé un beso en la frente.
-Tú lloras?
-Sí -contesté sin dudar, tajante.
Se apretó un poco más contra mí. Respiramos un rato en silencio.
-No preguntas nada más?
-Ya sé lo que quería saber -respondió y me besó el cuello.
Luego nos dormimos.
Acabo de ver la peli de la foto. Va de personas luchando por no estar solas. Yo siempre estoy solo... Aunque rara vez me siento solo. Y vuelvo estar como hace un par de noches, mirando al techo buscando como explicármelo...
En unas cuantas horas hará treinta años de mi primera bocanada de aire. Era muy pequeño y no me acuerdo, pero me han contado que no fue fácil. Lo que sí recuerdo es alzar la cabeza unos años después, mirando confiado a las personas que apreciaba. No decía nada, pero pensaba que un día quería ser como ellos; descubrir el secreto, aprender las reglas del juego. Van tres décadas y aún soy como aquel niño, o casi. Sigo queriendo ser como ellos; pero ahora sé que tampoco tenían ni puta idea de qué iba, y va, todo esto. Lo descubrí hace tiempo, más o menos cuando decidí dejar de ser joven. Reclamé que no era un irresponsable, que me preocupaba algo más que por andar de farra, que mis opiniones estaban fundadas, que tener poca experiencia era muy distinto de no tener ninguna y que, en la mayoría de los casos, era más que la de los borregos, que confundiendonos cumplir años con saber, se llenaban la boca con tópicos baratos para esconderse de su mediocridad. No soy joven... Soy el niño que mira con ojos asombrados, pero ahora ya lo sé: no hay juego, no hay reglas, no hay secreto.
He nacido, vivo todo lo que puedo, y moriré. Solo. Pero mientras tenga algo que compartir y una mano que tender, mientras alguien escuche y halla quien sonría al verme, mientras tenga algo que hacer mañana y otros lleven pedazos de mi hogar en sus mochillas, mientras, me sentiré acompañado.

... Y cada año seguirá siendo mejor que el anterior :)
Feliz cumpleaños!